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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

México: El drama inacabable de los asesinatos de periodistas

México: El drama inacabable de los asesinatos de periodistas

Roberto Pérez Betancourt

No podemos permanecer indiferentes ante lo que sigue ocurriendo en México con los periodistas: Desde el año 2000 a la fecha, suman 126 comunicadores asesinados en  ese país, y más de 20 continúan en condición de desaparecidos, según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

“Los periodistas mueren a balazos en México y los responsables, en la mayor parte de los casos, nunca comparecen ante la justicia”. Afirman los colegas mexicanos.

  La reacción más reciente de los comunicadores mexicanos ha sido salir a las calles a protestar en la capital de su país, en el monumento al Ángel de la Independencia, en el emblemático Paseo de la Reforma, donde clamaron por el cese de la impunidad.

 El más reciente asesinato ocurrió el lunes anterior cuando Javier Valdez fue ultimado a balazos.

  El 23 de marzo, murió también acribillada frente a su casa Miroslava Breach, corresponsal en Chihuahua, mientras esperaba a su hijo para llevarlo a la escuela. También Miroslava era otro gran valor del periodismo mexicano y, al igual que Javier, comprometida con las luchas sociales, denuncia Ángel Guerra Cabrera en el diario La Jornada.

En una administración que acumula ya 36 asesinatos de reporteros, Javier fue el séptimo de este año, pero al día siguiente una colega fue herida de gravedad y unos días antes, en Guerrero, otros siete salvaron sus vidas no se sabe cómo de un grupo armado, aunque perdieron todos sus equipos de trabajo e información. Entre ellos había dos de nuestro diario, el corresponsal en ese estado, Sergio Ocampo, y el fotógrafo Jair Cabrera, precisa Guerra Cabrera.

  Ahora acabamos de saber que el periodista Salvador Adame, también concesionario del canal 4tv del municipio Francisco José Múgica, en el estado de Michoacán, fue secuestrado por desconocidos que se lo llevaron a la fuerza y se desconoce su paradero, revela un cable de Prensa Latina, que cita la denuncia a nombre del  Gremio Periodístico Organizado de México, agrupación a la cual están afiliados la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap-México, Club Primera Plana, y el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo.

Con la consigna, «#Nos están matando» los comunicadores de ese país se pronunciaron en rechazo al asesinato de Valdez en la ciudad de Culiacán, estado de Sinaloa.

Valdez trabajaba en el diario Ríodoce, en Culiacán, y se destacaba por sus investigaciones, incluso libros, sobre el azote de los grupos criminales asociados al tráfico de drogas.

Era también corresponsal del diario nacional La Jornada, cuya corresponsal en Chihuahua también fue asesinada en abril frente a su hijo por sicarios del crimen organizado, refirió Prensa Latina.

Por su parte, desde Sinaloa también se reportaron diversas marchas por parte de reporteros y agrupaciones de la sociedad civil.

En diversas pancartas, se advirtió que México es el tercer país más peligroso para ejercer el Periodismo, en lo que ha influenciado los asesinatos de seis periodistas en lo que va del año y la falta de esclarecimiento de los homicidios.

Por ello se grita «¡No al silencio!», informó La Jornada.

El portal digital de noticias Noroeste no publicó ninguna información, sin embargo difundió: «Matar a un periodista es confirmar que no hay libertad de expresión, que se cancela el derecho de cada mexicano a saber lo que pasa en nuestro país».

En la ciudad de Culiacán, con consignas de «¡Exigimos justicia, ni un periodista más!», reporteros y ciudadanos llegaron a la explanada de la Catedral para protestar contra el asesinato de Javier Valdez.

A principios de mayo Filiberto Álvarez, locutor de la estación de radio La Señal de Jojutla, en la zona sur del estado de Morelos, fue asesinado con al menos cinco balazos.

Luego murieron violentamente Max Rodríguez, periodista del Colectivo Pericú, de Baja California Sur, el 14 de abril; y Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada y colaboradora de Norte y El Diario de Chihuahua, de Chihuahua.
Ricardo Monlui Cabrera, director del diario El Político de Xalapa, El Político de Córdoba y el portal www.elpolitico.com.mx, de Veracruz, fue ultimado el 19 de marzo y Cecilio Pineda, colaborador de los diarios La Voz de Tierra Caliente y El Universal, entre otros medios de Ciudad de Altamirano, Guerrero, corrió igual suerte el 2 de marzo.

El presidente Enrique Peña Nieto calificó de indignante el crimen contra Javier Valdéz y dispuso que la Procuraduría General asuma la investigación del caso.

En un mensaje en su cuenta de la red social Twitter afirmó: «Reitero nuestro compromiso con la libertad de expresión y prensa, fundamentales para nuestra democracia».

Sin embargo, los comentarios de los lectores y navegantes en Internet insisten en la impunidad de que gozan los asesinos y secuestradores, amparados por intereses oscuros que no salen a la luz pública porque estarían involucrando a personeros que se benefician con prebendas provenientes de quienes pagan a los sicarios para tapar la boca y maniatar las manos de los comunicadores, algo inaudito en el siglo de la comunicación de masas.

   Si las acciones criminales son atribuidas a narcotraficantes, ¿quiénes amparan a esos dueños del poder en la oscuridad? ¿Dónde están y quienes fueron los causantes de la desaparición de los cuarenta y tres  estudiantes en Ayotzinapa? ¿Quiénes son y dónde están los que abren tumbas clandestinas y echan en ellas a  cientos de cadáveres de personas sin nombres?

  México, uno de los países más populares del turismo internacional se ha convertido en un campo de exterminio para quienes alzan voces y denuncian, y para otros que se oponen a seguir soportando la barbarie de gobiernos regenteados por personajes salidas de las páginas de horro y de misterio.

 El tequila, los corridos mejicanos, las margaritas y las rancheras han cedido el esplendor del Méjico lindo y querido para transformar la imagen pública de ese país en un escenario de exterminio, muy peligroso para los que se atrevan a visitarlo, por lo que es de esperar que los intereses económicos del turismo rentado se pongan las pilas y alinean acciones concretas para evitar que los muertos inocentes sigan alimentando el gran drama de los asesinatos y desapariciones  de periodistas y de otros ciudadanos del hermano país (TVY)(con informaciones de Prensa Latina y otras agencias)( 22/05/17)

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