Fernando González Llort, cumpleaños 45 en la cárcel
Roberto Pérez Betancourt
Entre los incontables seres humanos que en el mundo cumplen años este martes 19 de agosto, está Fernando González Llort, quien arriba a los 45 con la particularidad de que los 10 últimos los ha pasado detrás de los barrotes carcelarios por delitos no cometidos.
Cada persona suele escoger cómo festejar el aniversario de su nacimiento. Algunos prefieren la fiesta en familia. Los niños sueñan con piñata, cake, globos, juegos y, por supuesto, regalos. Los jóvenes salen a divertirse con sus amigos.
El día de su onomástico, la mayoría de los presos acostumbran a recibir visitas de personas amadas. Pero algunos de ellos continúan solitarios también en esa fecha especial, cuando los pensamientos, más que nunca, rememoran las circunstancias fatídicas que los llevaron a prisión.
Los privados de libertad por arbitrariedades o erráticos procesos judiciales, los que saben que son inocentes, en la jornada de su nacimiento maldicen más que nunca a sus carceleros y a los abogados incapaces de probar su inocencia.
También están quienes se saben cautivos porque calculadores enemigos, inspirados en la impotencia que sienten al enfrentar personalidades como el acero, les prepararon una trampa, tramaron una conspiración para infligirles castigos inmerecidos.
Son los reos que no claudican en sus principios ni se pliegan ante los chantajes. A esa estirpe pertenecen Fernando González, Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.
Se trata de los Cinco cubanos luchadores antiterroristas que el gobierno de Estados Unidos apresó indebidamente en septiembre de 1998, y desde entonces los mantiene en cautiverio mediante una sucesión de componendas leguleyas, expresivas de la prevaricación de las autoridades ante la ley verdadera.
A Fernando y a sus hermanos de lucha los llevaron a EE.UU. la necesidad imperiosa de conocer y alertar sobre las actividades terroristas que desde ese país planifican y orquestan los enemigos de Cuba.
Como ha sido probado y reconocido por expertos juristas de diversas partes del mundo, Los Cinco solo aspiraban a evitar la muerte de personas inocentes en la Isla y dentro de la propia nación norteña, lo que efectivamente lograron mientras cumplieron su misión imprescindible.
En las palabras finales de su alegato ante el tribunal que lo juzgó en primera instancia, Fernando sintetizó magistralmente el sentimiento que lo animó entonces, y que hoy, en el día de su cumpleaños, continúa alimentado su espíritu.
Así dijo entonces:
“Todo hombre que se respeta a sí mismo se debe antes que nada a su Patria. En los años de presidio me acompañará siempre la dignidad que he aprendido de mi pueblo y de su historia”.
Conscientes de esos valores que adornan a Fernando, el pueblo de Cuba y todos los seres humanos dignos que conocen la causa de estos luchadores antiterroristas, envían sus más cálidos sentimientos de gratitud y acompañan moralmente al prisionero en su cumpleaños. (AIN) (15/08/08).
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