Solidaridad contra el bloqueo

Roberto Pérez Betancourt

Dentro y fuera de Cuba se aviva el sentimiento de justicia antibloqueo. El tema va ganado difusión y audiencia en la medida en que nos acercamos al miércoles 26 de octubre, fecha designada para que la delegación cubana ante el pleno de las Naciones Unidades presente una vez más el proyecto de Resolución contra el bloqueo económico, comercial y financiero (embargo) que le impone el Gobierno de Estados Unidos desde 1961.

 Atentos a esta circunstancia, que ocurrirá solo  12 jornadas antes de la elección del nuevo presidente en Estados Unidos, las voces se multiplican en foros internacionales, y dentro de la Isla, para exigir el cese de esa práctica considerada como verdadero genocidio contra las familias cubanas y una intromisión arbitraria en la vida económica de otras naciones, habida cuenta el carácter extraterritorial del bloqueo  impone reglas y sumisiones bajo presión de chantaje por parte del gobierno estadounidense, y es notoria su  práctica sistemática de   multar a bancos de diferentes naciones por ejercer su derecho de realizar negocios con Cuba.

  Recordemos que, según cifras demográficas, siete de cada diez cubanos han nacido bajo el yugo del bloqueo y han tenido que sufrir sus restricciones en todos los ámbitos de la vida.

   La contrapartida ha sido y sigue siendo la resistencia del pueblo cubano y la solidaridad internacional con Cuba, que se agiganta por estos días, justamente cuando el presidente Barack Obama debe de estar angustiado ante la disyuntiva del voto que ordenará ejercer en la asamblea general de la ONU el próximo 26 de octubre, en relación con el bloqueo contra Cuba, precisamente cuando el mandatario está a punto de decirle Adiós a la Casa Blanca.

  En ese foro, por supuesto, se espera otro abrumador triunfo de la verdad y de la razón de la comunidad mundial frente a la tozudez de  quienes, ya más temprano que tarde, tendrán que alzar el pulgar en el congreso del vecino norteño para dar paso a la rueda de la historia.