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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Corea: el camino hacia la paz en tiempos de Trump

Corea: el camino hacia la paz en tiempos de Trump

Roberto Pérez Betancourt

  La cuenta regresiva ha comenzado en la península de Corea para poner fin a la guerra en términos legales y abrir la senda de la paz y la concordia entre las dos naciones de una misma familia. Pero… 

 Los líderes de la República Popular Democrática de Corea (RDPC) (Norte), Kim Jong-un y de la República de Corea (Sur), Moon Jae-in, naciones que  comparten el referido espacio geográfico, se han comprometido públicamente  a trabajar hacia una "completa desnuclearización" de la península durante el histórico encuentro  celebrado recientemente, y esforzarse para poner fin definitivo al conflicto que los divide.

  Pero recordad: estamos en tiempos del magnate multimillonario presidente de la nación más beligerante del mundo, la que ejerce una influencia decisiva en la llamada Corea del Sur. Son tiempos de Donald Trump, quien amenazó el año pasado a la RPDC  con desatar sobre ella  “fuego y furia”.

   El inquilino actual de la Casa Blanca es  un controversial individuo, cuyas acciones en los planos domésticos y exteriores  le han  ganado  fama de caprichoso, prepotente y obstinado, entre otros epítetos que la prensa mundial le ha endilgado.

  Esos adjetivos no son ni casuales ni gratuitos, habida cuenta las decisiones inhumanas de Trump  contra inmigrantes  en su país, el desmantelamiento de la política de acercamiento hacia Cuba que  instrumentó su antecesor Barack Obama y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de más de medio siglo contra la isla caribeña, además de la manera arbitraria y hasta desdeñosa en la que suele tratar a los tradicionales socios de EE.UU., los que en forma creciente desconfían de su aliado más fuerte en la guerra y en la paz.

   Esta realidad  ha motivado a la señora Ángela Merkel, canciller de Alemania –nación reactivadora de la  locomotora industrial del viejo continente-, a alertar a sus vecinos europeos y advertirles  que “han terminado los tiempos en los que podían confiar en la alianza con Estados Unidos…”

   En este contexto,  las agencias de prensa internacionales coinciden en saludar la anunciada decisión del mandatario de la RPDC, Kim Jong-un  de desmantelar su campo  de pruebas nucleares este mes, con transparencia inusual, frente a la prensa extranjera invitada, antes de que suceda la que califican como “histórica cumbre con Estados Unidos”, anunciada para el 12 de junio venidero en Singapur, donde el actual inquilino de la Casa Blanca podría convertirse  en el primer gobernante estadounidense en reunirse con un líder norcoreano.

    Esa situación refleja  el cambio radical de clima, pues el año anterior, en vez de conversaciones de paz, se hablaba entre insultos de tonos subidos y amenazas de reanudar la guerra caliente, incluso con empleo de armas nucleares.

   Los analistas señalan que el mandatario estadounidense  pretende garantizar  “completa, verificable e irreversible desnuclearización  de Corea del  Norte”, pues tienen registrados  los seis ensayos nucleares  que ha realizado esta nación, el más poderoso de ellos  en septiembre de 2017, del que se afirmó fue una bomba de hidrógeno.

  El desmantelamiento de la instalación nuclear norcoreana está anunciado  entre el 23 y el 25 de mayo, según  el Ministerio de Exteriores de ese país, difundido por la  agencia de noticias oficial KCNA, y se especifica la intención de volar los túneles del campo de pruebas bloquear totalmente sus entradas.

   La semana anterior, Norcorea liberó a tres coreano-estadounidenses que había detenido, aprovechando la segunda visita en dos meses del secretario de Estado, Mike Pompeo.

Pompeo prometió el viernes que Estados Unidos trabajaría para reparar la economía de Corea del Norte, paralizada por las sanciones, si Pyongyang renunciaba a su arsenal nuclear.

  Por supuesto,  el consenso internacional es a favor de suprimir tensiones en la península coreana, cambiar el semáforo del naranja al verde, para indicar flujo libre de ideas, acciones progresivas y una senda hacia el futuro de mutuo beneficio y reunificación familiar.

  Pero nada está garantizado. Existe expectativa y no se olvidan ni  a  la extrema derecha que habla a los oídos de Trump, ni a la antes reseñada prepotencia de este presidente que, sin dudas, aspira a acumular puntos a su favor capitalizando la posible concertación de paz, pero cuyo tono subido en el diálogo y el irrespeto inusual en términos diplomáticos con el que trata a sus homólogos, hace dudar de las buenas intenciones del caballero de la rubia figura.

En ese contexto la prensa refleja este lunes las palabras del  ex presidente del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Michael Mullen, quien advirtió  que si la próxima cumbre entre d Trump, y  Kim Jong-un, falla, la probabilidad de conflicto aumentará.

'Lo que estoy diciendo es que si las conversaciones fracasan, la probabilidad de opciones se reduce drásticamente a un conflicto potencial, y eso es una gran preocupación', expresó el almirante en el programa televisivo Fox News Sunday.(TVY)(14/05/18)



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