Cuba y Estados Unidos cara a cara
Roberto Pérez Betancourt
Una nota Oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba da cuenta que las conversaciones entre Cuba y los Estados Unidos tendrán lugar los días 21 y 22 de enero, en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
La delegación cubana estará presidida por la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro El 21 de enero se efectuará una nueva ronda de conversaciones migratorias, que por la parte norteamericana estará presidida por el subsecretario asistente del Buró para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee.
Este encuentro será un espacio para evaluar la marcha de los acuerdos migratorios y las acciones emprendidas por ambas partes para enfrentar la emigración ilegal y el tráfico de emigrantes, entre otros temas.
El 22 de enero, se realizará la primera reunión sobre el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, que por la parte norteamericana estará presidida por la secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
En esta reunión se abordarán los principios y pasos para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de Embajadas en ambos países.
Con posterioridad, ese mismo día, habrá otro intercambio para abordar asuntos bilaterales, incluyendo áreas de cooperación en temas de interés mutuo, precisa el MINREX.
RETOS Y …RETOS
Para el gobierno de Barack Obama, su decisión entraña afrontar retos en sectores de poder hegemónico- fundamentalista, funcionarios, reconocidos terroristas y otros personajes que han vivido y pretenden seguir viviendo del chantaje y las dádivas monetarias anuales que concede el multimillonario Presupuesto para acciones anticubanas, que aprueba el Congreso, lo cual, como otras prácticas fallidas, no podría sostenerse en un clima normal de relaciones diplomáticas.
Los beneficios para la administración de Obama se identifican con intereses de negocios turísticos, agroindustriales, de transporte aéreo y marítimo, de productos biomédicos, de servicios de salud, de educación superior, deporte, petroleros, entretenimiento, y otras ramas de la economía que acallan voces retrógradas y hacen surgir asociaciones de empresarios estadounidenses con objetivos comunes en el mercado cubano, quienes están actuando a favor de un nuevo clima de cooperación mutuamente ventajosa.
Para la nación cubana, la nueva era en perspectiva incluye el reconocimiento de la soberanía nacional, el cese de la política de fuerza y los beneficios de relaciones socioeconómicas plurales, incluido el acceso a mercados y al flujo de capitales inversionistas, factores que deben poner énfasis en derogar el Bloqueo, facultad del Congreso estadounidense.
Pero la senda que se abre también planteará a Cuba costos y retos, sobre todos en los ámbitos políticos e ideológicos, que exigirán desterrar ingenuidades y avivar la conciencia de que la nueva política estadounidense no se asienta en el sentir del buen samaritano, sino en renovadas tácticas dentro de la misma vieja estrategia, para lo cual el mejor remedio será siempre la unidad interna de los cubanos, la valentía y la fortaleza de principios.
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