Hugo Chávez abraza a su pueblo en el bicentenario de Venezuela

Roberto Pérez Betancourt 

Optimista con la recuperación de su salud, el presidente venezolano Hugo Chávez abrazó el lunes a su pueblo, víspera del bicentenario de la nación bolivariana, tras arribar a Venezuela  procedente de La Habana, en un encuentro  que trascendió el escenario, desbordó las pantallas de la televisión y empapó de emoción a los observadores en todos los continentes.

  Chávez, quien fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas en Cuba, donde permaneció cerca de un mes y sostuvo entrevistas con Fidel Castro y el presidente Raúl Castro, abrió su corazón una vez más a los venezolanos y al mundo para expresar sus sentimientos, sin inhibiciones, y como un hombre más de las entrañas del pueblo dio gracias a Dios y a los médicos, a Fidel y a Raúl, recordó a su señora madre y a las madres venezolanas todas, mientras las cámaras de la televisión mostraban imágenes reales de solidaridad sentida en el sentimiento popular, y con los brazos abiertos, el líder revolucionario, lejos de rendirse ante la adversidad,  proclamaba el inicio de la lucha por su propia sobrevivencia, con la certeza de que su voluntad entera estará puesta en la disciplina que le exigen los médicos para su restablecimiento.

  El arribo de Chávez a su patria cogió  “fuera de base” a la oposición y representa  gran estímulo en la celebración del bicentenario de la independencia, con la asistencia de cancilleres de naciones hermanas, que se aprestan a  la próxima constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Chávez entonó un himno, coreado por los millares de asistentes, vitoreó a la revolución, al pueblo venezolano, a la unidad latinoamericana y caribeña, a Fidel, Cuba  y  la vida.

  “Se ha iniciado el retorno”, dijo el mandatario,  reiteró su agradecimiento personal por las manifestaciones de amor que ha recibido desde muchos lugares del mundo, y en sus palabras finales se sintió la presencia de Che Guevara cuando se despidió: ¡Hasta la victoria siempre!