35 años protegiendo la capa de ozono: realidades y perspectivas
Roberto Pérez Betancourt
Este año 2020 se celebra el aniversario 35 de la Convención de Viena y de la protección de la capa de ozono a nivel mundial.
Expertos enfatizan que en el ámbito de la letal pandemia de COVID-19 se evidencia la necesidad de seguir laborando a escala mundial para proteger el planeta si queremos evitar desequilibrios que generen problemas medio ambientales graves, causados por la acción humana.
En Cuba se cumplen 25 años de fundada la Oficina Técnica de Ozono perteneciente al Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (Cubaenergía) adscrita a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (Aenta) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Consecuentemente, la conmemoración se realiza bajo los lemas: “35 años de protección de la capa de ozono” y “25 años de la Oficina Técnica de Ozono de Cuba”.
¿Qué es la Capa de Ozono?
- § El ozono (O3) es un "alótropo" de oxígeno, una forma de oxígeno que es diferente del O2, el gas que constituye el 21% de la atmósfera. El ozono se forma a partir del oxígeno en una reacción reversible.
- § La capa de ozono es un "escudo" frágil de gas en la atmósfera superior, donde el ozono se encuentra en sus concentraciones más altas.
- § Esta capa absorbe la radiación ultravioleta, evitando que la mayor parte llegue al suelo. Este proceso es importante porque la radiación ultravioleta puede provocar cáncer de piel.
Matanzas activa para preservar la capa de ozono
En la provincia de Matanzas, como en otros territorios cubanos, crece el interés para seguir suprimiendo causas que dañan ese escudo protector de la Tierra, a fin de preservar la vida y evitar daños irremediables que afectarían a las futuras generaciones.
Se enfatiza desechar sustancias agotadoras de la capa de ozono, llamadas SAO, químicos cuyos efectos gaseosos, al elevarse en la atmósfera, degradan el ozono, horadando ese techo, que evita la penetración de los perjudiciales rayos ultravioletas del sol, los que, en exceso, está comprobado que pueden causar cáncer de piel, daños oculares, como cataratas y cegueras, y reducir cosechas agrícolas, entre otros efectos negativos.
La concertación de acciones internacionales, hasta la fecha, ha permitido avanzar en la restitución de la capa de ozono, de acuerdo con expertos.
En 1985 la comunidad internacional hizo un esfuerzo por terminar con estos productos químicos que ponían en peligro la vida en la Tierra, lo que se tradujo en el Convenio de Viena sobre la protección de la capa de ozono, aprobado y firmado por 28 países, el 22 de marzo de 1985.
En 1987, se redactó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. Más de 100 sustancias químicas nocivas se empezaron a controlar para ir eliminando su producción y consumo.
En 1994 la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre Día internacional de la preservación de la capa de ozono, en conmemoración de la fecha de la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal. Cuba es signataria del Protocolo de Montreal desde 1992.
Otras acciones técnicas y de carácter social y divulgativo tienen lugar en centros de trabajo, de estudio y comunidades. Es necesario que las empresas recuperen y almacenen las conocidas sustancias nocivas, que generalmente se utilizan en refrigeración, y las sigan sustituyendo por otras que no causan el daño descrito antes, al tiempo que se impulsa la aplicación de tecnologías limpias en la producción de energía eléctrica mediante el aprovechamiento de factores ambientales como la luz solar y el viento..
Consecuentemente, en Matanzas continúa la reconversión de equipos y la utilización de tecnologías inocuas naturales, la capacitación del personal vinculado a esta actividad y programas educativos.
Saber, recordar y actuar
Recordemos que la capa de ozono es una franja de gas muy frágil que protege la vida en el planeta, de los efectos nocivos de los rayos solares y que está en peligro por el uso que se hizo durante años de determinados productos químicos.
Un esfuerzo internacional conjunto ha permitido la eliminación y reducción del uso de estas sustancias que agotaban la capa de ozono y en la actualidad se ha reducido considerablemente la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra protegiendo la salud humana y los ecosistemas.
Se espera que el ozono se recupere por completo en el hemisferio norte para el año 2030. Mientras en el hemisferio sur la recuperación completa llegará en 2050. Y diez años después en las regiones polares.
En los años 80 existían en el mercado numerosos productos de uso común que contenían sustancias muy nocivas para el ozono, de forma que se redujo considerablemente la capa de ozono en la Tierra. Los más conocidas son los CFC (clorofluorocarbonos) y los HCFC (hidroclorofluorocarbonos).
El protocolo de Montreal ha sido el acuerdo internacional más exitoso hasta la fecha, ya que todos los calendarios para la eliminación de estas sustancias se han cumplido, incluso antes de lo previsto en muchos casos.
Trabajo constante
Una publicación en el sitio web de BBC Mundo nos recuerda que, aunque se han logrado progresos, el problema con nuestra capa de ozono está lejos de resolverse, y los países continúan cooperando para abordarlo.
En enero, una enmienda al Protocolo de Montreal, la Enmienda de Kigali, entró en vigor para reducir gradualmente la producción y el uso de hidrofluorocarbonos (HFC), gases que habían reemplazado a los CFC.
Aunque los HFC son solo una pequeña fracción de los gases de efecto invernadero, pueden ser cientos o miles de veces más potentes que el dióxido de carbono para contribuir al cambio climático.
Al firmar la enmienda Kigali, los países se comprometieron a reducir la producción y el uso de HFC en más del 80%, durante los próximos 30 años, evitando así el calentamiento en hasta 0,5°C, para fines de siglo.
Además, los esfuerzos continúan para abordar las emisiones ilegales de productos químicos que destruyen el ozono. Un estudio publicado en mayo identificó a las provincias del este de China como las principales fuentes de un aumento en una de esas sustancias, el CFC-11.
"Es por eso que es importante celebrar este día de la capa de ozono y hablar sobre el éxito del Protocolo de Montreal, pero también entender que no es un acuerdo que se firmó y ya", dice Tarasova.
"No podemos detener el monitoreo ni descartar todos los satélites, porque estamos ante un problema en evolución. Necesitamos estar pendientes de forma constante". (Con informaciones de sitios web referenciados y archivos del redactor) (11/09/20).
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