Gerardo Hernández Nordelo está de Cumpleaños en prisión inmerecida
… para un hermano
Roberto Pérez Betancourt
Este cuatro de junio volverás a despertar entre las cuatro paredes de tu celda estrecha y comprobarás que tu sonrisa traviesa de hombre crecido no te ha abandonado, a pesar de que tus verdugos analfabetos te han obligado a permanecer detrás de las rejas, en inmerecida prisión, con una sentencia de dos cadenas perpetuas y 15 años, porque para quienes dictan la administración de la justicia en EE.UU. es delito el derecho de necesidad de informar a la patria propia sobre las actividades de vulgares terroristas que la amenazan.
El cancerbero que te observa todos los días y a todas horas seguirá sin entender tu alegría muda, hacia adentro, reflejada en tu rostro, y dará la voz de alarma, sin saber que este cuatro de junio es tu cumpleaños 46. Dentro de tres meses y ocho días se cumplirán justamente 13 años de tu encierro el 12 de septiembre de 1998. Entonces te llamaban Manuel Viramontes. Aun faltaban un año dos meses y 16 días para que renacieras con tu verdadera identidad: Gerardo Hernández Nordelo.
Hay otras fechas importantes y nombres de personas que también recordarás y traerás junto a ti, gracias a esa prodigiosa facultad que desarrollan los que esperan en paz.
Estará Adriana, la mujer a la que uniste tu destino en 1988, a quien le reiterarás tus propias palabras: "Cuando yo pienso en todas las formas en que tú me haces feliz, casi no me puedo creer lo dichoso que soy de tener una esposa como tú. Tú eres el amor de mi vida..."
Evocarás tu graduación en 1989 en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales, y las pretéritas voces de amigos y confidentes rememorarán instantes de alegría y sueños estudiantiles, compromisos y chistes que no pasarás por alto para dibujarlos con tu habitual sensibilidad humorística.
El año 90 marca un instante crucial: Viajar a los Estados Unidos para desde las entrañas del monstruo prevenir las acciones de los terroristas.
Hoy, junto a ti, también estarán ellas, tus hermanas: María del Carmen, inolvidable en el recuerdo de su partida a destiempo, cuando aquel accidente fatal la arrebató a la
vida, e Isabel, abarcadora de afectos, multiplicando voces amigas.
Y las cartas, sobre todo aquella que escribiste a la familia el primero de febrero de 2001, después de pasar 17 meses incomunicado en el hueco carcelario: "... Para mí lo más importante del mundo es que ustedes estén del lado mío, que comprendan la necesidad y la importancia de este sacrificio que yo les he impuesto... Yo estoy viviendo la vida que escogí, la que siempre soñé vivir, y es por eso que no tengo absolutamente nada de qué quejarme ni de qué arrepentirme...
” El sacrificio nunca será mayor que el que hicieron otros que entregaron sus propias vidas por la Patria... Yo nunca les voy a fallar a ustedes".
El 20 de junio de ese mismo año, tras una amplia información radiotelevisada dirigida al pueblo y al mundo, reveladora de las acciones heroicas desarrolladas por ti y por tus
compañeros, las palabras del moderador expresaban el sentir de millones de compatriotas: "La patria os contempla orgullosa".
Lo recuerdas hoy, en tu diminuta celda, donde con la magia de tu memoria continúas recibiendo nuevas visitas, y ves a tu carcelero exprimirse el cerebro porque no entiende el enigma de tu sonrisa.
"... Su señoría, la Fiscalía considera, y así lo ha pedido, que debo pasar el resto de mi vida en una cárcel. Confío en que si no es en este, en algún otro nivel del sistema, la
razón y la justicia prevalecerán por encima de los prejuicios políticos y los deseos de venganza y se comprenderá que no hemos hecho ningún daño a este país, que
merezca semejante condena. Pero si así no fuera, me permitiría repetir las palabras de uno de los más grandes patriotas de esta nación, Nathan Hale, cuando dijo: "Solo
lamento no tener más que una vida para entregar por mi patria".
Rememoras esas, tus propias palabras de alegato en aquel juicio insano, y miras aún más alto a través de los barrotes, hasta divisar la estrella de Héroe de la República
de Cuba que te concedió tu pueblo, y que te da fuerzas cada día para seguir adelante.
Ahora llega ella, Carmen, humilde, para arrullarte, como cuando te trajo al mundo aquel cuatro de junio de 1965. La madre siempre presente por encima del tiempo y la distancia, porta en sus labios el beso de la patria para estamparlo en tu frente martiana, aquí, en tu celda pequeña, delante de tantos que te quieren, incluso frente a la mirada extraviada de ese cancerbero analfabeto que sigue sin entender por qué estallas en risas, mientras escuchas el canto alegre de todos tus hermanos que te desean: ¡Felicidades, Gerardo, hoy cuatro de junio, en el día de tu cumpleaños!, y te prometen seguir batallando en todos los escenarios posibles para que la verdad se abra paso, se haga justicia verdadera y retornes junto con René, Tony, Fernando y Ramón al seno de la familia.
http://www.cubaperiodistas.cu/noticias/mayo11/25/00.htm
…para un hermano
4 comentarios
Roberto -
Superman -
superman -
CON LAS CENIZAS DE SU HIJO ORLANDO ZAPATA.
Superman -
Gerardo se comprometio a una mision que
nunca tuvo idea lo que le podia costar.
El Gobierno Cubano Lo Uso Y Lo Embarco.