Ibette, enamorada, investiga para conservar
Roberto Pérez Betancourt
A los 28 años de edad, Ibett Vera Pérez es una joven cubana satisfecha de sí misma por los resultados alcanzados en sus muchos años de estudio, que le permitieron obtener un título de ingeniería química y un Máster en Ciencias en la universidad de Matanzas.
Esos conocimientos que avalan su labor como especialista principal en conservción de granos en la Empresa Nacional de Silos (EMSIL), entidad radicada en la ciudad de Matanzas y cuenta con numerosas unidades en varias provincias del país.
Como a toda joven, a Ibette le gustan la música y el cine, la literatura y otras artes, pero sin que su esposo se ponga celoso, ella confiesa que su gran pasión es su trabajo.
Ella se aplica todos los días para que se cumplan en los silos las normas de conservación del maíz, el arroz y otros cereales, o eventualemente leguminosas, que se almacenan para en su momento despachar a los clientes los referidos productos destinados a la alimentación humana o animal.
“Parece fácil, pero en las condiciones climáticas de Cuba, sobre todo en el verano cuando el termómetro llega a rebasar los 34 grados Celsius de temperatura, hay que estar muy atentos para evitar el deterioro de los productos y acudir a tiempo con el propósito de enfriarlo a 25 grados mediante la técnica disponible en los camiones acondicionados para esa labor”, explica Ibett.
Por eso ella elogia la labor de los técnicos y obreros que se emplean en las Unidades Basicas de Producción de la EMSIL, “… quienes no pueden perder un segundo en observar la situación de los silos y actuar con agilidad, cumpliendo un protocolo que garantiza la adecuada conservación”, precisa la entrevistada.
Del municipio de Martí, donde es oriuda, llegó Ibett al de Matanzas con una mochila de sueños lúcidos y entusiasmos, la doble militancia, del Partido y de la Juventud Comunista, el trato amable, y si la provocan, la sonrisa abierta que invita al diálogo, a compartir anhelos y conocer secretos…
Precisamente de secretos científico-técnicos trata una de las más importantes ambiciones de esta especialista: “Indagar siempre en las variantes física y biológicas de los alimentos que se almacenan, saber más cada día sobre potenciales amenazas de insectos, hongos, humedad… con el propósito de adoptar decisiones de liberar productos sobre bases avaladas por un conocimiento cabal de cada situación que se presente”.
Es obvio que una equivocación o demora en la gestión podría acarrerar pérdidas significativas, y lo contrario: actuar con serenidad pero a tiempo, salvaría millones de pesos en productos cuya producción o importación y acarreo cuesta mucho sudor y divisas al país.
De ahí el interés de profundizar en los parámetros de calidad apropiados en tiempo real, certificar los sistemas de gestión de la calidad y su integración con el de gestión ambiental, de manera que la EMSIL obtenga los reocnocimientos internacionales que prestigien la labor de su colectivo a lo largo y ancho del país, para esto y mucho más labora la sonriente Ibette, una muchacha que afirma sin reservas que está “enamorada de mi trabajo”. (Matanzas, viernes 20 de septiembre de 2019).
0 comentarios