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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Cuba, de frente y luchando

Cuba, de frente y luchando

Roberto Pérez Betancourt

En defensa de su libertad, democracia y soberanía, a pesar de las renovadas malas  intenciones del actual presidente estadounidense Donald Trump, el pueblo cubano continuará de frente y luchando en pos de su socialismo de justicia social e igualdad de oportunidades, como evidenció el presidente Raúl Castro en su discurso de clausura de la última sesión plenaria del Parlamento cubano. 

  Al retomar la vieja política estadounidense de confrontación, recrudecimiento del ilegal bloqueo económico, comercial y financiero  e intentos de derrocar a la Revolución, anunciada por el presidente Trump el 16 de junio último,  lamentablemente se deterioran los avances que se habían registrado gracias al acercamiento propiciado bajo la administración del anterior mandatario Barack Obama.

  Sin embargo, no se debe olvidar que el pueblo cubano ha soportado más de 55 años de agresiones de todo tipo por parte de las administraciones estadounidenses, que no lograron el malsano propósito de rendir la voluntad de independencia para anexarse a Cuba. Ese entrenamiento de resistencia heroica es garantía de que más temprano que tarde se hará justicia.

  Sobre este tema, el presidente cubano Raúl Castro, al clausurar la más reciente sesión plenaria del Parlamento, señaló que   gobierno norteamericano ha decidido recrudecer el bloqueo, mediante la imposición de nuevas trabas a su empresariado para comerciar e invertir en Cuba y de restricciones adicionales a sus ciudadanos para viajar a nuestro país, justificando estas medidas con una retórica vieja y hostil, propia de la Guerra Fría, que se escuda en una supuesta preocupación sobre el ejercicio y disfrute por el pueblo cubano de los derechos humanos y la democracia.

  Recordó Raúl que las decisiones del presidente Trump desconocen el apoyo de amplios sectores estadounidenses, incluyendo la mayoría de la emigración cubana, al levantamiento del bloqueo y la normalización de las relaciones y solo satisfacen los intereses de un grupo de origen cubano del sur de Florida, cada vez más aislado y minoritario, que insiste en dañar a Cuba y a su pueblo por haber elegido defender, a cualquier precio, su derecho a ser libre, independiente y soberano, y razonó el mandatario cubano: “Es evidente que el Presidente norteamericano no ha sido bien informado acerca de la historia de Cuba y de las relaciones con Estados Unidos, ni sobre el patriotismo y la dignidad de los cubanos”.

Más adelante, Raúl recordó “La historia no puede ser olvidada, como a veces nos han sugerido hacer. Por más de 200 años, los vínculos entre Cuba y Estados Unidos han estado marcados, de una parte, por las pretensiones del vecino del Norte de dominación sobre nuestro país y, de otra, por la determinación de los cubanos de ser libres, independientes y soberanos. A lo largo de todo el siglo XIX, invocando las doctrinas y políticas del Destino Manifiesto, Monroe y la Fruta Madura, diferentes gobernantes estadounidenses trataron de apropiarse de Cuba, y a pesar de la heroica lucha de los mambises, lo lograron en 1898, con la intervención engañosa al final de la guerra que por 30 años los cubanos libraron por su independencia, a la que las tropas norteamericanas entraron como aliados y luego se convirtieron en ocupantes: pactaron con España a espaldas de Cuba, ocuparon militarmente el país durante cuatro años, desmovilizaron al Ejército Libertador, disolvieron el Partido Revolucionario Cubano organizado, fundado y dirigido por José Martí e impusieron un apéndice a la Constitución de la naciente República, la Enmienda Platt, que les daba el derecho a intervenir en nuestros asuntos internos y a establecer, entre otras, la Base Naval en Guantánamo, que aún hoy usurpa parte del territorio nacional y cuya devolución seguiremos reclamando”.

  La historia demuestra que la condición neocolonial de Cuba, que permitió a Estados Unidos ejercer desde 1899 un dominio total de la vida económica y política de la Isla, frustró, pero no aniquiló, las ansias de libertad e independencia del pueblo cubano. Exactamente 60 años después, el primero de enero de 1959, con el triunfo de la Revolución encabezada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, fuimos definitivamente libres e independientes. (TVY)(17/07/17)

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