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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Salud infantil en Cuba: Menos equivale a más

Salud infantil en Cuba: Menos equivale a más

 Roberto Pérez Betancourt

 

   La bloqueada Cuba ha reducido su tasa de mortalidad infantil a 4,8 por mil nacidos vivos, inferior a la de EE.UU., lo que significa que con menos recursos logra   más salud para sus niños.

   La reducción  de la mortalidad en lo que va de este año sucede a pesar de que se produjeron mil 776 partos más en los primeros seis meses.

   La noticia  da seguimiento a la realidad constatada en los últimos años en Cuba, que hace rato conquistó las metas del milenio para la salud infantil trazadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU), lo cual acaba de avalar el Fondo de las Naciones Unidas para   la Infancia (UNICEF).

   Afirma el organismo de ONU en el "Estado Mundial de la Infancia 2008", que en Cuba el riesgo de fallecer durante el embarazo o el  parto también es menor, con un caso por cada 530 mujeres.

   En 2007 la tasa de mortalidad infantil cubana fue de 5,3 por mil nacidos vivos, la más baja en la historia e inferior a la de todos los demás países latinoamericanos y del llamado Tercer Mundo.

   Este logro ha sido posible por los avances higiénico sanitarios en las comunidades y la supervisión y control ejercidos por las instancias gubernamentales y políticas.

   El gran contraste lo ofrece Estados Unidos, donde, en opinión del diario The New York Times, "la mortalidad infantil  sigue siendo una vergüenza, en comparación con el resto del mundo".

   Registró la nación norteña en 2007 seis muertes infantiles por mil nacidos vivos, el doble de los países con mortalidad más baja (Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Japón). La población negra no hispana  tiene tasas considerablemente más altas que las de cualquier otro grupo étnico o racial: alrededor de 13. En Cuba no se  expresan esas diferencias.

   La cita del influyente rotativo toma en cuenta que se trata del país más desarrollado del planeta, que dispone de la más alta tecnología médica, pero donde  más de 45 millones de ciudadanos no pueden acceder a los servicios de salud -- incluidos millones de niños-- imposibilitados de pagar precios prohibitivos.

   Gran paradoja es que mientras la propia población norteamericana clama por un adecuado sistema de salud, sus hospitales y programas sanitarios cierran puertas por falta de fondos y la administración sigue  gastado impresionantes cifras multimillonarias en llevar la guerra y la muerte a Iraq y Afganistán.

   Esa triste realidad destaca frente a la expresada en La Habana por José Juan Ortiz Bru, representante en Cuba de UNICEF, cuando afirmó que los  derechos a la salud de la madre y del niño, como también la  educación, son cuestión de voluntad  política de los gobiernos.

   Tal razonamiento pone de relieve los esfuerzos y resultados de Cuba, nación pobre pero capaz de garantizar atención médica gratuita a toda su población, e incluso de personalizar los cuidados que necesitan las mujeres gestantes  de alto riesgo.

   Mientras tanto, en el mundo, principalmente el subdesarrollado, cada minuto muere una mujer por causas relacionadas con el embarazo,  dato escalofriante que pone de manifiesto la desigualdad socioeconómica que afrontan las naciones del universo.

1 comentario

Hector S. Rguez -

Es un buen logro, definitivamente.

Podría Ud. publicar la taza de abortos en Cuba?

Gracias.