La prioridad de James Richard Verone
Roberto Pérez Betancourt
Podría servir de fuente para un cuento de argumento tragicómico la historia reciente de James Richard Verone, residente en Carolina del Norte, Estados Unidos, quien inventó un procedimiento poco ortodoxo para garantizar que su prioridad número uno hallara cause satisfactorio para recibir asistencia médica, pues las instituciones de salud de su país se la niegan porque él carece de seguro médico.
El innovador Verone también resolvió su problema de hospedaje, ropa, alimentación y seguridad: Asaltó un banco, pero no al estilo del clásico Al Capone, ni de las películas hollywoodenses del género negro. Nada de eso. Lo hizo con ingenio y serenidad, utilizando la pasividad, como si hubiera sido discípulo de Mahatma Gandhi.
Nos relata el sitio aporrea en Internet, en traducción de Ivana Cardinale, que el señor Verone, cuyo aspecto puede apreciarse en la foto de este trabajo, pasó toda su vida siguiendo las reglas y sin meterse en problemas, y durante 17 años trabajó como despachador de la transnacional Coca Cola, hasta hace tres años, cuando pasó a engrosar las estadísticas de víctimas de la crisis multifactorial y fue despedido.
Finalmente halló empleo en una tienda, pero empezó a sentir los síntomas de la artritis y síndrome del túnel carpiano, que provoca un fuerte dolor en las manos al extremo de que impide dormir.
Verone se registró como incapacitado, pero el gobierno federal en Estados Unidos le negó cualquier tipo de cobertura.
La historia nos cuenta que a principios de este mes, Verone fue hasta un banco RBC local y le dijo al cajero que él estaba robándolos por un dólar. Dijo que quería robar el banco para ir a la cárcel y obtener atención médica.
Verone no quiso asustar a nadie. Le entregó al cajero una nota exigiendo un dólar, y atención médica. “No tuve ningún temor”, dijo Verone. “Le dije al cajero que me sentaría por aquí y esperar a la policía”.
Verone expresó que no es hombre de política. Pero que él tiene mucho que decir sobre el tema de asistencia médica socializada. Él sospecha que no estaría hablando a un periodista a través de una pantalla de metal usando un traje color naranja, si esta opción fuese disponible en Estados Unidos. “Si usted no tiene su salud, usted no tiene nada”, dijo Verone.
El hombre tiene grandes esperanzas con su reciente encarcelación. El ha visto a varias enfermeras y tiene una cita con el médico el viernes. El escenario ideal incluiría cirugía de pie y espalda y un diagnóstico y tratamiento de la protuberancia en su pecho, expresó.
Verone dijo a la prensa local que quisiera servir en prisión lo suficiente para ser capaz de salir a tiempo para recibir los beneficios del Seguro Social que él pagó durante toda su vida. Verone dice que no lamenta terminar tras las rejas y que no tuvo alternativa.
Entre continuar una vida con dolor y escoger la prisión, él está feliz con la decisión. “Si yo no hubiera ejercido todas las alternativas estaría sentado aquí diciendo, ‘Hombre me siento mal por eso’”, dijo Verone. “Escogí la cárcel”.
Lo cierto es que la iniciativa de Verone no es inédita. Otros antes que él han acudido a métodos semejantes. El problema para el gobierno norteamericano es que esta práctica llegue a generalizarse, habida cuenta el creciente número de personas que padecen el mismo problema de Verone.
¿Acaso será algún tipo de violación de derechos humanos? ¿Podría la OTAN tomar represalias e incluso pensar en bombardear ciudades estadounidenses? ¿Qué dirá la “gran prensa” de ese país? ¿Qué pensarán los bombardeados ciudadanos de Libia? En fin de cuentas en esta era globalizada, todo se relaciona, todo tiene vínculos y concomitancias. Mientras tanto, Obama está de lo más entusiasmado aprendiendo a jugar golf, en fin de cuentas es un deporte olímpico ahora, y estrechará sus relaciones con el gran mundo de despigmentados, cuyos personajes son potenciales grandes aportadores de fondos para la reelección en 2012. No es esta una prioridad al estilo de las de Richard Verone, es más: una prioridad sobre las prioridades de todos. (TVY) (Con información de cubadebate que cita a Thinkprogress y traducción de Ivana Cardinale, para Aporrea)(23/06/11).
2 comentarios
Roberto -
Carlos -
No se si has tenido la posibilidad de ver una carcel norteamericana, pero puedes preguntarles a tus 5 heroes como comen y que tratamiento reciben en cuanto a servicios medicos y alimentacion asi como entretenimiento. Desde aire acondicionado hasta gimnacio, cine, television, biblioteca y hasta acceso a internet, cosa de la que no disfrutan la mayoria de los cubanos fuera de las carceles y dentro de la prision grande que es la isla.