DIARIO DE RENÉ: TESTIMONIO DEL TIEMPO ROBADO
Por Roberto Pérez Betancourt El 21 de noviembre del año 2000 René González Sewherert inició un Diario en la cárcel donde injustamente lo encerró el gobierno de Estados Unidos, en septiembre de 1998. René transita hoy por el décimo año en prisión. Las páginas de su bitácora han recogido cada hecho significativo del que ha sido testigo sufriente en ese prolongado espacio de tiempo, arbitrariamente arrebatado a la libertad de un hombre honesto. Comenzó la redacción seis días antes de iniciarse el amañado proceso judicial donde finalmente él y sus cuatro compañeros de batalla antiterrorista -Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero- fueran condenados a penas increíblemente absurdas. A René le impusieron 15 años en prisión. Las sentencias para los Cinco, como se les conoce internacionalmente, suman nada menos que cuatro cadenas perpetuas más 77 años. No existe un solo abogado decente en el mundo que entienda tamaña injusticia, luego de analizar las acusaciones y la burda manipulación del proceso a la luz de la jurisprudencia, incluidas las leyes norteamericanas y los tratados internacionales sobre derecho. Es lógico. No se puede entender así. Hay que incluir el factor político y agregarle odio visceral de gobernantes continuadores de la doctrina colonial que, más de 200 años después de haber ambicionado la anexión de Cuba, históricamente frustrados, no perdonan el triunfal empeño soberano del pueblo isleño, e insisten en clavar en él sus garras imperiales. Lo saben René y sus compañeros. Por eso fueron a Miami, donde se hospeda la mafia anexionista de origen cubano, aliada de Washington. Fueron con el propósito de conocer y alertar a las autoridades cubanas y norteamericanas sobre los actos terroristas que desde allí se fraguan y ejecutan. "Mi amor, hoy comienzo la carta más larga que he escrito o escribiré en mi vida", expresa la primera oración del Diario de René, dedicado a su esposa, Olga Salanueva, deportada de Estados Unidos en 2000, a quien siguen negándole visa de entrada en ese país para que, junto a su pequeña hija, ambas puedan visitar al esposo y al padre. La descripción en detalles del juicio primario en Miami, las observaciones precisas del comportamiento de jueces, fiscales y testigos, la violación al derecho de la defensa para acceder a documentos imprescindibles, el manejo mediático para indisponer a la población y al jurado contra los acusados, primero y el silencio cómplice para ocultar la verdad a los ojos y oídos de los norteamericanos, todo eso, y más, aparee en el Diario de René. A la descripción objetiva y cronológica de sucesos vinculados con el proceso judicial, vivencias en presidio, percepciones del entorno político y social, se agregan el sentimiento de nostalgia, la añoranza de una persona dotada de gran capacidad de resistencia, y a la vez sensible a la añoranza familiar y al calor de su tierra natal, como cualquier otro ser humano.
René González nació en Chicago, Estados Unidos, el 13 de agosto de 1956. Hijo de cubanos, se graduó como piloto e instructor de vuelo. Tiene dos hijas. Cuando lo pusieron tras las rejas acababa de cumplir 42 años de edad. Hoy tiene 51. El Diario de René da testimonio del tiempo que le han robado.
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