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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Guiteras y Aponte: la volntad de continuar la lucha…

Guiteras y Aponte: la volntad de continuar la lucha…

Roberto Pérez Betancourt

 

  Las efemérides, esas fechas anuales que nos recuerdan sucesos diversos, de mayor o menor trascendencia histórica o cultural, vividos o aprendidos en los libros de historia, son siempre  pretexto entre lo curioso y lo documental, para hacer un alto en el devenir y echar una mirada detrás del hombro,  que nos refresque la memoria lúcida, a cualquier edad.

Este 8 de mayo de 2020 el almanaque me atrapa en el remolino del tiempo para situarme justamente a unos pocos kilómetros de casa, en la desembocadura del río Canímar, a las afueras de la ciudad de Matanzas, desde donde diviso con claridad a El Morrillo, un edificio varias veces restaurado, herido siempre por la inclemencia del tiempo y por el mar, el ancho y profundo, un escenario que los ojos de Antonio Guiteras Holmes y Carlos Aponte están vigilando porque por allí en unos instantes, debiera aparecer una embarcación  en la que esperan escapar de los sicarios uniformados de amarillo, pero estos  ya se acercan para cumplir el mandato  de la bestia mayor…

 La historia de  Antonio Guiteras y Carlos Aponte,  ha sido inspiración para revolucionarios de talla de gigantes, entre ellos Fidel Castro, que halló en la vocación de legítima rebeldía la clave para la acción suprema de organizar una expedición armada desde el exterior y desembarcar en la patria querida con vocación de victoria sobre la tiranía de su época.

  El omnipresente  injerencismo norteamericano había impedido  que tras el derrocamiento del dictador Gerardo Machado, el 12 de agosto de 1933, los revolucionarios cubanos  profundizaran aquel proceso.

  Con un golpe de estado el cuatro de septiembre, el sargento Fulgencio Batista  se apoderó del poder en Cuba y dio paso al llamado Gobierno de los cien días, en el que  Antonio Guiteras impulsó radicales leyes nacionalistas  como ministro de Gobernación.

  Las ambiciones de Batista impedirían  consolidar medidas de beneficio popular y, ya con flamantes  grados de coronel y la orden de la embajada norteamericana, se lanzó a cazar a los revolucionarios, lo que obligó a Guiteras y un grupo de sus colaboradores a planificar la salida clandestina de la Isla con la intención de retornar y fomentar la revolución armada.

  El ocho de mayo de 1936, Guiteras, de 29 años de edad, líder de la organización revolucionaria Joven Cuba, gozaba de gran simpatía popular por sus acciones en beneficio de la economía nacional y de las clases humildes.

  Junto a un grupo de compañeros, Guiteras  aguardaba una embarcación en la pequeña fortaleza semiabandonada de El Morrillo, en la costa norte de la provincia de Matanzas –100 kilómetros al este de Ciudad de La Habana—.

   A las siete y media de la mañana centenares de soldados asaltaron el cuartelito con la orden de asesinar a Guiteras y a su entrañable amigo el venezolano Carlos Aponte, de 34 años de edad, quien había combatido en las Segovias, Nicaragua, junto al general de hombres libres Augusto César Sandino.

   Ambos enfrentaron el desigual combate, pero fueron rápidamente abatidos por decenas de soldados al servicio de  intereses oligárquicos.

  Al referirse a esa acción heroica, poco más de cuatro meses después del triunfo armado de la Revolución frente a la tiranía de Batista, el primero de enero de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro, expresó:”...porque él (Guiteras) quería hacer lo que nosotros hemos hecho y cayó como han caído otros muchos revolucionarios, porque se lanzó a hacer lo que nosotros estamos haciendo hoy..."

  El Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, en un discurso pronunciado en el año 1961, dijo de Guiteras: “...puro luchador antiimperialista, precursor de la nueva etapa de la lucha guerrillera, de la utilización del campo como factor fundamental para desarrollar la pelea contra todos los agentes del imperialismo...".

  El Morrillo, fortaleza terminada por la Corona española en 1780, varias veces reconstruido, devino museo dedicado a Guiteras y Aponte, y desde 1978 es reconocido como Monumento Nacional. 

   Hoy, en el mismo escenario, he visto la naturaleza, el edificio, las nubes, el mar y el río. Todo parece igual, pero no es cierto. Ha cambiado, todo cambia. Los hombres, los protagonistas, los importantes, Guiteras y Aponte, siguen allí, 84 años después del hecho terrible. Pero igualmente se han transformado. Son restos físicos que reposan bajo las losas, cubiertos de flores, representados en sendos retratos que muestran sus rostros a los presentes de este día.

Sin embargo, en cada nueva ocasión en la que el visitante traspasa el umbral para visitarlos, experimenta la sensación de una presencian inmaterial trascendente, que dimana del recuerdo lúcido acentuado por el conocimiento de la voluntad de hacer, de luchar, de rebelarse de estos seres que siguen siendo humanos  este nuevo ocho de mayo, invitando a no olvidar, porque el recuerdo es fuerza motriz de la voluntad de hacer...

  Los otros, los sicarios, los innombrables, desaparecieron del entorno físico y nadie los recuerda. Pero sí está presente aun la maldad que los inspiraron, las sinrazones de quienes les ordenaron, la soberbia reencarnada en las poderosas fuerzas injerencistas que a 90 millas siguen atenazando el derecho de vivir y de soñar de los cubanos. Para enfrentarlas, el recuerdo de la voluntad  de Guiteras y Aponte sigue incentivando la decisión de no rendirse, de continuar la lucha… hasta la victoria siempre. (TVY)(07/05/20).

 

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