Trump: La hora del repudio
Roberto Pérez Betancourt
Las políticas instrumentadas por el presidente estadounidense Donald Trump desde que llegó a la Casa Blanca, hace año y medio, han sido controversiales y en muchos casos rechazadas por buena parte de sus propios conciudadanos, de sus vecinos americanos del norte, del sur, del centro y del Caribe, además de otros países en Europa, Asia y África, entre los que se cuentan, incluso, sus propios socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Las contradicciones avivadas por el estilo prepotente y altanero del mandatario norteño han llegado a un clima de tensión que envuelve prácticamente a todos los estados de la Unión norteamericana, lo que se observa a través de los medios digitales originados en el vecino norteño, incluidos blogs personales y redes sociales, donde las opiniones multiplican el repudio a Trump, sobre todo a sus prácticas anti-inmigrantes, y en particular al tratamiento deshumanizado que ha ordenado dar a los niños que separa de sus progenitores.
Ese sentimiento ha llegado al propio congreso bicameral de Estados Unidos, donde se alzan voces de legisladores de todos los partidos y tendencias para rechazar la política discriminatoria de Trump.
En esa misma cuerda, los principales diarios y agencias de prensa resaltan que el gobierno de Trump “probablemente ha perdido la pista de casi 6,000 niños inmigrantes no acompañados, miles más de la cifra que alertaron a legisladores el mes pasado”.
Medios digitales de la Florida precisan que funcionarios federales reconocieron el mes pasado que casi 1,500 menores no acompañados que llegaron a la frontera con México sin sus padres fueron colocados con patrocinadores que no mantuvieron contacto con las autoridades federales, pero esa cifra correspondía a un período de tres meses durante el pasado año fiscal.
“Son muchos más”, dijo un especialista que trabajó en la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) hasta principios del este año y encargado de contactar a los patrocinadores y niños para conocer cómo estaban. “Se puede apostar que la cifra es mucho más elevada", afirmó.
Defensores de los inmigrantes alegan que la cantidad cada vez mayor de menores a quienes el gobierno ha perdido la pista es algo esperado porque las familias y los patrocinadores temen a las autoridades federales, que ahora usan información de trabajadores sociales del gobierno para verificaciones de inmigración y, en algunos casos, tomar medidas contra los patrocinadores, incluidos padres y familiares, para deportarlos.
EE.UU se va de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU
En este contexto se multiplican las críticas en alta voz y se anuncian manifestaciones multitudinarias de repudio a Trump, en momentos en que este ha dado órdenes para que Estados Unidos se retire nada más y nada menos que de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en respuesta por las exigencias de ese organismo a que modifique su enfoque hacia la inmigración y rectifique los errores que sigue cometiendo
El martes último la embajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley describió al consejo como "una organización que no es digna de su nombre", exactamente un día después de que el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, criticara al gobierno del presidente Donald Trump por separar a los niños migrantes de sus padres.
Un informe oficial señala que en seis semanas entre abril y mayo fueron arrebatados a sus progenitores casi dos mil niños, algunos de ellos menores de cuatro años.
A propósito, la prensa especializada se hace eco de la decisión adoptada por el Fiscal General del Estado, Jeff Sessions, quien ordenó instrumentar cargos criminales contra los inmigrantes, y no civiles, de manera que sean enviados directamente a una cárcel, lo cual implica dejar abandonados a sus hijos.
El escándalo se agudizó cuando legisladores del partido Demócrata viajaron a Texas y Nueva Jersey donde descubrieron que los menores permanecen hacinados en condiciones infrahumanas, muchos de ellos durmiendo sobre el suelo o colchonetas delgadas, en celdas hechas de rejas metálicas, sin sanitarios y con mantas de aluminio.
Humanidad cero, afirma senador
El senador Jeff Merkley, de Oregon, dijo que la llamada “tolerancia cero” es en realidad una práctica de humanidad cero, y su colega Sheila Jackson-Lee denunció un abuso masivo de menores y agregó que no existe ninguna ley que permita apartar a los niños de sus familias.
El Director de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos para temas de migración, calificó de inmoral la política que la administración de Trump mantiene contra los indocumentados, resalta la prensa en Miami.
También la prensa resalta lo dicho por la ex primera dama Laura Bush, esposa del antiguo presidente republicano George W. Buch, quien aseguró que la tolerancia cero es inmoral y cruel y la comparó con los campos de concentración que Estados Unidos creó para recluir a los ciudadanos de origen japonés durante la II Guerra Mundial, considerado como uno de los hechos más vergonzosos en la historia reciente del país.
¿Y qué dice el rubio presidente?
El panorama ha obligado a Trump a pronunciarse, pero, como de costumbre, sus palabras lo hunden aún más en el estercolero de su filosofía reprimida y afloran las raíces de una ideología racista próxima a las teorías nazis, cuando critica a las naciones europeas que aceptan migrantes, de las que, dice: “están cambiando fuerte y violentamente su cultura”.
A buen entendedor sobran explicaciones. Trump alerta sobre el enrarecimiento posible de la raza, su raza, con la aceptación de migrantes de colores extraños y costumbres raras, lenguajes indescifrables y hambres ancestrales, capaces de contaminar y, agregue usted, toda la diatriba racista que sustentó la desmerengada ideología nazi que exterminó a millones de judíos en nombre de la supremacía de la raza aria. La paradoja está en que el mismísimo Benjamín Netanyahu, el judío mayor en Israel, hoy aprueba las ideas y las prácticas de Trump.
Lo que dice el Papa
El papa Francisco ha criticado la política de la administración Trump de separar familias en la frontera con México, afirmando que el populismo no es la respuesta a los problemas de inmigración en el mundo, reseña la agencia británica Reuters.
El rector de la iglesia Católica dijo que apoyaba las declaraciones recientes de los obispos católicos de Estados Unidos que criticaban la separación de los niños de sus padres por ser «contraria a nuestros valores católicos» e «inmoral».
«No es fácil, pero el populismo no es la solución», dijo Francisco el domingo por la noche.
Uno de sus mensajes más destacados se refiere a la política de inmigración de tolerancia cero del presidente Donald Trump, que permite a las autoridades estadounidenses enjuiciar penalmente a todos los inmigrantes atrapados cruzando la frontera mexicana ilegalmente, manteniendo a adultos en la cárcel mientras sus hijos son enviados a centros gubernamentales.
Los obispos católicos de Estados Unidos se han unido a otros líderes religiosos en Estados Unidos para condenar la medida.
«Estoy del lado de la conferencia de los obispos», dijo el papa, refiriéndose a dos declaraciones de obispos de Estados Unidos este mes.
«Que quede claro que, en estas cosas, respeto (la posición de) la conferencia de los obispos».
Los comentarios de Francisco se suman a las presiones sobre Trump por su política en materia de inmigración. El papa encabeza una iglesia que tiene 1.300 millones de miembros en todo el mundo y es la denominación cristiana más grande en Estados Unidos.
Protestas se preparan en más de 130 ciudades
La respuesta de la calle no se ha hecho esperar y ya se anuncian públicamente que grupos de activistas están organizando protestas en al menos 132 ciudades de Estados Unidos para manifestarse en contra de la política de 'tolerancia cero' del gobierno de Donald Trump, según destaca el influyente diario Washington Post.
La convocatoria gana fuerza como un ciclón de quinta categoría, alimentada por el calor de la ira a través de las redes sociales, y se espera que los activistas se manifiesten en zonas céntricas de las principales ciudades del país.
"Alentamos a todos los que puedan llegar a D.C. para que lleguen allí", dijo Karthik Ganapathy, portavoz de MoveOn.org y co-organizador de la manifestación. "Queremos enviar un mensaje fuerte y presionar al gobierno de Trump para que cambie esta política". (Con informaciones de agencias y archivos del autor)(21/06/18)
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