Golpistas, EE.UU. y la eterna madeja de la doble moral

 

Roberto Pérez Betancourt

Habló Obama para reconocer a Manuel Zelaya como único presidente constitucional de Honduras, aunque no esté de acuerdo con él, dijo... Habló Hillary Clinton con Zelaya y  resucitó  a Oscar Árias, antiguo premio Nóbel de la Paz,  conocido por empuñar la sombrilla dialoguera de sandinistas y contras, mientras el gobierno de Estados Unidos seguía alimentando con armas y dinero la operación contrarrevolucionaria en Nicaragua  que a la postre le costo el poder a los sandinistas..

Sí, Vuelve Oscar Arias con su imagen seria y viejas mañas, al punto de causar la admiración, ¿saben de quién?  nada menos que  de   representantes de la mafia anexionista anticubana en el gobierno estadounidense,  al frente, elogiosa del giro que han tomado las cosas, Ileana Ross Lethinen, más conocida como la Loba Feroz, aullando simpatías por los gorilettis.

Conversaciones sí, negociaciones NO, subraya Manuel Zelaya, dando a entender que no hará concesiones de principios, y la Clinton aparece sonriente ante la prensa, pero no invita al presidente legítimo de Honduras a estar con ella.

Mientras, en las calles de Honduras al menos cinco manifestantes han muerto y decenas más han sido heridos por la soldadesca. Estados Unidos no ha retirado a su embajador  ante Goriletti, tampoco ha cerrado su ayuda a los militares bajo Gorilletti...

¿Por que el Departamento de Estado norteamericano no define con claridad que en Honduras hay un golpe de Estado? ¿Por qué tanto cantinfleo? ¿Por que la señora Clinton dice que no quiere prejuzgar? Prejuzgar significa emitir juicio antes de que suceda algo, Pero ya sucedió: quitaron por la fuerza al Presidente de los hondureños, los militares masacran desde el 28 de junio a los hombres. Mujeres y niños en las calles.

 De pronto la señora Clinton resucita sonrisas ante la prensa, conversando con dos pitiyanquis: Alberto Federico Rabie y Leopoldo Castillo, artífices del golpismo mediático en Venezuela contra el presidente Chávez. Luego habla con el mismo Goriletti por teléfono. No se conoce lo que conversaron. ¿Se habrá acordado que ella también impugnó ese gobierno espurio en la OEA?

Son hilos de la vieja madeja de múltiple moral, unos para la palestra mediática, otros para las acciones injerencistas. Mientras, el pueblo hondureño sigue en la pelea. Hay que continuar alertas y multiplicar la solidaridad activa con los que combaten por ellos , por nosotros, por América.