OBESIDAD. DESAFÍO DEL SIGLO XXI
Por Roberto Pérez Betancourt Prestigiosas personalidades del campo de la salud alertan que la obesidad está adquiriendo categoría de epidemia en este siglo XXI. El problema está asociado a elevadas probabilidades de padecer tempranas dolencias cardiovasculares, al punto que se establece un símil con los fumadores empedernidos y el riesgo de contraer cáncer. Se agrava la obesidad porque a ella se vincula generalmente el alto colesterol malo y la hipertensión. Los factores genéticos influyen, de acuerdo con estudios científicos, y también el ambiente sociocultural. Pero lo determinante es que la población adquiera clara conciencia de los peligros que entrañan una dieta incontrolada y la falta de ejercicios físicos. Cualquier tipo de medicamento que se prescriba hoy, o en el futuro, tendrá que asociarse necesariamente a la moderación en la ingesta y a quemar la energía sobrante, de lo contrario, el corazón, las arterias y otros órganos vitales sufrirán tempranas consecuencias que mermarán la calidad de vida y acortarán la longevidad. No existen fármacos mágicos para reducir peso, aunque la publicidad comercial diga lo contrario. Lo más efectivo sigue siendo adecuar las porciones de comida, elevar en ellas la proporción de verduras y frutas, rebajar las grasas e incentivar el movimiento corporal. Quienes alegan alguna imposibilidad para ejercitarse físicamente con el propósito de quemar energía, deben conocer que con solo media hora de caminata rápida los adultos pueden mantenerse en peso o incluso rebajar algunos kilos, de acuerdo con comprobaciones científicas. Por supuesto, si la persona es capaz de controlar el exceso de apetito, aun cuando en algunos casos este obedezca a factores genéticos, entonces podrá equilibrar mucho más su masa corporal. Es oportuno recordar que la tendencia a engordar se acentúa después de los 25 años de edad y aún más pasados los 40, y para todos la obesidad forma parte de los grandes desafíos de la actualidad para mantener un buen estado de salud y prolongar la expectativa de vida.
0 comentarios