Latinoamérica dice NO al hegemonismo imperial
Roberto Pérez Betancourt
En el aniversario 51 de la victoria de Playa Girón, las naciones latinoamericanas y caribeñas, acaban de brindar una demostración al mundo de lo que ha significado el ejemplo moral de la revolución cubana a lo largo de la historia, al cerrar filas unitarias frente a la soberbia imperial en la llamada Cumbre de las Américas, donde la administración norteamericana, secundada por el gobierno de derecha de Canadá, no pudo imponer su agenda.
Hasta la "gran prensa" refleja hoy que Estados Unidos ha quedado aislado en su política anticubana, y el presidente de un influyente comité legislativo del Senado norteamericano, Jeff Bingaman, afirmó que es EE.UU. el que está "desfasado" en su política exterior hacia Cuba y que, a su juicio, es hora de restablecer las relaciones diplomáticas con la Isla, según la agencia española EFE.
Creo que definitivamente ya es hora de que establezcamos relaciones diplomáticas con Cuba y de poner fin a nuestro embargo a la venta de bienes y servicios a Cuba, y a comprar (productos) de Cuba", dijo Bingaman a los periodistas. "Creo que hemos permitido que nuestra política hacia Cuba sea dictada por la comunidad cubanoamericana en este país, en vez de que la dicten los intereses nacionales de nuestro país", agregó Bingaman, presidente del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado.
Bingaman, que también preside un subcomité sobre comercio internacional, reaccionó así a lo que consideró como el aislamiento de EE.UU. sobre Cuba durante la VI Cumbre de las Américas en Colombia el pasado fin de semana. Así lo reflejan diversos cables de prensa.
La Cumbre… concluyó con consenso entre naciones latinoamericanas, pero sin la anuencia de las dos naciones del norte, que recibieron una respuesta contundente: No habrá más cumbres sin la presencia de Cuba, a la que los analistas citan hoy como la gran protagonista de ese evento, aun sin haber estado representada allí, mientras la adormilada participación de Barack Obama, aislado de la realidad, es criticada y vista como una pose más de su campaña electorera.
Y es que los países latinoamericanos y caribeños se cansaron de ser el traspatio estadounidense y dejaron clara evidencia de que los tiempos actuales son otros tiempos, en los que la presencia de Cuba no puede ser desconocida, porque su poder de convocatoria y su ejemplo de dignidad han calado hondo en los pueblos e influye incluso en los gobiernos que pueden ser considerados de centro o de derecha, al punto de propiciar la unidad de acción en torno a una gran verdad: podemos ser diferentes, pero iguales a la vez.
Por todo esto, al conmemorarse el aniversario 51 de la victoria de Girón, esta unidad de acción regional es un bello ejemplo de lo logrado también por aquellos combatientes que al defender la soberanía cubana, empedraban el camino unitario hacia el futuro, presente hoy en voluntad política latinoamericana y caribeña, que dice NO al hegemonismo imperial.
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