Cuba-EE.UU.: Iniciativas en el Senado buscan acercamiento realista

Roberto Pérez Betancourt

  Mientras el presidente Donald Trump recorre varios países y participa en eventos de alto nivel político allende los mares, en Estados Unidos, el Senado, integrado por 100 políticos adinerados con variopintos intereses, impulsa  iniciativas con el propósito de  desbrozar parte del camino que conduce a un mayor acercamiento y relaciones económicas con Cuba y suprimir restricciones inconstitucionales a los viajes de los estadounidenses a la Isla.

  La noticia alentadora es que no se trata de segmentos partidistas, sino de una coalición,  encabezada por los senadores demócratas Amy Klobuchar y Patrick Leahy, y los republicanos Mike Enzi y Jeff Flake, confiados en que podrían encontrar nuevas oportunidades económicas de  empresas y agricultores estadounidenses.

  Se trata del proyecto de Ley de Libertad para Exportar a Cuba 2017, que eliminaría las barreras legales impuestas a los norteamericanos interesados en negociar con la isla, difunden agencias de prensa.

  Un comunicado de la coalición denominada Engage Cuba, que cabildea para levantar el bloque económico, comercial y financiero (embargo),  que después de 55 años aun el congreso bicameral mantiene contra Cuba, precisa que  la nueva  propuesta impulsaría las exportaciones norteamericanas y permitiría a los cubanos mayor acceso a los bienes de esta nación, y se derogarían las actuales restricciones a los negocios con la Isla.

También revocaría otros estatutos restrictivos que prohíben las transacciones entre las empresas norteamericanas y Cuba, y las limitaciones en el envío directo entre los puertos de uno y otro territorio.
Según la senadora  Klobuchar, de Minnesota, durante mucho tiempo la política de Estados Unidos y la isla ha sido definida por los conflictos del pasado en lugar de las realidades de hoy y las posibilidades para el futuro».
Tenemos que pasar página sobre la política fallida de aislamiento y aprovechar los progresos que hemos hecho para abrir el compromiso con esa nación, agregó Klobuchar, quien se mostró a favor de poner fin de una vez y por todas al bloqueo.

 

Contra las restricciones de los viajes a Cuba

 Otra  propuesta legislativa de 55  senadores intenta avanzar en el entramado burocrático para  que se llegue a discutir en el pleno, con el propósito explícito de levantar las restricciones de viajes a  Cuba y de las transacciones bancarias asociadas.

  Entre los empresarios deseos de ampliar negocios y estabilizar sus relaciones con la economía cubana, las iniciativas se unen a las que mayoritariamente expone la población estadounidense respecto de Cuba,  abren nuevas ventanas al optimismo y envías una señal clara al presidente Trump sobre los intereses que animan a los empresarios y ciudadanos en general de su país.

  En este contexto no se puede perder de vista a dos individuos de origen cubano que ocupan escaños en el Congreso, y se oponen a cualquier acercamiento con la Isla, en representación del revanchismo de la extrema derecha que a lo largo de los últimos 56 años ha desempeña un papel activo en contra de la evolución cubana, me refiero a Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, el primero fracaso en sus aspiraciones nominativas a la presidencia, y el segundo un  conocido exponente del clan batistiano exiliado en Miami tras el derrocamiento del tirano el primero de enero de 1959.

   Engage Cuba señaló en un comunicado que se presentó el proyecto como exponente del respaldo bipartidista existente en el Congreso para que los estadounidenses puedan viajar libremente a Cuba, y no bajo el sistema actual de autorizaciones, que contempla 12 categorías generales.

   Las 12 categorías generales, aprobadas por la administración de Barack Obama, autorizan a los norteamericanos a viajar a este destino si lo hacen por motivos educativos, culturales, religiosos, que constituyen el llamado intercambio pueblo a pueblo.
   Como resultado de esa medida, la cantidad de estadounidenses que arribaron a Cuba creció exponencialmente hasta llegar en 2016 a 284 mil; sin embargo, la Isla sigue vetada a los ciudadanos del país norteño para hacer turismo, reseñan agencias de prensa.
   Según encuestas, el 81 por ciento de los ciudadanos de esa nación, incluyendo siete de cada 10 republicanos, y el 74 por ciento de la comunidad de cubanos residentes en el condado de Miami-Dade, en Florida, apoya los viajes a Cuba.

  La prensa floridana recuerda que unas 40 compañías y asociaciones que organizan viajes a Cuba también enviaron una carta a Trump para pedirle que priorice “el crecimiento y la creación de empleo”.

Los firmantes—entre los que se encuentran antiguas compañías de vuelos fletados así como la American Society of Travel Agents, la National Tour Association y United States Tour Operators Association—dicen que el aumento de visitantes estadounidenses a Cuba les ha permitido “contratar a más empleados estadounidenses”, en un mensaje que apela también al tema America First de Trump.

¿Acercamiento realista el que buscan los senadores y empresarios? Sin dudas, dentro del marco de sus propios intereses económicos y políticos, porque no se trata de una actitud benefactora a priori hacia el pueblo cubano.

 Nada de eso. Puro pragmatismo empresarial, que en las condiciones actuales debe hallar fluidez, siempre que la tozudez, la altanería y la incultura política sean dragados para que las aguas fluyan naturalmente entre Cuba y Estados Unidos. El tiempo dirá.

(TVY)(Con informaciones de agencias,  sitios especializados en Internet y archivo del autor)(29/05/17)