Corea: Nuevo capítulo abre el optimismo en la historia de confrontaciones
Roberto Pérez Betancourt
Los principales acuerdos entre los líderes de la República Popular Democrática de Corea (norte), Kim Jong-un, y Moon Jae-in, presidente de la República de Corea (sur), son amplificados por la prensa internacional en un ámbito de optimismo esperanzador, pues se trata de la primera reunión a ese nivel en los últimos 11 años.
Los analistas apuntan a la posibilidad de que finalmente se pueda llegar a un arreglo del conflicto que durante 65 años ha mantenido a ambas naciones en el filo del guerra caliente, desde que en 1953 firmaron un armisticio que puso una pausa en el fuego cruzado.
Este siglo 21 se inició con una escalada progresiva en las tensiones, particularmente cuando en enero de 2002 el entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush incluyera a Corea del Norte en lo que arbitrariamente denominó “eje del mal”, definición que preludiaba lo que vendría después en materia de arbitrarias intervenciones militares y masacres a pueblos enteros.
Más adelante la tensión siguió subiendo con un guión diseñado por Washington en el que acusaba a Corea del Norte de estar fabricando armas nucleares, y la intención de exportarlas a otras naciones, todo en un contexto de “lucha contra el terrorismo internacional”, manipulado con intencionalidad de justificar agresiones, matanzas, y ocupaciones militares, como las sucedidas en Iraq, Libia, y la aún sostenida, aunque fallida, contra el pueblo sirio…
¿Entendimiento para desnuclearización?
Ahora la base principal del entendimiento difundido apunta a establecer un compromiso de trabajo que conduzca a "completa desnuclearización" de la península coreana.
El viernes 30 de abril los puntos principales de entendimiento incluyeron: poner fin a "las actividades hostiles" entre las dos naciones; Cambiar la Zona Desmilitarizada que divide la península en una "zona de paz", en la cual cesarán sus transmisiones de propaganda; Reducción de armas en la región que dependerá de la atenuación de la tensión militar; Trabajar con miras a realizar conversaciones tripartitas en las que participen Estados Unidos y China; Organizar una reunión de las familias que quedaron divididas por la guerra; Conectar y modernizar las vías de ferrocarril y carreteras a través de la frontera y Continuar la participación conjunta en eventos deportivos, incluidos los Juegos Olímpicos de Asia de este año.
Sin dudas se trata de buenas noticias, al menos en teoría, sobre todo si tomamos en consideración que en 2017 el mundo se vio abocado a una guerra nuclear por la situación coreana y este año 2018, hace apenas unas semanas, los titulares de los medios de comunicación masiva subrayaban dramáticamente a la posibilidad del estallido de una guerra de dimensiones imprevisibles con la participación de Estados Unidos, habida cuenta las beligerantes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, y que este país, el más poderoso del mundo en términos bélicos y potencialidades económicas, ha sido históricamente intolerante con los derechos internacionales de Corea del Norte e instigador constante de las rivalidades en la Península coreana.
Recordemos…
La península de Corea fue gobernada por el Imperio coreano hasta que fue conquistada y colonizada por Japón después de la guerra ruso-japonesa de 1905. En 1945, concluida la segunda Guerra Mundial, el 15 de agosto de 1948 fueron creados dos gobiernos independientes en cada una de las zonas ocupadas.
Ambos Estados reclamaban la península entera como territorio propio, lo que los llevaría a la llamada guerra de Corea en 1950, con la instigación particular de Estados Unidos, que presionó a sus países satélites de entonces para que enviaran soldados al conflicto.
Recuerdo que mi padre Héctor fue llamado a filas junto con muchos otros cubanos, en virtud del servilismo de la Pseudorrepública y las exigencias del Imperio norteño.
Héctor, había recibido igual citación en 1945, pero se libró de ella al concluir la II Guerra Mundial en mayo. Pero en 1953 se veía montado en el barco y vestido de militar, lo que rechazaba desde lo más profundo de sus entrañas. En Cuba, el Partido Socialista Popular (Comunista) lanzó la consigna: “Ni un solo cubano a Corea”, y advirtió sobre las intenciones estadounidenses de evitar que los revolucionarios coreanos, comandados desde la década del 30 por su líder histórico Kim Il sun consolidaran el poder popular que habían conquistado con su lucha guerrillera contra la ocupación japonesa. Finalmente llegó el armisticio, y mi padre volvió a librarse de empuñar un arma al servicio del Imperio, Siempre recordaba aquel episodio y lo atribuía a los milagros de la Caridad del Cobre que, decía, tampoco quería a ningún cubano en la guerra de Corea.
La rivalidad entre el Norte y el Sur finalmente se aplacó con aquel armisticio firmado en la aldea de Panmunjom -Paraleo 38-, pero desde entonces, en dependencia de las intenciones belicistas de los respectivos gobiernos en Corea del Sur y en Estados Unidos, se han sucedido episodios de confrontación que revelan la fragilidad del cese al fuego. En términos oficiales ambas coreas siguen en guerra, porque no han rubricado un acuerdo definitivo de paz, al que ahora, según anuncian, aspiran.
La hoja de ruta de los últimos meses
Hoy, al calor de los referidos acuerdos, las publicaciones especializadas anotan los principales hechos que signan la hoja de ruta que ha conducido al encuentro coreano:
1ro. de enero- En su discurso por Año Nuevo, el dirigente norcoreano Kim Jong-un hizo un viraje en su pronunciamiento y anunció la disposición de su nación de participar en los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang, Corea del Sur.
3 de enero- Pyongyang aceptó reabrir la línea telefónica con el Sur, después de que esta quedara cerrada en febrero de 2016.
9 de febrero- Inician los Juegos de Invierno. En la ceremonia de inauguración, Corea desfila como una sola bajo la bandera de la unificación. En la banca, el presidente de la Asamblea Suprema norcoreana, Kim Yong-nam, junto a la hermana y asesora del líder de ese país, Kim Yo-jong, lideran las delegación de la RPDC.
9 de marzo- Anuncian desde Washington que se producirá una histórica cumbre entre el presidente de EE. UU., Donald Trump, y Kim Jong-un con el objetivo de lograr la desnuclearización de Corea del Norte.
29 de marzo- Las Coreas acuerdan el 27 de abril como la fecha para la Cumbre
21 de abril- La RPDC anuncia que el país suspenderá sus pruebas nucleares y de misiles intercontinentales así como el cierre de su centro de ensayos nucleares.
2 de enero- Seúl responde al tono conciliador norcoreano y propone a su vez una pronta reunión para coordinar la inclusión de la RPDC en las Olimpiadas
9 de enero- Las dos Coreas celebran la primera reunión de alto nivel en más de dos años en Panmunjom, en la que abogaron por aliviar la tensión regional.
10 de febrero- Kim Jong-un invita al presidente sudcoreano, Moon Jae-in, a sostener un encuentro «lo antes posible».
27 de marzo- En conversaciones oficiales con Xi Jinping, presidente de China, Kim Jong-un aseguró que la desnuclearización de la península «se puede solucionar, si Corea del Sur y Estados Unidos responden a nuestros esfuerzos con buena voluntad, crean una atmósfera de paz».
1ro. de abril- Inician las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur con la participación de 300 000 soldados del país asiático y 11.500 efectivos norteamericanos. Aunque tradicionalmente duraban dos meses, estas se redujeron a la mitad.
¿Será que finalmente el armisticio dará paso a la paz inter coreana? ¿Habrá alguna intención oculta por parte del gobernante Donald Trump en relación con los vecinos de la Península de Corea?... No le restemos buenas intenciones a los propósitos anunciados explícitamente. Propongo que sigamos observando con moderación, pero sin repicar campanas…
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