¿INTENTA EL PRESIDENTE BUSH PERDONAR AL TERRORISTA POSADA CARRILES?
Por Roberto Pérez Betancourt
El gobierno de Estados Unidos está retardando acciones judiciales contra el terrorista Luis Posada Carriles, en evidente intención de favorecerlo.
Recordemos que como parte de esa evidente estratagema, un juez accedió a escuchar el dos de abril venidero la solicitud de fianza presentada por Posada Carriles en relación con su entrada ilegal a Estados Unidos.
Al respecto, el abogado José Pertierra, que representa a Venezuela en el pedido de extradición del terrorista para juzgarlo por sus crímenes pendientes, declaró el lunes último que cabe la posibilidad de que le concedan la fianza, aunque en elevada cuantía. Si lo hacen, lo más lógico es que el pájaro de mal agüero intente escapar con la ayuda de sus compinches, como ha hecho antes, pues tiene pendiente todavía la causa por haber mentido siete veces en sus declaraciones sobre cómo entró ilegalmente a Estados Unidos, lo que podría acarrearle una pena de hasta 40 años, a un hombre que recién cumplió 79 de edad.
En el supuesto de que le den la fianza a Posada Carriles y le impidan huir, de todas formas se abriría otra fase dilatoria mediante sucesivas apelaciones de la defensa y la fiscalía, y la Administración de W. Bush seguiría ganando tiempo sin procesar a su protegido por terrorista ni deportarlo a Venezuela, acción esta que evita a toda costa, porque sabe que en un juicio de ese tipo corre el gran riesgo de que el criminal haga estallar públicamente la bomba de lo mucho que sabe sobre ilegalidades, asesinatos, corrupción y otras malandrinadas de agencias y funcionarios estadounidenses a través de los muchos años en los que el terrorista actuó como agente pagado de la CIA.
En ese contexto, el propio Pertierra alerta: Al dejar correr el tiempo, existe la posibilidad de que Posada se muera en la cárcel o que el señor W. Bush repita la historia de su papá, cuando al término de su mandato presidencial perdonó a Orlando Bosch, otro de los principales terroristas involucrado en la voladura de la nave de Cubana de Aviación en 1976, que causó la muerte a 73 personas inocentes y que hoy se pasea libremente en Miami.
De manera que W. Bush, el hijo, podría perdonar a Posada Carriles a finales del año próximo, al expirar su mandato presidencial, aunque eso añada una nueva mancha a su hediondo expediente. Ante tanta infamia previsible hay que seguir denunciando ante el mundo la doble moral del corrupto gobierno norteamericano y de la gran prensa de ese país que cierra los ojos ante la infamia.
0 comentarios