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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Dolor e impunidad 39 años después del crimen de Barbados

Dolor e impunidad 39 años después del crimen de Barbados

  Roberto Pérez Betancourt

Treinta y nueve años después del impacto terrorista que conmocionó al pueblo de Cuba y al mundo entero al saber del  sabotaje a la nave de Cubana de Aviación, tras despegar del aeropuerto de Barbados, el seis de octubre de 1976, todavía los familiares de los 73 pasajeros que iban a bordo no se han repuesto del dolor causado por lo que para ellos sigue siendo la increíble ausencia de sus seres amados.

Ni uno solo de los restos humanos pudo ser rescatado.

El mar tragó los cadáveres de  57 cubanos, incluidos todos  los integrantes de los equipos juveniles de esgrima  de Cuba, femenino y masculino, 11 guyaneses, la mayoría estudiantes becarios en la Isla, y cinco funcionarios coreanos.

La noticia actual es que  Luis Posada Carriles, uno de los principales autores intelectuales del horrendo suceso, continúa beneficiándose del  amparo que les prodiga  la Administración estadounidense en complicidad con la mafia terrorista que en el sur de la Florida ha cumplido valiosos encargados contra Cuba y los cubanos de la Isla.

Desde el inicio mismo de las investigaciones Posada Carriles y Orlando Bosch –fallecido-- surgieron como los principales autores intelectuales de la masacre. Las autoridades norteamericanas conocían los detalles,  pero ocultaron información a los tribunales venezolanos que conocieron del caso.

Es una  aseveración  basada en  documentos de la Agencia Central de Investigaciones (CIA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estadounidenses,  desclasificados años después de los hechos.

Tales revelaciones se añaden al tratamiento privilegiado que las administraciones estadounidenses han brindado a los  terroristas, que no han pagado por sus crímenes.

La mano tenebrosa de la CIA estuvo involucrada en el crimen de Barbados.

Hernán Ricardo y Freddy Lugo, dos mercenarios venezolanos que colocaron la  bomba en el trayecto de Trinidad-Tobago a Barbados y se bajaron del avión   en este punto, volvieron a Trinidad, fueron arrestados y confesaron de   inmediato su participación.

Ambos afirmaron que trabajaban para la CIA y mostraron sus credenciales, como testificó  el superintendente de la Policía de Barbados  ante una comisión investigadora.

Pero esa realidad no debe  extrañar a nadie, si tomamos en cuenta los tres mil 478 cubanos que han   muerto  por las acciones agresivas, incluidas la   invasión de Playa Girón y todos los actos terroristas que ha sufrido Cuba  originados en Estados Unidos, una nación cuyos gobernantes, que en nombre de un supuesto  “antiterrorismo” han invadido y masacrado a naciones enteras.

 

 

 

 

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