Brasileños siguen prefiriendo a Lula para presidente
Roberto Pérez Betancourt
A pesar de todas las artimañas leguleyas y la mala intención manifiesta en la actuación de funcionarios gubernamentales, la población brasileña sigue elevando la preferencia del candidato Luiz Inacio Lula da Silva para presidente en los comicios de octubre de este año, revelan encuestas divulgadas por agencias internacionales de prensa y sitios especializados en Internet.
Las referidas fuentes destacan que el candidato Lula, del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, nuevamente fue impedido de dejarse escuchar en el último debate público televisado, sostenido por el resto de los aspirantes a la primera magistratura de la nación sudamericana.
Por decisión judicial del ministro del Tribunal Superior Electoral (TSE), Sérgio Banhos, a Lula no le fue permitido participar en el evento organizado por la Rede TV.
Recordemos que el PT puso oficialmente sobre el tapete electoral la candidatura del ex presidente Lula Da Silva, preso político desde hace cerca de cuatro meses por maniobras mal intencionadas de la oligarquía derechista que continúa derrochando garrotazos a diestra y siniestra, en contra incluso de la opinión pública de Brasil y de entidades internacionales veladores de los derechos humanos, todo con el propósito de perpetrarse en el poder después del golpe de estado parlamentario efectuado con la presidenta constitucional Dilma Rousseff.
Sin embargo, aun amordazado y en prisión inmerecida, Lula incrementa la preferencia de voto de los brasileños y se apuntala como el favorito con cerca del 40 por ciento de la intención de voto para vencer en octubre, un porcentaje que casi duplica al de su más cercano opositor en las urnas.
Al respecto, trascendieron declaraciones de la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, quien denunció nuevamente la persecución contra el expresidente, y precisó que
para Lula no existe la imparcialidad.
La actual senadora por el PT, al comentar en su cuenta de Twitter la decisión del Ministro del TSE de impedir la participación de Lula en el careo televisivo entre los candidatos presidenciales para las venideras elecciones, denunció la arbitrariedad manifiesta.
El expresidente Lula es candidato registrado y goza de todas las prerrogativas aun cuando esté injustamente preso, esclareció Hoffmann antes de preguntarse por qué temen tanto su presencia en la discusión.
En este contexto, la prensa destaca el desacato oficial del gobierno brasileño al mandato del Comité de Derechos Humanos de la ONU, quien pidió que se tomen todas las medidas pertinentes para que Lula da Silva pueda ejercer sus derechos políticos como candidato mientras se encuentra en prisión.
«Esto incluye tener un acceso apropiado a los medios de comunicación y a los miembros de su partido político», ha indicado en una declaración remitida a la prensa ese órgano de Naciones Unidas, que supervisa a los Estados en el cumplimiento de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
En esa línea, se ha pedido que no se impida a Lula participar en las próximas elecciones presidenciales hasta que sus recursos ante tribunales del país sean resueltos «en procedimientos judiciales justos».
El Comité aclaró que se trata de una «medida interina» con la que se pretende «preservar los derechos» del exmandatario, y no de un pronunciamiento de fondo sobre su caso.
Lula da Silva ha sido objeto de una persecución judicial y condenado sin pruebas a 12 años y un mes de prisión.
La fórmula presidencial de Lula lleva como aspirante a la vicepresidencia de la República al ex alcalde de Sao Paulo Fernando Hadda, quien además se desempeñó como ministro de Educación de 2005 a 2012.
En estos días, agencias de prensa reportan que manifestaciones multitudinarias de brasileños prosiguen sus acciones públicas de protestas en Brasil para exigir se respeten los derechos constitucionales de Lula como candidato oficial a la presidencia.
¿Qué pasaría si finalmente se impone la fuerza de la sinrazón y se impide a Lula participar en los comicios?
Es esta una interrogante abierta a propósitos siniestros.
Aunque ilegalmente en el poder de facto que detenta, la extrema derecha podría reprimir por la fuerza a las masas en protesta e impedir que se efectúen las elecciones.
¿Podría el PT acudir a un sustituto de Lula en la candidatura presidencial, apoyado con el prestigio del líder obrero encarcelado y luchar en las urnas por revertir la actual situación política?
Aunque pertinentes, son preguntas pendientes de respuestas para las que no sobra tiempo, mientras los brasileños siguen clamando justicia y derechos humanos en las calles de las principales ciudades de Brasil. Desconocer la razón y seguir violando principios, podría también alimentar acciones de mayor revuelo social, de consecuencias impredecibles, pero imaginadas…
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