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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Fasciscmo corriente, en vivo y directo

Fasciscmo corriente, en vivo y directo

Roberto Pérez Betancourt

  Lo vimos por televisión. Asistimos  a una lección ejemplar de historia, de economía política, de filosofía, tan valedera en  enseñanzas como el planazo de un guarda rural en las espaldas del campesino agobiado.

  Pero no fueron solo golpes los descargados por las bestias uniformadas sobre los hondureños desarmados.

   También llovieron balas y bombas lacrimógenas.

   Tengo ante mi la foto de un joven hondureño de 16 años, cargado por sus conciudadanos, con los brazos abiertos después de haber dejado su masa encefálica sobre el asfalto.

  Es la imagen del asesinato consentido por los que, pudiendo parar a la bestia, no lo hicieron, no lo hacen.

  Tres muertos e incontables heridos es el saldo preliminar de la jornada del domingo 5 de julio de 2009 en Tegucigalpa. Un domingo de luto para la democracia, para la razón y la civilidad.

  Quizás la caracterización más exacta  la ofreció la presidenta Cristina Fernández, de Argentina, cuando afirmó: Lo que sucede en Honduras demuestra una estrategia oculta para torcer el rumbo que toma el hemisferio, así dijo Cristina.

   El silencio puede ser muy elocuente. Y el silencio de los que pueden detener la barbarie deviene cómplice.

  “Hay una estrategia más fina, más profunda que no solo involucra a los golpistas hondureños, si no que intenta frustrar una política distinta en la región, añadió  Cristina, y dijo más: Restituir al presidente Manuel Zelaya no es solo un acto  de justicia hacia el pueblo de Honduras y con el respeto irrestricto a los derechos humanos, sino también la posibilidad de continuar profundizando este cambio”.

   Las fuerzas democráticas activas, todas ellas,  concuerdan en que no se puede permitir retroceder a la época de la barbarie que ensombreció a Latinoamérica y que parecía terminada.

   Más que pronunciarse sobre lo que ocurre en Honduras, a Estados Unidos le corresponde actuar, razonó el presidente Zelaya.

   En realidad el fundamentalismo de extrema derecha de  Estados Unidos no ha dejado de actuar conforme a sus intereses en relación con Honduras y el movimiento progresista en Latinoamérica.

   La memoria está aun fresca. Remember Nicaragua. y la guerra sucia contra los sandinistas.

   Mientras el  presidente Obama condena verbalmente a los golpistas, la CIA y otros entes del mal que acechan al propio mandatario estadounidense no han dejado de mover los hilos de los gorilas  marionetas.

   Es hora de cortárselos y cerrar el paso  al fascismo corriente.

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