Blogia
DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Ecos del Deporte: Juegos Centro-caribeños, aplausos y rechiflas

Ecos del Deporte: Juegos Centro-caribeños,  aplausos y rechiflas

Roberto Pérez Betancourt

 Por supuesto, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, afirma mi amigo Pepe Coronado, conocedor absoluto de todas las disciplinas deportivas, dice él; vaticinador de éxitos y fracasos, y sobre todo consumidor adicto de las transmisiones deportivas de la televisión cubana, incluidas las de los recién concluidos XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, para los que, por supuesto, tiene aplausos y rechiflas…

  “Por televisión, porque yo no puedo costearme un viaje de turismo hasta Colombia para ver los Juegos en vivo y en directo, pero como otros cubanos  he tenido  el enorme placer de disfrutar desde mi sillón el espectáculo total, frente a mi pantalla, en colores…”, afirma este hombre que ha visto mucho deporte en sus casi ocho décadas de vida, espectáculos con los que ha gozado y ha sufrido, como casi  todo el mundo.

  El segundo lugar conquistado con más de 100 medallas de oro, para algunos aficionados del patio parece un fracaso, por debajo de México, que rebasó las 130 preseas doradas,  habida cuenta la delegación cubana había ganado sostenidamente las citas centroamericanas y del Caribe y, como lamentablemente suele ocurrir, los pronósticos oficiales daban casi por seguro que los cubanos seríamos capaces de superar absolutamente al anfitrión Colombia y al equipo más numeroso, México.

 Pero parece que tales vaticinios no tomaron en cuenta  que la vida es más sorprendente que cualquier fantasía, y no se puede decir: “voy a ganar porque el mejor no va a participar, y como yo soy el segundo en el escalafón de resultados, me llevo el gato al agua”. Pero  sucedió, varias veces, que el mejor sí participó, o que el cuarto o quinto en el ranking”oficial”, se convirtió en el mejor en el terreno deportivo y el vaticinador recibió una sorpresa, al darse cuenta que cuando se pierde la objetividad se derrumba la percepción de la realidad y con ella, en lugar de optimismo y alegría legítima por lo alcanzado, se puede llegar a una sensación de frustración, realmente inmerecida para el atleta y para el aficionado. Por todo esto: una rechifla para los vaticinadores errados. 

  ¿Y quiénes dicen que la actuación cubana no fue buena porque no ganó el  máximo de las preseas de oro? En primer lugar quienes llevan el deporte al extremo del extremo, confundiendo la diversión y el disfrute con una batalla campal en la arena ideológica y política, foráneos para denigrar el mérito de una nación de apenas 11 millones de habitantes que es capaz de empinarse sobre otras que multiplican varias veces esa cantidad, y otros, de adentro, que gustan de tensar las cuerdas y olvidan que el deportista tiene que competir divirtiéndose y no presionado, como si estuviera en un frente bélico de vida o muerte. Rechifla para el extremismo.

  ¿La Televisión? Medalla de oro para la transmisión  de los técnicos cubanos, y para los comentaristas con sus estilos diversos, que pueden agradar más o menos, pero que se las arreglaron para hacernos llegar las imágenes y las informaciones en tiempo real, desbordando las lamentables equivocaciones y parcialidades de la transmisión televisiva colombiana, que con demasiada frecuencia sabía a evento local y se olvidaba que el destinatario era el mundo, por lo que la imparcialidad en la edición era imprescindible, pero no se cumplió, al extremo de ignorar la transmisión de las finales en varios eventos para privilegiar entrevistas o competencias  en las que los colombianos eran protagonistas artificiales del momento. Gracias a los equipos “ambulantes” de cubanos cámara en mano, a decir de los narradores, pudimos disfrutar oportunamente de competencias tan emocionantes como las de la lucha y el judo. Aplausos merecidos para todos ellos.  

  Los resultados ya los conocemos. Desde la sede de los Juegos, y desde el monitoreo de la televisión cubana,  se  han transmitido los momentos más emocionantes, en vivo y en directo, los triunfos y los reveses, la alegría y el llanto.

  Ahora vendrán los comentarios y análisis más reposados, las consideraciones, las catarsis en general por parte de entendidos y de aficionados, que para eso la comunicación interactiva nos permite intercambiar opiniones en tiempo real, aquí mismo o en otros espacios digitalizados. Aplausos para todos los opinantes. Por todo ello, nos volveremos a encontrar en Ecos del Deporte.

 

 

 

 

0 comentarios