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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Los huracanes, el querer y el poder

Los huracanes, el querer y el poder

 

Roberto Pérez Betancourt

 

Han sido tres o cuatro, ya hasta la cuenta se pierde, uno tras otro con pocos días de intervalo. Los dos últimos apenas con ocho jornadas, Gustav y Ike. La civilización del siglo XXI sigue siendo tan impotente ante la furia de la naturaleza como los primitivos habitantes de este planeta. No es pesimismo. Pregúntenle a los más de 40 mil cubanos cuyas viviendas se derrumbaron totalmente  y a los más de 300 mil que vieron volar parte de sus moradas. Algo puede el hombre si está organizado para prevenir. Lo demostró Cuba. En Haití y en otras islas del Caribe las pérdidas fueron mayores, especialmente en vidas humanas. Y como tampoco por esos lares hay registro muy confiables que digamos de los seres humanos que habitan campos, ciudades y pantanos, lo mas probable es que jamás se conozca realmente cuanto perecieron, pero fueron varios cientos de seres pensantes caribeños. En Cuba siete, en cada caso por personas que invocaron a la parca con actuaciones negligentes.

Querer ayudar es espontáneo. Poder hacerlo es otra cosa.

El gobierno de Cuba quiere ayudar y lo está haciendo de mil formas. Pero no alcanza lo que hay. Es mucho el daño. Priorizan necesidades, pero cómo establecer una lista si 40 mil se quedaron sin hogar?. No es fácil, pero los cubanos tienen organización y al menos esperanza en que nadie quedará abandonado a su suerte, aunque comprenden que no toda la ayuda podrá llegar de golpe  para todos.

En otras islas caribeñas la situación es mucho más caótica. Ya lo dije. Y hasta la esperanza se ha perdido. Porque no pueden . Quizás porque algunos no quieren.

Los gobernantes norteamericanos tampoco quieren en el caso de Cuba.

Como la gatica de María Ramos tiran la piedra y esconden la mano.

El gobierno de Bush ofreció 100 mil dólares a Cuba en gesto humanitario.

Otros con mucho menos han dado mucho más. También amor.

Los cubanos que viven en Estados Unidos desean socorrer a sus familiares en Cuba .

El gobierno de Bush ha dicho que a cuenta gota, según límites que les ha impuesto para administrarles su dinero y la voluntad de los padres, hijos, hermanos, sobrinos, nietos, primos, y amigos.

El gobierno de Bush quiere ir a la Isla a inspeccionar .

Ningún gobierno que ha ofrecido o entregado ayuda ha exigido nada parecido.

No hacen falta inspectores en Cuba.

Se necesita materiales de construcción, comidas, ropas, dinero, amor, voluntad, solidaridad fraterna.

Cuba no necesita mirones.

Cuba necesita amor y frijoles.

El gobierno de Estados Unidos puede ayudar más.

Los gobernantes no quieren.

Poder no es querer.

Los gobernantes de Estados Unidos quieren anexarse a Cuba, aplastar a las familias cubanas.

Querer no es poder.

No pueden.

No podrán.

Ni con Bush ni con nadie más.

Cuando haya alguien que quiera y pueda, entonces todo volverá a ser normal, el agua volverá al cauce, y quizás entonces la naturaleza no pueda más que el hombre del siglo 21.

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