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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Estados Unidos, Trump y su “English only”

Estados Unidos, Trump y su  “English only”

 

Roberto Pérez Betancourt

Los arrebatos que suele mostrar el actual presidente de Estados Unidos, míster Donald Trump, cuando insiste, martilla y machaca exigiendo que solo se hable inglés en el país que gobierna, en realidad carecen de algún fundamento legal, de acuerdo con el criterio de afamados lingüistas, políticos y  juristas, quienes parten de la premisa fundamental: La Constitución de la nación norteña no establece la obligatoriedad de emplear el idioma inglés, tampoco los estados de la Unión han aprobado alguna ley al respecto.

   Si eso es así, ¿por qué a Donald Trump se le ponen las orejas coloradas cuando se acalora,   exigiendo: “English only” a los moradores en Estados Unidos,  ya sean ciudadanos, residentes o indocumentados?

   “Arrogancia”, estiman numerosas personas;  “xenofobia”, aducen otras;  “discriminación”, consideran no pocos interlocutores;  “payaserías”, dicen los más benévolos…

  Todavía la prensa recuerda los días en que el rubio mandatario solo era un aspirante al Trono con pocas posibilidades, de acuerdo con encuestas, y en uno de sus arranques “nacionalistas” criticó al entonces también ilusionado con prolongar el clan Bush en el Poder Ejecutivo, el señor Jeb, antiguo gobernador de la Florida, que intentaba captar los votos de los hispanoparlantes dirigiéndose a ellos en español.

"Me gusta Jeb. Es un buen hombre. Pero debería dar ejemplo y hablar en inglés mientras esté en Estados Unidos", declaró míster Trump a la prensa, cuando todavía no era su “enemiga declarada”, de acuerdo con  valoraciones  posteriores del ya proclamado nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Ni la Constitución estadounidense ni ninguna ley federal establecen la oficialidad del inglés, le recordaron entonces los Medios, y Trump hizo uno de sus clásicos gestos despectivos ante las cámaras y micrófonos.

  Por supuesto, en su afán idiomático exclusivo, Trump no está solo. Lo acompañan otros personajes conocidos por sus desplantes y extremas posiciones antinmigrates, como  la ex aspirante a la Casa Blanca Carly Fiorina y la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin. Esta última, sin encomendarse al diccionario ni a la educación elemental, simplemente ha declarado: “los inmigrantes deben hablar  estadounidense".

  Bueno, en realidad si nos atenemos a los enfoques académicos de los ingleses, en Estados Unidos la inmensa mayoría de los hablantes no lo hacen en  inglés, el legítimo, el bien pronunciado, el de su “madre patria”, sino una jerga que bien podría llamarse “estadounidense”, con  matices, del sur,  interjecciones del norte y el “spaninglish” de los latinos asentados en esos lares, más las incorporaciones idiomáticas  multifacéticas y pintorescas  del Bronx y de  comunidades indígenas y  etnias africanas y asiáticas, todas las que se integran en un gran caldero comunicacional de un país de… inmigrantes, todos inmigrantes, y los que allí nacieron, hijos de inmigrantes, todos  ellos. También Trump, por supuesto.

Pero seamos justos. No solo Trump ha abogado por el “English only” en Estados Unidos.

El célebre  Benjamín Franklin expresó en 1753  sus temores de que la creciente población de origen alemán hiciera que el inglés se convirtiera en una lengua minoritaria. Mucho tiempo después, en  1919, el presidente de EE.UU. Theodore Roosevelt,  aseguró que en el país "sólo había espacio para una lengua". Y precisó:"Sólo tenemos sitio para un idioma en este país, y es el inglés, porque queremos que el crisol haga a nuestra gente estadounidenses, de nacionalidad estadounidense, y no huéspedes de una pensión políglota".

Para Dennis Baron, profesor de lingüística de la Universidad de Illinois, quien formuló declaraciones a BBC Mundo,  el hecho de que el inglés no haya sido reconocido como la lengua oficial de EE.UU. es un testimonio de la diversidad sobre la que fue fundada este país".

 El experto dijo de paso  que tampoco el inglés es oficialmente la lengua del Reino Unido.

 Jaime González, de  BBC Mundo, nos recuerda que en realidad el consenso reconoce que Estados Unidos es territorio multilingüe desde la colonización misma.

  Precisemos. En esa época las lenguas  de los originarios eran diversas y nada tenían que ver con el inglés. Después llegaron el español, con sus diversas curvas melódicas; el francés, el holandés, el alemán, el sueco, el chino, el vietnamita, el coreano y una etcétera larga que continúa creciendo, aunque, ciertamente,  el inglés progresó como la más común de las hablas.

  Añade González que  quienes  se oponen a la oficialidad del inglés aseguran que ello iría en contra de los principios de diversidad y libertad sobre los que se fundó el país a fines del siglo XVIII y, señalan que tras el movimiento "English-only" se oculta un sentimiento antiinmigrante, en particular en contra de los ciudadanos de origen hispano, la primera minoría del país, que ha hecho que el español sea la segunda lengua más utilizada en EE.UU., con cerca de 40 millones de hablantes”. (TVY)(Con información de BBC Mundo) y archivos del autor (15/09/16)

 

 

 

 

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