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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

BLOQUEO (·EMBARGO

BLOQUEO contra Cuba, récord de Terrorismo de Estado

BLOQUEO contra Cuba, récord de Terrorismo de Estado

Roberto Pérez Betancourt

 No por recurrente, el bloqueo económico comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba deja de ser noticia cada año, cuando asciende el récord mundial del terrorismo  de Estado aplicado por la nación más poderosa del planeta contra un pueblo pequeño en territorio, pero inconmensurable por su grandeza de voluntad y resistencia.

En el Medioevo, cuando una  potencia invasora enviaba  ejércitos  saqueadores a adueñarse  de una ciudad o un castillo fortificado, para imponer su voluntad sitiaba el lugar a fin de  impedir que  sus habitantes recibieran alimentos y otras provisiones provenientes del exterior.

Era una estrategia dirigida a usar el hambre, las enfermedades y otras calamidades como armas para doblegar al pueblo agredido, hasta que este cediera en su dignidad, arriara la bandera propia, se rindiera y acatara imposiciones.

Las medidas del bloqueo se percibieron pocas semanas después del triunfo de la Revolución Cubana, el  primero de enero de 1959. El seis de febrero de ese año  un informe del Banco Nacional de Cuba consignaba el depósito en bancos norteamericanos de 424 millones de dólares, robados por cabecillas batistianos. Ni un solo centavo fue devuelto.

Desde entonces, 12 administraciones norteamericanas se han empecinado en conjugar el bloqueo con el terrorismo de Estado contra la Mayor de las Antillas sin lograr sus objetivos.

Es una práctica prepotente, que no escucha la mayoritaria voluntad del mundo, expresada  reiteradamente en  la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en contra de los intentos norteamericanos de aislar y asfixiar al pueblo cubano.

  Solo en el período que media desde abril del año 2017 hasta marzo de este año la cifra de daños a Cuba suma cuatro mil 321 millones 200 mil dólares, según Informe de Cuba en  virtud  de  la  resolución  72/4  de  la Asamblea  General  de  las  Naciones Unidas,  titulada «Necesidad de poner fin  al  bloqueo  económico,  comercial  y financiero impuesto  por  los  Estados Unidos de América contra Cuba».

La Asamblea general de la ONU volverá a ser escenario el 31 de octubre de este año  de las denuncias reiteradas por numerosos oradores, en relación con la práctica hostil del vecino norteño, afanado  en estrangular a las familias cubanas para rendir a la nación, propósito infructuoso, aunque si sumamente dañino para todos los sectores de la sociedad, inclusive para los propios empresarios estadounidenses y de otras naciones, habida cuenta el carácter extraterritorial de esa práctica condenada una y otra vez por la voz mayoritaria del mundo en el foro de la ONU.

No es ocioso recordar el carácter ilegal y perverso de este bloqueo, que dura 60 años. El actual mandatario Donald Trump  se ha empeñado en extremar las agresiones, echando por tierra el progreso alcanzado en el acercamiento entre ambas naciones bajo la administración  preceden te de Barack Obama,

  En contra de lo que suelen cacarear los plumíferos del imperio, el bloqueo  no es producto de un diferendo binacional, sino ejercicio de guerra económica y su  carácter extraterritorial ha sido denunciado por diversos estados, cuyas empresas no pueden establecer vínculos con las cubanas, pues están b ajo permanente amenaza de ser multadas, en virtud de un chantaje manifiesto que les ordena pagar la extorción o ser incluida en la lista negra de los que no pueden hacer negocios con entidades estadounidenses, todo lo cual es una soberana burla a la soberanía de las naciones afectadas.

 En este contexto, el enemigo imperial, poderoso y sutil, continúa entonando sus cantos de sirena  dirigidos a oídos proclives a la ingenuidad.  Es una historia de Terrorismo de Estado que marca record de  genocidio, pero que ha servido también para evidenciar el temple del pueblo cubano, cuyo ejemplo se multiplica en solidaridad internacional y  en avances socioeconómicos de otras naciones hermanas, que volverán a alzar su voz este  año en la Asamblea General de la ONU para condenar el Bloqueo y sumar otra derrota moral más al fundamentalismo de derecha estadounidense.

 

Contra Bloqueo a Cuba, amplia Jornada en EE.UU. desde el día 24

Contra Bloqueo a Cuba,  amplia Jornada en EE.UU. desde el día 24

 

Roberto Pérez Betancourt

Una vez más estadounidenses amantes de la paz efectuarán una jornada (la cuarta) contra el bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace 60 años los gobiernos de ese país aplican contra las familias cubanas con carácter genocida y extraterritorial.

El acontecimiento tendrá lugar a partir del 24 de este mes y hasta el día 28 en Washington, de acuerdo con la convocatoria hecha pública por el Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, el Instituto de Estudios Políticos (IPS) con sede en suelo estadounidense, y la Red Nacional de Solidaridad con Cuba (NNOC).

  Sumar nuevas voluntades a la lucha mundial para acabar con la política hostil del vecino norteño es el propósito fundamental de la jornada, precisa la activista Alicia Jrapko, coordinadora de la NNOC, en la red social Facebook y a través del correo electrónico, en el que subraya la necesidad de “llegar a muchos sectores, sobre todo de jóvenes que desconocen por completo sobre esta política injusta. Nuestro enfoque en esta ocasión será el tema de la educación y explicaremos cómo en Cuba ese sector es prioridad para el estado»

  Jrapko, amiga de Cuba y  coordinadora en EE.UU. del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, señala en su mensaje que durante la marcha  se pondrá como ejemplo que uno de los primeros objetivos de la Revolución al triunfar en 1959 fue erradicar el analfabetismo, con lo cual pudo favorecer a otros países para eliminar ese flagelo como es el caso del programa pedagógico, «Yo Si Puedo», que ha ayudado a más de ocho millones de personas en todo el mundo a aprender a leer y escribir.

  Como parte de las actividades previstas, será exhibidos  dos documentales: «Lucha Sí! La lucha por la educación pública en Puerto Rico» y «Maestra» para luego promover un intercambio con la audiencia. También los activistas visitarán  oficinas de congresistas y senadores y sostendrán  conversatorios con estudiantes y profesores universitarios, encuentros con instituciones educativas, entre otras acciones.

  De acuerdo con la fuente, los audiovisuales se mostrarán en la sala de un cine de Washington DC y al concluir sesionará  un panel con las cineastas Catherine Murphy, realizadora de Maestra y con las tres codirectoras de Lucha Sí… (Jenifer Wager, Poonam Srivastava y Jinnette Morales).

  Señala Jrapko que también han invitado a una de las protagonistas de la campaña de alfabetización en Cuba que tenía solo 15 años cuando partió a alfabetizar y que además aparece en el documental Maestra. Igualmente, participarán dos médicos estadounidenses graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), Elizabeth Arnold y Eduardo Alvarado.

El programa prevé para el 27 de septiembre  un encuentro con estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad Howard, de Washington DC que contará con la presencia de Netfa Freeman, del Instituto de Estudios Políticos, y anfitrión de Voces con Visión, un programa de radio de la emisora DC WPFW que sale por la frecuencia 89.3 de la FM.(TVY)(Con  información de Facebook y otros medios digitalizados)(19/09/18)

Crecen cifras multimillonarias de genocidio contra las familias cubanas

Crecen  cifras multimillonarias de genocidio  contra las familias cubanas

Roberto Pérez Betancourt

El genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a las familias cubanas  desde hace casi 60 años, ha significado daños por 933 mil 678 millones de dólares a la economía isleña.

  Solo en el período que media desde abril del año 2017 hasta marzo de este año la cifra suma cuatro mil 321 millones 200 mil dólares, según Informe de Cuba en  virtud  de  la  resolución  72/4  de  la Asamblea  General  de  las  Naciones Unidas,  titulada «Necesidad de poner fin  al  bloqueo  económico,  comercial  y financiero impuesto  por  los  Estados Unidos de América contra Cuba».

  Analistas de diversas tendencias reconocen que esa política hostil, agravada bajo la administración republicana de Donald Trump, ha significado un freno permanente al desarrollo económico y social de la Isla.

  El probado carácter extraterritorial del bloqueo, mediante el cual Estados Unidos entorpece las relaciones económicas y financieras de la Mayor de las Antillas con otros países, además de perjudicar a estos últimos, es un agravamiento impuesto a las familias cubanas, habida cuenta recrudece con mala intención las limitaciones para adquirir medicinas y alimentos.

  El 16 de junio  del  año  2017, Donald Trump   refrendó  el  «Memorando  Presidencial  de  Seguridad  Nacional  sobre el Fortalecimiento de la Política de EE. UU. hacia Cuba», poniendo en clara evidencia sus intenciones de complacer a los elementos representativos de la mafia cubano estadounidense, que torpedea cualquier acercamiento entre ambas naciones y paga con favores, como los que desde su posición del Senado Marco Rubio prodiga a Trump, precisamente el aspirante a la presidencia que más atacó cuando ambos se disputaban la nominación por el Partido Republicano en los últimos comicios.

  En virtud de la reiterada agresión contra Cuba, los estadounidenses han visto aun más limitados sus derechos constitucionales de viajar libremente, pues se exponen a altas multas si optan por visitar al vecino cercano en el Caribe, en tanto se incrementa la relación de entidades que sufren arbitrariamente la prohibición de establecer vínculos comerciales con la Isla, y de hecho la banca internacional cierra sus transacciones con la cubana, temerosa de sufrir las penalidades que le impone el bloqueo extraterritorial.
  Expertos señalan que las  nuevas  sanciones  contra  Cuba  han  provocado  una  disminución sensible en  las  visitas provenientes  de EE.UU. y  han  generado mayores obstáculos  a  las  relaciones  económicas  y  comerciales  de empresas  cubanas  con  potenciales  socios  estadounidenses  y  de terceros  países, lo que igualmente afecta a los sectores  cooperativo y privado en Cuba.(TVY)(10/09/18).




 

Paliza del mundo: Cuba 191. EE.UU.: 2

Paliza del mundo: Cuba 191. EE.UU.: 2

-Más discurso del Canciller cubano, Bruno Rodríguez

Roberto Pérez Betancourt

Una paliza mundial contra la soberbia y el genocidio que la actual administración estadounidense se empecina en sostener contra Cuba a través del bloqueo económico comercial y financiero, fue el resultado del la votación en el pleno de la ONU sobre la Resolución que condena esa política imperial: 191 por 2.

Las 191 “carreras” fueron anotadas por miles de millones de ciudadanos de igual número de países. Las dos anémicas de EE.UU. por los dedos de una embajadora cortada a la imagen de su benefactor desde la Casa Blanca, y un títere movido por hilos desde el mismo escenario: Israel, ya seguramente usted sabía…

Antes, el discurso del canciller cubano, contenía toda la verdad y la razón de un pueblo que durante más de 55 años ha soportado y resistido esa política hostil, y que a pesar de los males afrontados no claudica en su afán irrenunciable de seguir siendo libre y soberano.

Lo invito a saber.

Discurso del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, bajo el tema «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», en la sede de las Naciones Unidas, Nueva York, el 1ro. de noviembre de 2017

Señor Presidente; Excelentísimos señores Representantes Permanentes; Distinguidos delegados: Ciudadanos norteamericanos y cubanos residentes en los Estados Unidos que se encuentran en esta sala:

Quisiera expresar al pueblo y gobierno de los Estados Unidos, al alcalde Bill De Blasio; al gobernador Andrew Cuomo y demás autoridades de Nueva York, así como a sus ciudadanos y muy especialmente a los familiares de las víctimas, las más sentidas condolencias en nombre del pueblo y gobierno cubanos, por el acto terrorista ocurrido en la tarde de ayer. Expreso también sentidas condolencias a los pueblos y gobiernos de Argentina y Bélgica. Señor Presidente: Expreso la más enérgica condena a las declaraciones irrespetuosas, ofensivas e injerencistas de la Embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas contra Cuba y contra el gobierno cubano hace pocos minutos proferidas. Le recuerdo que los Estados Unidos, donde se cometen flagrantes violaciones de los derechos humanos que suscitan profunda preocupación de la comunidad internacional, no tienen ni la más mínima autoridad moral para criticar a Cuba, un país pequeño, solidario, de amplia y reconocida trayectoria internacional; un pueblo noble, trabajador y amistoso. Habla ella a nombre del Jefe de un imperio que es responsable de la mayor parte de las guerras que se libran hoy en el planeta y que asesinan inocentes, y es el factor decisivo de inestabilidad mundial y de gravísimas amenazas a la paz y a la seguridad internacional, pisoteando el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas que cínicamente ella acaba de invocar. No han sido 55 años, señora Embajadora, se equivoca en su primera frase, han sido 26 de estas sesiones y más de un siglo del origen de los hechos que hoy se discuten. Ella miente, usa el mismo estilo que prevalece hoy en la política estadounidense. Todo empezó antes de que existiera, incluso, la Nación cubana. Cuando el pueblo cubano por vez primera se alza en armas en 1868, ya se habían desatado los apetitos anexionistas y de dominación de lo que era y es hoy el imperialismo estadounidense. En 1898, usando un pretexto –como caracteriza a la historia moderna de los Estados Unidos–: la voladura del buque Maine en puerto cubano, entraron como aliados de las fuerzas independentistas cubanas y ocuparon el país después como invasores, impusieron la Enmienda Platt, cercenaron la independencia y la soberanía de Cuba; tres ocupaciones militares realizaron, impusieron 60 años de dominio absoluto que terminó el Primero de Enero de 1959 con la entrada del Ejército Rebelde en La Habana y el triunfo de la Revolución Cubana, que hasta hoy libra las mismas luchas que inspiraron a nuestro pueblo hace más de 100 años (Aplausos). Ella miente, ha usado una frase, supuestamente atribuyendo a una fuente cubana una afirmación sobre la llamada Crisis de Octubre o de los Misiles, que invito a que diga su fuente, a que diga su autor, a que presente evidencias. Parece un twit de los que proliferan en este país en estos tiempos de odio, división y política sucia (Aplausos). Al triunfo de la Revolución Cubana, el gobierno de los Estados Unidos fijó como objetivo el cambio de régimen. No es nueva la política enunciada por el presidente Trump el 16 de junio, es la misma política, es una vieja política anclada en el pasado. Mencionó ella al ilustre embajador norteamericano Adlai Stevenson. Se olvidó de comentar que fue él a quien correspondió el triste deber, engañado por su gobierno, de mostrar, en una sesión del Consejo de Seguridad, fotos de supuestos aviones cubanos, realmente estadounidenses, con el emblema de la Fuerza Aérea Cubana, que el 15 de abril bombardearon la ciudad de La Habana, provocaron numerosas bajas y fue entonces el preludio del ataque de la invasión de Playa Girón o Bahía de Cochinos. Esos bombardeos y la mentira involuntaria del embajador Stevenson, quien había sido engañado por su gobierno, se produjeron, incluso, antes de la declaración del carácter socialista de la Revolución Cubana. Esos bombardeos fueron anteriores a la declaración del carácter socialista de nuestra Revolución. Ha hablado de la Crisis de Octubre. Se habla en estos días del asesinato del presidente Kennedy y la desclasificación de documentos. Ha sido ocultada al pueblo de los Estados Unidos la verdad por demasiado tiempo. Desclasifíquese todo. Pero si ella quiere hablar de estos temas, le sugiero que lea el libro Entrenado para asesinar a Castro, del agente de la CIA Veciana, que cuenta allí de su encuentro con el agente de la CIA David Phillips y con Lee Harvey Oswald, en Dallas, en la tercera semana de septiembre de 1963. Ha sido una historia de mentiras y agresiones: la Operación Northwoods, la Operación Mangosta. Acaba de desclasificarse la información de que en ese momento los Estados Unidos tenían preparados 261 000 soldados listos para una invasión directa a Cuba. Funcionaba en la Florida la base de la CIA más grande de la historia hasta ese momento, con más de 700 oficiales, y hasta la creación de aquella base de la CIA, aún mayor, en Saigón. Usa ella el estilo del juicio a Alicia en el país de las maravillas: sentencia primero, el juicio después. Hablo por mi pueblo, y hablo también por los que no pueden llamar al presidente Trump y a la Embajadora de los Estados Unidos por sus nombres, pero sienten y piensan como yo. Al menos ha reconocido ella el absoluto aislamiento de los Estados Unidos en esta sala y en este mundo. ¡Están solos en el tema del bloqueo a Cuba! (Aplausos.) Ignora ella el peso de la verdad, subestima la fuerza de una idea justa en el fondo de una cueva, más poderosa que un ejército, como decía José Martí, quien escribió llevando en su pecho, en carta inconclusa, la siguiente frase: «Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber (...), de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América». Embajadora, todo empezó hace mucho más que 26 años, muchísimo más que 55 años. Junto a la agresión militar, la fabricación de pretextos, los planes para una invasión directa, las medidas de asfixia de nuestra economía, el terrorismo de Estado, la desestabilización y la subversión, se propusieron –y cito el memorándum infame del subsecretario de Estado Lester Mallory, firmado el 6 de abril de 1960– «…provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (...), negándole a Cuba dinero y suministros, con el fin de reducir los salarios nominales y reales. Con el objetivo de “provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”, fue creado el bloqueo contra Cuba». Sin embargo, cuando el presidente Raúl Castro Ruz y el presidente Barack Obama realizaron aquellos sorpresivos y esperanzadores anuncios del 17 de diciembre de 2014, el presidente Obama, calificó el bloqueo como fracasado y obsoleto, ineficaz respecto a sus objetivos, causante de daños al pueblo cubano y de aislamiento al gobierno de los Estados Unidos. Después lo describió como inútil para hacer avanzar los intereses estadounidenses; fallido, sin sentido, inviable y una carga para los ciudadanos, lo calificó. Pero nunca se reconoció al bloqueo como una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de los cubanos, lo que omitió cínicamente la Embajadora de los Estados Unidos hace unas horas; ni se reconoció a este como un quebrantamiento del Derecho Internacional o un acto de genocidio, según la Convención de Ginebra; ni se renunció a sus fines de avasallamiento de nuestro pueblo. No obstante, el Presidente de los Estados Unidos entonces declaró reiteradamente su decisión de emplear sus facultades ejecutivas y de trabajar con el Congreso para levantar el bloqueo. Un reflejo práctico de esta voluntad fue el voto en abstención de los Estados Unidos, en 2016, de esta resolución, sobre lo que la Embajadora de Estados Unidos acaba de burlarse. En este periodo, se produjeron progresos sustanciales en materia de relaciones diplomáticas, diálogo y cooperación en áreas de mutuo interés y beneficio; pero el bloqueo, en estos dos años pasados, en todo lo fundamental, se mantuvo, aunque se adoptaron algunas decisiones ejecutivas que modificaron su aplicación de forma muy limitada, pero en la dirección positiva. Fue significativa la forma en que, dentro de la prohibición legislativa de viajar a Cuba, que constituye una violación de los derechos y las libertades civiles de los ciudadanos estadounidenses –que ella tampoco menciona–, sin embargo, se expandió el uso de las licencias de viajes. Se alcanzaron también resultados tangibles en materia de cooperación bilateral, en beneficio mutuo, en ámbitos tan importantes como el del enfrentamiento al terrorismo, al narcotráfico o al crimen digital. Señor Presidente: El pasado 16 de junio el presidente Donald Trump proclamó al bloqueo como un eje fundamental de su política anticubana y anunció un grupo de medidas dirigidas a su endurecimiento. En un discurso anticuado y hostil, propio de la Guerra Fría, y ante un auditorio compuesto, entre otros, por rancios batistianos, anexionistas y terroristas, el gobernante estadounidense retomó gastadas alegaciones sobre supuestas violaciones de los derechos humanos en Cuba para justificar el fortalecimiento del bloqueo. En este podio se ha escuchado esta mañana a su eco, a su caja de resonancia. El presidente Trump no tiene la menor autoridad moral para cuestionar a Cuba. Preside un gobierno de millonarios destinado a aplicar medidas salvajes contra las familias de menos ingresos y los pobres de este país, las minorías y los inmigrantes. Sigue un programa que alienta el odio y la división. Pregona un peligroso excepcionalismo y supremacismo, disfrazado de patriotismo, que provocará más violencia. Ignora la voluntad de los electores: dos tercios de los estadounidenses y también de los cubanos residentes en los Estados Unidos apoyan el fin del bloqueo. Las políticas vigentes en los Estados Unidos dañan a los ciudadanos, impera la corrupción de la política, secuestrada por los llamados «intereses especiales», es decir, los intereses y el dinero corporativos; la falta de garantías de educación, salud y seguridad social, las restricciones a la sindicalización y la discriminación terrible de género. Merecen condena el uso de la tortura, el asesinato de afroamericanos por la policía, las muertes de civiles por sus tropas, el uso indiscriminado y racialmente diferenciado de la pena de muerte, el asesinato, la represión y vigilancia policial de inmigrantes, la separación de familias y la detención o deportación de menores y las medidas brutales con que amenaza a los hijos de inmigrantes ilegales que crecieron y se educaron en los Estados Unidos. Es el gobierno que perdió el voto popular. La Embajadora de los Estados Unidos nos ha expresado su sueño. Yo prefiero repetir el de Martin Luther King, cuando dijo: Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo. Todos los hombres son creados iguales. Que repique la libertad (Aplausos). Ha venido a decirnos que ella reconoce que el futuro de la Isla descansa en las manos del pueblo cubano. Miente rotundamente, jamás fue así en toda la historia. Es la historia del intento de la dominación y la hegemonía sobre Cuba. La política anunciada, se propone retrotraer las relaciones a un pasado de confrontación para satisfacer espurios intereses de círculos extremistas de la derecha estadounidense y de una frustrada y envejecida minoría de origen cubano en la Florida. El Memorando Presidencial estableciendo la política hacia Cuba, incluye, entre otras medidas, nuevas prohibiciones a las relaciones económicas, comerciales y financieras de compañías estadounidenses con empresas cubanas. Restringe adicionalmente la libertad de viajar de los ciudadanos estadounidenses con la eliminación de los viajes individuales en la categoría de intercambios llamados «pueblo a pueblo», y medidas de vigilancia sobre el resto de los visitantes de ese país. En las últimas semanas, el presidente Donald Trump ha reiterado en cuatro ocasiones diferentes, (incluyendo ante esta Asamblea el pasado mes de septiembre,) que su gobierno no levantará el bloqueo a Cuba a menos que esta realice cambios en su ordenamiento interno. Reafirmo hoy que Cuba jamás aceptará condicionamientos ni imposiciones y le recordamos al Presidente y a su Embajadora que este enfoque, aplicado por una decena de sus predecesores, nunca ha funcionado ni va a funcionar. Será uno más en la cuenta de una política anclada en el pasado. Más recientemente, con el pretexto de las afecciones a la salud de algunos diplomáticos en La Habana, sin que exista la menor evidencia sobre su causa y origen –porque mienten cuando hablan de ataques o incidentes–, ni resultados de las investigaciones en curso, el gobierno de los Estados Unidos adoptó nuevas medidas de naturaleza política contra Cuba, que profundizan el bloqueo y afectan las relaciones bilaterales en su conjunto. Entre ellas, suspendió la emisión de visas de viajeros y emigrantes cubanos en su Consulado en La Habana, lo que perjudica el derecho de los ciudadanos a viajar libremente y visitar por periodos breves ese país, como han hecho este año más de 163 000 cubanos, o dificulta seriamente la reunificación familiar de otros bajo el acuerdo bilateral de conceder no menos de 20 000 visas anuales de inmigrantes. La exigencia de una entrevista presencial a los viajeros de Cuba en los consulados estadounidenses en terceros países, y a los emigrantes en la sección consular estadounidense en Bogotá, encarecerá enormemente los trámites y los hará inviables para una buena parte de ellos. ¿Dónde están sus derechos en el discurso de los Estados Unidos? No hay forma de justificar que se dañe a las personas y a las familias para intentar alcanzar objetivos políticos contra el orden constitucional en Cuba. El gobierno estadounidense, con el propósito político de limitar los viajes y dañar el turismo internacional a Cuba, también emitió una infundada y absolutamente mendaz advertencia a los ciudadanos estadounidenses para que eviten visitar nuestro país. Mediante la injustificada expulsión del personal de nuestro Consulado General en Washington, único en los Estados Unidos, ha limitado gravemente la capacidad de este para proveer servicios a los viajeros estadounidenses y especialmente a los cubanos residentes aquí, quienes tienen absoluto derecho a visitar y relacionarse con normalidad con su nación. Igualmente, redujo de manera arbitraria e infundada el personal de nuestra Embajada, lo que ha provocado, entre otras consecuencias, el desmantelamiento de su Oficina Económico-Comercial, con el avieso propósito político de privar de interlocución al sector empresarial estadounidense, genuinamente interesado en explorar las oportunidades de negocios existentes aun dentro del marco restrictivo de las regulaciones del bloqueo. No sorprende tampoco, con lo que ha dicho la señora Embajadora aquí, ni antes sus líderes, que el Presidente de los Estados Unidos no tome en cuenta el apoyo internacional unánime a los progresos que ahora revierte, ni el similar reclamo al cese inmediato, total e incondicional del bloqueo. Señor Presidente: Como expresó el Presidente Raúl Castro Ruz, el 14 de julio pasado, «reafirmamos que cualquier estrategia que pretenda destruir a la Revolución, ya sea mediante la coerción y las presiones o recurriendo a métodos sutiles, fracasará. [...] Cuba tiene la voluntad de continuar negociando los asuntos bilaterales pendientes con los Estados Unidos, sobre la base de la igualdad y el respeto a la soberanía y la independencia de nuestro país, y de proseguir el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés común con el gobierno norteamericano. «Cuba y Estados Unidos pueden cooperar y convivir, respetando las diferencias y promoviendo todo aquello que beneficie a ambos países y pueblos, pero no debe esperarse que para ello Cuba realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia [...] o que negocie sus principios o acepte condicionamientos de ningún tipo, como no lo hemos hecho nunca en la historia de la Revolución». Fin de la cita (Aplausos). Señor Presidente: Cuba presenta hoy por vigésima sexta ocasión consecutiva ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el proyecto de resolución (titulado) «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba». En la actual coyuntura, este texto cobra especial relevancia frente al retroceso que significan las acciones del nuevo gobierno de los Estados Unidos contra Cuba. El bloqueo constituye el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social del país y para la implementación del Plan Nacional, en línea con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Es el principal escollo para el desarrollo de las relaciones económicas, comerciales y financieras de Cuba con los Estados Unidos y el resto del mundo. Según los cálculos realizados de forma rigurosa por instituciones cubanas, el bloqueo causó, en el año transcurrido desde abril de 2016 hasta abril de 2017, pérdidas a la economía cubana en el orden de 4 305 millones de dólares. Esa cifra es alrededor del doble de lo que se necesitaría como inversión extranjera directa anual para que la economía cubana pueda avanzar sustancialmente hacia el desarrollo. Los daños acumulados alcanzan la enorme cifra de 822 280 millones de dólares, calculados tomando en cuenta la depreciación del oro. A precios corrientes, equivalen a 130 178 millones de dólares. Decenas de bancos de terceros países han sido afectados en el último periodo por la extrema y tenaz persecución de las transacciones financieras cubanas. El bloqueo es contrario al Derecho Internacional y su aplicación agresivamente extraterritorial daña la soberanía de todos los Estados. También lesiona los intereses económicos y empresariales en todas las latitudes. Señor Presidente: La Embajadora de los Estados Unidos omitió mencionar que el bloqueo constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de las cubanas y cubanos y califica como acto de genocidio a tenor de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. Es también un obstáculo para la cooperación internacional que Cuba brinda en áreas humanitarias a 81 países del Sur. Resultan incalculables los daños humanos que ha producido la aplicación de esta política. No hay familia cubana ni servicio social en Cuba que no sufra las privaciones y consecuencias del bloqueo. La emigración cubana sufre también discriminación y perjuicios. Durante el último año, la empresa cubana importadora y exportadora de productos médicos, Medicuba S.A., realizó solicitudes para comprar insumos a 18 compañías estadounidenses que rehusaron o nunca respondieron. Otras, como la corporación estadounidense Promega, reconocida por la elaboración de kits de diagnósticos para determinar la carga viral en pacientes portadores de VIH-SIDA, hepatitis C o patologías renales, se negó en junio del 2017 a vender sus productos a Medicuba S.A, alegando que el Departamento del Tesoro mantiene sanciones comerciales que prohíben la venta de sus productos a la Isla. En esa propia fecha, y con el mismo argumento, se recibió la negativa para el suministro a Cuba por parte de la compañía New England Biolabs Inc., que comercializa una amplia gama de enzimas, como la Proteinasa K, que es un reactivo que permite diagnosticar enfermedades virales como el dengue, el zika y el chikungunya, así como otras enzimas con múltiples usos para el diagnóstico de malformaciones congénitas de los fetos y para determinar la compatibilidad que existe entre los donantes de órganos y los pacientes que van a ser trasplantados de riñón, médula ósea, hígado, entre otros. Con el mismo argumento esa compañía se negó a realizar suministros de naturaleza totalmente humanitaria a Cuba. En abril del 2017, el proveedor alemán Eckert & Ziegler Radiopharma Gmbh se negó a la misma compañía médica cubana el Generador Ge-68/Ga-68, con sus componentes, el cual es un equipo empleado en el diagnóstico del cáncer de próstata. Según la compañía, no era posible suministrar el producto directamente a Cuba, ni tampoco a través de un tercer país, pues el bloqueo lo impide. El servicio de cardiología del Hospital Clínico Quirúrgico «Hermanos Ameijeiras», necesita imperiosamente un dispositivo de asistencia circulatoria para poder tratar el shock de origen cardiaco, la cardiología intervencio¬nista y para la electrofisiología, que permita la recuperación de fallos cardíacos y la prolongación de la vida del paciente. La compañía estadounidense Abiomed, líder en el mercado mundial en esos productos, cuenta con el sistema Impella, ideal para tratar esas afecciones. En septiembre del 2016 y en febrero del 2017, la empresa Medicuba S.A., contactó a dicha compañía a fin de estudiar la posibilidad de incorporar el producto al sistema de Salud en Cuba, la cual hasta este minuto ha rehusado responder. Señor Presidente: Agradecemos profundamente a todos los gobiernos y pueblos, parlamentos, fuerzas políticas y movimientos sociales, representantes de la sociedad civil, organizaciones internacionales y regionales que han contribuido con su voz y su voto, año tras año, a fundamentar la justeza y la urgencia de la abolición del bloqueo. Extendemos también nuestra gratitud a la amplia mayoría del pueblo estadounidense por su apoyo a este loable propósito. Ofende a la conciencia de la humanidad que la Embajadora de los Estados Unidos se haya referido de esa manera injerencista e inaceptable al gobierno bolivariano de Venezuela. Ofende al heroico pueblo venezolano, a su unión cívico-militar, al gobierno bolivariano y chavista, encabezado por el presidente Nicolás Maduro Moros. Miente el gobierno de los Estados Unidos cuando declara a Venezuela una amenaza a su seguridad nacional, que es, curiosamente, la primera reserva certificada de hidrocarburos en el planeta. Como escribió El Libertador Simón Bolívar, «… los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar de miseria la América en nombre de la libertad». Le respondo a la Embajadora con las palabras de Bolívar. Estamos en medio de un limpio y constitucional proceso electoral en Cuba, donde no se compran escaños ni prevalecen intereses especiales, donde no hay campañas mendaces donde manda el dinero; elecciones en las que no se manipula la voluntad de los electores; elecciones en las que no se atiza la división y el odio. Señor Presidente: Encomiamos muy especialmente a todos los que han expresado preocupación y rechazo por las medidas coercitivas anunciadas por el actual gobierno estadounidense. El pueblo cubano no renunciará jamás a construir una Nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible (Aplausos). Persistiremos, con el consenso de nuestro pueblo y especialmente el compromiso patriótico de los cubanos más jóvenes, en la lucha antimperialista y en defensa de nuestra independencia, por la que ya han caído decenas de miles de cubanos y hemos corrido los mayores riesgos, como demostramos en Playa Girón y frente a todas las amenazas. Guardaremos eterna lealtad al legado de José Martí y de Fidel Castro Ruz (Aplausos). Señor Presidente; Distinguidos representantes permanentes; Estimadas delegadas y delegados: Nuestro pueblo sigue con esperanza este debate. En su nombre, les solicito votar a favor del proyecto de resolución A/72/L.30, «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba». Muchas gracias (Aplausos prolongados) Exclamaciones de: «Viva Cuba!» «Cuba sí, bloqueo no!»

¿Espías o diplomáticos? ¿Cortina de humo para justificaciones injustificables?

¿Espías o diplomáticos? ¿Cortina de humo para justificaciones injustificables?

Roberto Pérez Betancourt

La ya prolongada historia de los diplomáticos estadounidenses aquejados de problemas de salud inespecíficos, de causas desconocidas y efectos sin revelar por los dolientes, sigue creciendo en los medios internacionales, en especial en Internet, cual bola de nieve que rueda montaña abajo, amenazando con devorar los progresos en las relaciones diplomáticas que Cuba y Estados Unidos  habían alcanzado luego de casi tres años de acercamiento sobre bases de cordura, que ahora parecen derretirse bajo la actual administración  del presidente Donald Trump, que no oculta sus intenciones de darle vuelta atrás a la rueda de la historia.

  Hasta los más aguzados reporteros y analistas de medios de difusión estadounidenses se preguntan: ¿quién se beneficia con la vuelta atrás?

  La respuesta habría que buscarla entre la hojarasca del tráfico de influencias,  donde personeros de la muy conocida mafia cubanoamericana destacan, especialmente en el ámbito del  poder legislativo, donde pueden inclinar ciertas balanzas decisoras en temas de interés para el  mandatario de cabellos rubios, quien cuenta ahora con un aliado cada vez más cercano, su antiguo oponente en la última campaña de nominación presidencial, el senador Marco,  trigueño de apellido Rubio…

 

¿Espías o diplomáticos?

 

Un cable de la Agencia AP titulado en inglés  Bizarre attacks in Havana hit US spy network in Cuba, explora el tema de “inteligencia”.

*Texto tomado del blog Desbloqueando Cuba de la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde

 

«Fueron los espías estadounidenses en La Habana, que trabajaban bajo cobertura diplomática, los que reportaron oír extraños sonidos y sufrir efectos físicos.

La cronología exacta de los acontecimientos sigue sin estar clara.

La administración Trump no dijo toda la verdad: ha dicho de forma general que las 21 víctimas eran personal de la embajada de Estados Unidos o “miembros de la comunidad diplomática”. Esa descripción sugirió que sólo los diplomáticos de buena fe y sus miembros de la familia fueron afectados, sin ninguna motivación lógica más allá de interrumpir las relaciones entre ambos países.

Tras bambalinas los investigadores inmediatamente comenzaron a buscar explicaciones en el mundo más turbio del espionaje y el contraespionaje.

La revelación fue confirmada a la AP por media docena de funcionarios.

El Departamento de Estado y la CIA no quisieron comentar para esta historia.

Aunque el Departamento de Estado ha dicho que todos los casos están “confirmados médicamente”, varios funcionarios estadounidenses dijeron que no está claro si todos los síntomas de las víctimas están vinculados de manera concluyente a los ataques.

Considerando el profundo sentimiento de alarma entre los estadounidenses que trabajan en la embajada, es posible que algunos trabajadores atribuyan enfermedades no relacionadas a los ataques.

Cuando los ataques se produjeron por primera vez, ambos gobiernos se esforzaron por conseguir nuevos acuerdos comerciales y de inmigración. No se conocía públicamente ninguna nueva fricción entre los servicios de inteligencia.

Estados Unidos no ha identificado ningún dispositivo que sea responsable del daño. Las investigaciones del FBI no han arrojado resultados.

Desde la primera revelación de la situación en agosto, Estados Unidos había evitado la palabra “ataques” y los llamaba “incidentes”, hasta el viernes pasado. Ahora, el Departamento de Estado los considera “ataques específicos” dirigidos contra los estadounidenses asignados en La Habana, sin decir qué nueva información, de haberla, dio lugar a la nueva confianza de que eran realmente deliberados.

El motivo más obvio para atacar a los estadounidenses en La Habana sería crear animosidad entre Estados Unidos y Cuba. Si ese es el caso, la estrategia parece tener éxito.

Cuba ha negado con vehemencia la participación o el conocimiento de los ataques. Algunos en el gobierno de Estados Unidos creen que los cubanos pueden estar diciendo la verdad, dijeron las autoridades».

 

¿Cortina de humo para injustificadas justificaciones?

 

El 16 de junio pasado, el presidente  Donald Trump, anunció la política de su gobierno hacia Cuba, que constituye un retroceso en las relaciones y de hecho endurece el bloqueo económico, comercial y financiero, imponiendo nuevos obstáculos a las limitadas posibilidades que tenía su empresariado para comerciar e invertir en Cuba, y restricciones adicionales a sus ciudadanos para viajar a nuestro país, como recientemente denunciara el Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en el 72 periodo de sesiones de  la Asamblea General de la ONU.

  Esas decisiones ignoran el apoyo de amplios sectores estadounidenses, incluyendo la mayoría de la emigración cubana, al levantamiento del bloqueo y la normalización de las relaciones.  Satisfacen solo los intereses de un grupo de origen cubano del sur de Florida, cada vez más aislado y minoritario, que insiste en dañar a Cuba y a nuestro pueblo por haber elegido defender, a cualquier precio, el derecho a ser libre, independiente y soberano, subrayó el alto funcionario cubano,  quien expresó  la más enérgica condena a las declaraciones irrespetuosas, ofensivas e injerencistas contra Cuba y el gobierno cubano, realizadas  tres días antes en el mismo foro  por el presidente Donald Trump.

  En relación con los alegados incidentes que habrían afectado a funcionarios estadounidenses en La Habana, Rodríguez Parrilla afirmó categóricamente que el gobierno cubano cumple con todo rigor y seriedad sus obligaciones con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas en lo referido a la protección de la integridad de todos los diplomáticos sin excepción, incluyendo los de los Estados Unidos; y que Cuba jamás ha perpetrado ni perpetrará acciones de esta naturaleza; ni ha permitido ni permitirá que su territorio sea utilizado por terceros con ese propósito, lo que reiteró durante una conferencia de prensa efectuada en La Habana el 3 de octubre, en la que brindó detalles de la nueva agresión del gobierno de Trump al expulsar gratuitamente a 15 diplomáticos cubanos de la embajada en Washington.

  Como ha anunciado púbicamente,  el 1º de noviembre, Cuba presentará una vez más ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el proyecto de resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba”.

  Recordemos que el año pasado la administración estadounidense del presidente Barack Obama se abstuvo al votar, paso progresista en la vieja historia de genocidio escrita por  las administraciones anteriores, con lo cual reconoció que no existen razones de ningún tipo que avalen esa política de opresión al pueblo cubano.

 Esta realidad ganó amplias simpatías dentro y fuera de Estados Unidos, entre empresarios, políticos y ciudadanos estadounidenses, incluidos residentes en ese país de origen cubano.

  En este contexto, llama la atención la virulencia con la que el señor Trump ha emprendido nuevos ataques injustificados con Cuba, los cuales suscitan el rechazo internacional y de los sectores  que han apoyado masivamente el acercamiento entre ambas naciones

  Durante sus nueve meses de ejecutoria en la Casa Blanca, el señor Trump no ha dado muestras de ser  diplomático ni  ser un dechado de buenos modales conductuales. Todo lo contrario. Esta vez, sus acciones avivan sospechas de que intenta elevar desde ahora una gran cortina de falsas justificaciones para su renovada hostilidad hacia el pueblo cubano.

  Obviamente, en tiempos de globalización, incluidas las comunicaciones, tales métodos, lejos de justificar conductas aberrantes, solo lograrán irradiar más rechazo hacia una administración  que va camino de establecer record de impopularidad en su propio país y en el exterior,  realidad peligrosa, habida cuenta se trata de la nación más belicista y de peor expediente en la observancia de los derechos humanos de la humanidad en su conjunto.

(TVY)(05/09/17)

 

Trump reanuda fallida táctica medieval contra Cuba

Trump reanuda  fallida táctica medieval contra Cuba

Roberto Pérez Betancourt

El mandatario estadounidense Donald Trump se empecina en seguir aplicando contra Cuba  la vieja táctica medieval de  bloqueo, añadido el económico, comercial y financiero con carácter extraterritorial, luego de más de 55 años de haber sido implementado sin lograr sus objetivos genocidas.

Con ese fin el actual usufructuario de la Casa Blanca renovó por un año más la Ley de Comercio con el Enemigo, estatuto de 1917 que constituye la base del bloqueo.  El ejercicio de ciertas facultades bajo esa legislación, que solo afecta a Cuba, está programado para expirar el 14 de septiembre de 2017, por lo cual, Trump decidió la continuación del impopular genocidio contra las familias cubanas,  hasta el 14 de septiembre de 2018, y lo justificó con la ridícula  premisa de que se trata de «interés nacional» de Estados Unidos.

En este contexto, se recuerda que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento norteamericano del Tesoro, anunció que  publicará nuevas regulaciones sobre Cuba este 15 de septiembre, atendiendo a la voluntad expresa del presidente Trump, que decidió variar el rumbo de acercamiento con  la nación cubana,  emprendido por la administración anterior en Estados Unidos, bajo la presidencia de Barack Obama.

En el Medioevo, cuando una  potencia invasora enviaba  ejércitos  saqueadores a adueñarse  de una ciudad o un castillo fortificado, para imponer s

Donald Trump: Hostilidad y demagogia en tiempo real

Donald Trump: Hostilidad y demagogia en tiempo real

 Roberto Pérez Betancourt

Una avalancha de críticas de todos los tamaños y matices, epítetos y afirmaciones rotundas sobre la hostilidad, la estupidez y la demagogia, destacan en los comentarios de analistas y políticos referidos al discurso pronunciado el viernes último por el presidente estadounidense Donald Trump, donde anunció la anulación de la política instrumentada por su antecesor Barack Obama, respecto de Cuba.

El escenario de las diatribas parece haber salido de la máquina del tiempo: Un teatro miamense cuyo nombre rinde culto a un asesino, un público en su mayoría descendiente de la más rancia estirpe del anexionismo, la complicidad con la dictadura Batistiana y la injerencia imperial, disfrazada de mercenarismo vulgar con ropajes ripiados en las arenas de Playa Girón, donde fracasó rotundamente el intento de apoderarse de Cuba en abril de 1961, en virtud de la acción beligerante del pueblo, consciente de sus acciones al respaldar a la Revolución Socialista que por primera vez en la historia lo sentaba en el poder para decidir su propio destino como persona, como ser humano y como nación.

Salta a la vista que las palabras pronunciadas por del rubio mandatario fueron paridas por el maridaje con los actuales cabecillas del anexionismo, el trigueño de apellido Rubio, que ocupa un escaño influyente en el Senado, y el hijo de un viejo batistiano, Mario Díaz-Balart, ocupante de una silla en la Cámara de Representantes del Congreso imperial, empeñados ambos en resucitar la vieja política de hostilidad hacia la Isla donde nacieron sus padres para seguir apretando la soga que estrangula al pueblo cubano a través del bloqueo económico, comercial y financiero, de carácter extraterritorial, que será fortalecido, según anunció el Ejecutivo.

Fue un acto de mutua complacencia, que entrelazó el pago por servicios prestados, el olvido de viejas ofensas mutuas y el “pacto de caballeros”, de ayudarse en las malas y en las malas…

La traducción es simple: Trump recibe aplausos a granel y elogios a viva voz por parte de lo más rancio del exilio anticubano de Miami, que falsamente se presenta como el que le otorgó el triunfo electoral en la Florida, mientras el Rubio de apellido alimenta su propio ego para rescatar el barniz que perdió durante su fallida intención de ser candidato presidencial en 2016.

Por supuesto, las groserías y trapos sucios que mutuamente sacaron a relucir Trump y Rubio en sus recíprocos ataques durante de la campaña electorera se consideran enterrados, superados por el pacto mafioso que implícitamente conlleva a que el Senador defienda al Presidente, trate de desbrozarle el camino ante cualquier intento de enjuiciarlo -entre los variados que ya se han iniciado en la cámara alta-, mientras que el Ejecutivo derrama flores sobre el futuro político de su ahora protegido asesor anticubano, de la mano de “Marito”, el menor, ridículamente intentando ganar un lugar de primera fila en la foto conjunta con el señor presidente, donde se observó un “quítate tú que me toca a mí…”

 En realidad las críticas han caído como aguacero de verano sobre el Presidente y su despiste mayúsculo en relación con la historia de Cuba.

 De todos los bandos le llueven rayos y centellas para condenar su falta de perspectiva real en materia de política exterior, porque incluso sus propios partidarios republicanos no comprenden cómo puede caber tanta estupidez en una rubia cabeza, intentando darle marcha atrás a la rueda de la historia, incluso en contra de los propios intereses económicos de los empresarios estadounidenses.

 En definitiva, ¿que anunció Trump? Según una publicación del sitio digital Granma: Incrementar las restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba al restringir las categorías permitidas para visitar a la Isla con licencia general –sin necesitar un permiso específico del Departamento del Tesoro.

 La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) confirmó que el presidente instruyó el fin de los viajes pueblo a pueblo individual, que permitían a los estadounidenses viajar a Cuba por su cuenta sin necesitar el auspicio de una organización. Encargó también efectuar revisiones oficiales a los viajeros para determinar si se mantuvieron en los marcos del permiso otorgado.

 La medida supone el riesgo de ser sancionados para quienes tienen interés de conocer a Cuba.

 Los cambios buscan impedir los negocios de compañías estadounidenses con empresas vinculadas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad, que son de propiedad pública, producen bienes y servicios de alto valor agregado, al tiempo que sus ganancias se revierten en la mejoría de la calidad de vida del pueblo cubano.

 Ordenó Trump el recrudecimiento del bloqueo a partir de lo establecido en la ley Helms-Burton de 1996. Estados Unidos se opondrá a cualquier iniciativa internacional que condene esa política de agresión contra Cuba. En la última votación en Naciones Unidas, Washington se abstuvo ante la resolución cubana que llama a poner fin al bloqueo económico, político y comercial.

Deroga la anterior directiva presidencial del presidente Barack Obama del 14 de octubre del 2016. La misma, aunque contenía elementos injerencistas, declaraba al bloqueo como «una carga obsoleta para el pueblo cubano y ha sido un impedimento a los intereses estadounidenses».

¿Qué elementos actuales no abordó Trump y por ende se mantienen en las relaciones entre ambos países?: Las relaciones diplomáticas restablecidas en el 2015 y las embajadas en Washington y en La Habana.

Tampoco serán afectados los viajes familiares y las remesas que envían los cubanos residentes en ese país. 

Se mantiene el acuerdo migratorio alcanzado en enero pasado que eliminó la política de pies secos-pies mojados y el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos. 

Hasta el momento, se mantienen en vigor también las más de dos decenas de memorandos y acuerdos alcanzados entre los dos países en distintas áreas, desde la protección del medio ambiente hasta la cooperación en materia de seguridad.

 La directiva política de Trump incluye excepciones para permitir el funcionamiento de los vuelos regulares y los cruceros. Aclara el departamento del Tesoro que los anuncios de Trump no tendrán efecto hasta que se emitan las nuevas regulaciones, lo cual se llevará a cabo «en los próximos meses».

Sobre las palabras ofensivas, diatribas politiqueras, amenazas directas y virtuales emitidas por Trump en medio de sonrisas, gruñidos y alabanzas serviles de sus oyentes en el teatro, solo forman parte de la puesta en escena de su show mediático, acostumbrado él a recibir elogios y refocilarse en su altanera postura de señor de los cielos imperiales.

Lo expresó el obierno cubano en su respuesta clara y contundente: Cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará condenada al fracaso.

Crece clamor mundial de comercio libre entre Cuba y EE.UU.

Crece clamor mundial de comercio libre entre Cuba y EE.UU.

Roberto Pérez Betancourt

Mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) y la Oficina Nacional de Diseño (ONDI) invitan  al concurso de carteles #NoMásBloqueo, como plataforma para unirse al reclamo por el cese de esa política estadounidense, en el mundo sigue expandiéndose el reclamo de comercio libre entre Estados Unidos y Cuba, por parte de entidades políticas, gubernamentales, empresariales privadas y público en general, como confirman  agencias de prensa y otras publicaciones en redes sociales en Internet.

   Desde el sitio digital personalliberty.com. Versión al español de  Pavel Jacomino, nos enteramos que Sam Rolley se hace eco de un comunicado del grupo Americans for Tax Reform (ATR) en el sentido de que  la administración Trump debería hacer de la apertura de Cuba a los inversores estadounidenses una prioridad como un componente clave de su agenda comercial, lo cual beneficiaría a los trabajadores estadounidenses.

  Recordemos que durante su campaña electoral, Trump echó mano a la pérdida empleo de los obreros de su país por la fuga de capitales e industrias  hacia otras naciones en las que se pagan salarios inferiores, sin embargo no toma en cuenta ahora las posibilidades que brindaría una supresión de las trabas que limitan la concertación   de negocios con la Antilla Mayor, las cuales son aprovechadas por empresarios competidores de EE.UU., situación que igualmente continúa ignorando el Congreso bicameral norteño, único facultado para suprimir el bloqueo.

De interés para la opinión pública norteamericana, en especial empresarios y obreros de diferentes sectores, son las tres  partes de la legislación que ayudaría a normalizar esas regulaciones de comercio con el vecino antillano, las cuales reproducimos a continuación:

La primera pieza de legislación, HR 525, eliminaría las restricciones de comercio agrícola privada en el país.

Apunta ATR: “Promover el acceso al mercado para la agricultura americana conducirá directamente a más puestos de trabajo y salarios más altos. En los últimos años, los agricultores estadounidenses han perdido cerca de $ 1 mil millones en ventas debido a las restricciones de financiación existentes en Cuba. Esta legislación amplía el comercio con Cuba en beneficio de los trabajadores estadounidenses al mismo tiempo que mantiene medidas de seguridad para garantizar que ninguna financiación del contribuyente sea entregada al régimen cubano “.

Otra parte de la legislación, la Ley de Comercio Cuba permitiría a las industrias estadounidenses exportar bienes y servicios a Cuba.

Como ha señalado un estudio de 2010 de la Texas A&M University, el levantamiento del embargo comercial podría aumentar la venta de productos de Estados Unidos por $ 365 millones y crear 6.000 nuevos puestos de trabajo.

Por último, la Ley de Libertad de Viajar a Cuba levantaría las restricciones arcaicas sobre los viajes de negocios y placer de estadounidenses a Cuba.

“No hay necesidad de que una prohibición de viajar permanezca en vigor. Cuba sigue siendo el único país del mundo al que el gobierno de Estados Unidos prohíbe los viajes turísticos. Esto debe terminar “.

Grupo Asia, Caribe y Pacífico dicta Resolución contra el Bloqueo

¿Se acuerdan del bloqueo económico comercial y financiero implementado por el Goberno estadonudense  contra Cuba, desde hace más de 55 años, ese que siguen llamando “embargo”, en analfabeto abuso del eufemismo semántico? Pues bien, el Consejo de Ministros del Grupo de Estados de Asia, Caribe y Pacífico (ACP) no lo ha olvidado y acaba de aprobar una Resolución de condena a esa práctica genocida, refieren agencias de prensa.

 Prensa Latina precisa que en la última sesión realizada recientemente en Bélgica, el Grupo ACP recordó los pronunciamientos sobre el tema emitidos en la Declaración de su VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno.

Ese texto condena el uso de medidas coercitivas unilaterales contra ciertos países en desarrollo con el objetivo de impedir que puedan ejercer su derecho a determinar sus propios sistemas político, económico y social, indicó un comunicado de la embajada de Cuba en Bruselas.

También, se rechazó la aplicación de medidas y legislaciones unilaterales y extraterritoriales contrarias al Derecho Internacional, como la Ley Helms-Burton.

La resolución aprobada tomó nota con preocupación de la aplicación extraterritorial del bloqueo, que también impide a Cuba cumplir sus obligaciones financieras con el Grupo ACP.

En ese sentido, se solicitó al Secretario General de esa agrupación trabajar para facilitar que La Habana pueda cumplir con tales obligaciones, como país miembro del grupo.

La delegación de Cuba presente en la sesión denunció la decisión del Banco ING, donde la Secretaría del Grupo tiene sus cuentas, de no aceptar el pago realizado por la nación caribeña, precisó la nota diplomática.

Asimismo, rechazó esa nueva manifestación de las acciones punitivas en contra del país como resultado de la aplicación extraterritorial del bloqueo, una posición que avivó la solidaridad de varios estados miembros.

De acuerdo con el comunicado, desde su incorporación al Grupo ACP en el año 1999, Cuba ha honrado sus compromisos financieros, como muestra de solidaridad y compromiso con los países que lo integran.

Concurso de carteles #NoMásBloqueo

Como anticipáramos,  el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) y la Oficina Nacional de Diseño (ONDI) lanzaron  la convocatoria al concurso de carteles #NoMásBloqueo, como plataforma para unirse al reclamo por el cese de esa política estadounidense.

Según anunció el director de Comunicación e Imagen del Minrex, José Carlos Rodríguez, las 15 mejores obras serán reunidas en una exposición en La Habana, que luego viajará a Nueva York y a Washington, y se aspira pueda circular por otras capitales del mundo.

Este es un certamen necesario porque el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla por parte de Estados Unidos sigue vigente a pesar de algunas medidas tomadas en la última etapa del mandato de Barack Obama, apuntó.

Incluso, recordó, el entramado de disposiciones afecta no solo a Cuba, sino a terceros países y hasta a los propios ciudadanos estadounidenses.

Todavía esa vieja y fallida política hace daño a muchas personas y provoca pérdidas millonarias a esta nación, recalcó Rodríguez.

Para la directora de la ONDI, Gisela Herrero, el concurso es una forma de acompañar la demanda contra el bloqueo por medio de la gráfica y el diseño.

En la actualidad, hay guerras que se generan desde los medios de comunicación, las imágenes y las tecnologías tienen mucho peso en ese sentido, indicó.

A su juicio, el diseño gráfico juega un papel importante en los actuales escenarios políticos, por eso la ONDI acogió muy bien la iniciativa, agregó.

Herrero recordó que la gráfica y el cartel cubano cuentan con un gran reconocimiento a nivel internacional.

Los organizadores pretendemos reunir una colección de piezas que “logre ser una verdadera arma contra el bloqueo”, sostuvo.

Esta convocatoria va dirigida a diseñadores, artistas y estudiantes de diseño de todo el país: se pueden presentar las obras de manera individual o en grupo (no más de cinco personas) y solo aceptarán trabajos inéditos.

El plazo de admisión vence el 17 de agosto próximo y el 5 de septiembre de este año podrán conocerse los resultados.

Precisa Prensa Latina que desde el mismo nombre, el certamen adopta códigos propios de las redes sociales con el fin de insertarse en ese y otros espacios, de hecho, más adelante proyectan transferir los trabajos premiados a otros soportes, no solo gráficos.