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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Coleros profesionales, especuladores de nuevo tipo y de viejas mañas…

Coleros profesionales, especuladores de nuevo tipo y de viejas mañas…

 

Roberto Pérez Betancourt

Los tiempos de la Covid 19, junto con escaseces de productos de primera necesidad en los mercados, han posibilitado  iniciativas de  “coleros profesionales”, especuladores de nuevo tipo que aplican viejas mañas, esos que se aprovechan de las necesidades ajenas para sacar provecho personal, al margen de la ley, con nasobucos que les protegen del virus maligno, al tiempo que les ocultan los rostros,  pero los dejan respirar…

  Las colas --imprescindibles hoy para acceder a productos deficitarios en el mercado--, muestran escenarios apropiados para el observador interesado en captar realidades sociales in situ, acudiendo a la más universal y eficaz metodología, mirar, ver, tomar nota y encuestar, prescindiendo de chismes ni de comentarios especulativos sobre “lo que pudiera estar sucediendo”, sino conocer  en vivo y en directo…

  Aquí estamos en la cola del conocido supermercado La Sirenita en la barriada de la Playa, en busca de una olla de presión de tres válvulas. A las 8 de la mañana de un domingo caliente se divisan 10 personas en la espera, en la sombrita, frente a la entrada.

  --Hay poca gente hoy, le comento a una señora de pañuelo  amarillo len la cabeza, baja estatura, jabas en el hombro y aire de entendida, que se presenta como Juanita, “asentada en Matanzas procedente de la región oriental” -, explica, luego de que  indago por su particular curva melódica al hablar.

--¡Qué va! Están regados por los alrededores, mirando el mar… Cuando se acerque la hora de abrir, aparecerán en manada, los mismos de siempre --, dice Juanita, y traza un semicírculo virtual con el brazo derecho para acentuar su afirmación.

  Siguen llegando clientes. Ya somos más de 30. El reloj marca las 8:50 a.m.  Desde la distancia comienzan a aparecer figuras de caminar cansino. Son personas que “marcaron” muy temprano en la cola, algunos, dice mi interlocutora, desde el día anterior, con el propósito de “ver lo que van a sacar”. La mayoría se interesa por cárnicos, aceite, detergente, café,  leche y otros, productos deficitarios.

--Esos son los primeros en la cola – me ilustra Juanita--, pero la mayoría no va entrar, como yo, dejaremos correr el turno  -sentencia la experta.

-- ¿Tanto tiempo esperando y no entrarán?... Si ya van a abrir.

-- Están (estamos) esperando los productos que escasean. Parece que el camión no ha surtido, pero vendrá, más temprano o más tarde, llegará, y tenemos el turno asegurado.

   Como mi interés es una ollita de presión de las que están vendiendo en la segunda planta, no significa competencia, ella, Juanita, se abre para dar “explicaciones confidenciales…”

 -- Muchos de los que ocupan los primeros lugares –como yo--, estamos “luchando”, ¿usted me entiende? Hacemos un servicio público, porque compramos lo que necesitan personas que tiene mayor poder adquisitivo y les llevamos la mercancía a sus casas, ganando un porcentaje.

--Me interesa, me interesa – digo, incitador-, ¿de cuánto estamos hablando?

--- Bueno, entre tú y yo, como dicen en el programa de televisión, te informo, y toma nota por si estás interesado en ser mi cliente… No, no, no, foticos no, que no soy fotogénica…, claro, repito, “entre tú y yo”, repite, y esboza una sonrisa que quiere ser cómplice.

--Explícate, por favor.

-- Fácil: el aceite, el litro, a cinco CUC, por supuesto; el detergente de un kilogramo a 10 , el arroz, la libra a uno, la leche condensada, latica a tres; el pollo, que es lo más demandado, a razón de tres CUC por kilogramo; las pastas al doble, que es lo justo, y así sigue la lista…

 --- ¡Espérate, que ya están abriendo!

 ---No te apures, la mayoría se quedará atrás, recuerda que estamos esperando el surtido. Entra para que compres tu ollita, y ya sabes, si te interesa, me das tu dirección y te lo llevo a domicilio, como el sitio ese de “Tu Entrega”, pero yo casi siempre tengo…jejeje…

   Entro a La Sirenita; dejo mi jaba en el guarda bolsos, subo las escaleras y ”marco” en la colita para comprar mi ollita de presión de tres válvulas. Mientras espero, reflexiono sobre este nuevo oficio de “especulador por cuenta propia”, una especie de coronavirus social que se ha extendido también por otras provincias. Comento el asunto con mis vecinos de la fila, dificultades económicas en el país que obligan a tener paciencia y economizar más. Pero,  nos   formulamos una pregunta que remeda el estribillo de una popular canción: 

¿ Y el control pa´ cuándo?... 

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