Cuba y Estados Unidos deben convivir respetuosamente
Roberto Pérez Betancourt
La vida ha demostrado que el destino de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos no puede ser otro que convivir respetuosamente.
En este sentido se esfuerza la diplomacia de nuestro país para desbrozar obstáculos sobre la base de un clima realista, pero es menester que la contraparte asuma la misma actitud, y esto, a decir de Josefina Vidal Ferreiro, jefa de la Dirección General de Estados Unidos del MINREX, el camino hacia la normalización de vínculos se enmarca en dificultades que presenta el actual año electoral por la presidencia de Estados Unidos, y las posibilidades de que cambie la administración de ese país.
Analistas, congresistas y académicos se preguntan si lo que se ha avanzado podría revertirse. Sobre esto, Josefina Vidal declaró en reciente entrevista de prensa Cito: “No imagino a un nuevo presidente, sea quien sea, diciendo que romperá relaciones con Cuba y cierre su embajada. Hay otros temas en los que podrían retroceder, como la cooperación en distintas áreas, derogar algunos de los instrumentos adoptados por decisión ejecutiva o por la vía de la inacción vaciarlos de su propósito. En la medida en que Obama dé pasos acelerados en el área económico-comercial estará asegurando, si bien no totalmente, la irreversibilidad, porque en ese país los negocios son una de las esencias del funcionamiento del sistema”. Fin de la cita.
Recordemos aquí lo dicho por el presidente Raúl Castro: convivencia civilizada sobre bases de respeto a las diferencias.
Esa ha sido una tarea pendiente. Cuba nunca ha tenido con Estados Unidos una relación civilizada y como la queremos: respetuosa y de igual a igual.
Hasta el presente se ha avanzado en varias áreas de cooperación.
El presidente Obama acaba de dictar nuevas instrucciones en materia de financiamientos y otros temas que abordamos más adelante, de acuerdo con lo reseñado por el diario Granma.
Se aflojan más las tensiones, pero sigue quedando pendiente lo fundamental: El levantamiento del boqueo económico, comercial y financiero, facultad del Congreso estadounidense.
También subsisten otros obstáculos, como el uso del dólar, por ejemplo, que todavía se mantienen, en los que la actual administración pudiera decidir antes de que expire su periodo de mandatos.
Pero estamos en año electoral en el país norteño y hasta los opositores del bloqueo se cuidan de tomar acciones prácticas por temor al costo político en esos comicios. Solo el tiempo despejará las incertidumbres.
Estados Unidos aprueba otorgamiento de créditos a Cuba
El miércoles 27 de enero entraron en vigor nuevas medidas relacionadas también con las exportaciones y los viajes
Los departamentos del Tesoro y de Comercio de los Estados Unidos anunciaron este martes nuevas medidas relacionadas con Cuba en materias como las transacciones financieras, las exportaciones y los viajes, reseña Karina Marrón González en la web de Granma.
El nuevo paquete de la administración Obama tiene como principal avance la autorización para el otorgamiento de créditos, a partir de que se permite a las instituciones depositarias de Estados Unidos (bancos comerciales estadounidenses que radiquen en su territorio o fuera de este, y también a los de otros países radicados en la nación norteña) proveer financiamiento —incluidas las cartas de crédito— para las exportaciones o reexportaciones autorizadas, con excepción de las ventas agrícolas que por ley están sujetas a pagos en efectivo por adelantado.
Recordemos que en las medidas aprobadas con anterioridad, en enero y septiembre del 2015, se abría una estrecha puerta para la exportación de productos norteamericanos a nuestro país, específicamente los materiales de la construcción, equipamiento y herramientas para el uso del sector no estatal, así como el equipamiento y herramientas para la actividad agrícola también no estatal. Además, fue aprobada la reexportación desde un tercer país de artículos estadounidenses para actividades científicas, arqueológicas, culturales, ecológicas, educacionales, deportivas, investigaciones, de preservación histórica y reuniones profesionales.
En esta ocasión, en materia de exportaciones, las medidas contemplan una política general de aprobación de licencias para algunos productos agrícolas, como insecticidas, pesticidas y herbicidas. También, para equipos necesarios para la seguridad de la aviación civil y la seguridad operacional de vuelos comerciales internacionales, incluido para aviones arrendados a empresas de propiedad estatal. Esto último está en concordancia con los acuerdos preliminares sobre los vuelos comerciales entre ambos países de diciembre del pasado año.
Igualmente entran dentro de esta política general de otorgamiento de licencias, las exportaciones y reexportaciones de mercancías y programas informáticos para organizaciones de derechos humanos, individuos y organizaciones no gubernamentales que promuevan la actividad independiente en Cuba; y en el área de las telecomunicaciones la entrada de equipos al país.
Un aspecto de las medidas que entran en vigor en el día de hoy, es la decisión de otorgar licencias específicas y tras un análisis caso a caso, para las exportaciones y reexportaciones de productos dirigidos a satisfacer las necesidades del pueblo cubano, incluyendo las compras que con ese propósito efectúen empresas estatales, agencias y organizaciones del Gobierno cubano.
Los productos a los cuales se refiere este apartado están relacionados con la producción agrícola; creaciones artísticas; educación; procesamiento de alimentos; preparación, respuesta y recuperación de desastres; salud pública y sanidad; construcción y renovación de viviendas; transporte público; y la construcción de infraestructuras que beneficien directamente al pueblo cubano (por ejemplo, instalaciones para el tratamiento de los suministros públicos de agua).
Llama la atención que, aun cuando se trata de un reconocimiento parcial —pues está muy condicionado toda vez que será sometido a análisis casuísticos—, es la primera vez que se acepta la participación del Estado cubano en este tipo de negociaciones; algo en lo que se venía insistiendo en diferentes momentos de las conversaciones entre ambas naciones.
No obstante, es importante señalar que continuará en vigor la política general de denegar las exportaciones y reexportaciones de artículos por parte de empresas estatales, agencias y otras organizaciones del Gobierno cubano que generen esencialmente ingresos para el Estado; como ocurre en el caso de las industrias vinculadas a la extracción o producción de minerales y otras materias primas, el turismo, así como para las fuerzas armadas, la policía, los servicios de inteligencia y los órganos de seguridad.
OTRAS DECISIONES EN TORNO A LOS VIAJES
En el acápite de los viajes a Cuba, también hubo algunas modificaciones, como la autorización de los relacionados con las exportaciones o reexportaciones autorizadas, incluyendo para la investigación de mercado, mercadeo comercial, negociación de contratos y ventas, entregas acompañadas, y la instalación, arrendamiento u ofrecimiento de servicios en nuestro país.
Además, serán permitidas las estadías temporales del personal que opera o brinda servicios a las embarcaciones y aeronaves que transportan pasajeros entre los dos países, lo cual también es un complemento del acuerdo parcial sobre los vuelos entre ambas naciones.
Los viajes y otras transacciones vinculadas a la producción profesional mediática o artística, incluyendo la filmación o producción de programas de los medios de comunicación (como películas y programas de televisión), grabaciones de música y la creación de obras de arte, igualmente fueron aprobados. Ello incluye el empleo de nacionales cubanos y el envío de regalías u otros pagos.
Se amplía la licencia general que se otorgaba para la asistencia a eventos organizados en Cuba, de modo que ahora también permite la organización de reuniones y conferencias profesionales.
Por otro lado, se autorizan los viajes y transacciones relacionadas con la organización de competencias de federaciones deportivas internacionales amateur y semiprofesionales, espectáculos públicos, clínicas, talleres, otras competencias atléticas y no atléticas, así como exhibiciones. Mientras se eliminan los requisitos de que las ganancias de los eventos sean donadas a ciertas organizaciones, así como la obligatoriedad de que algunos eventos sean dirigidos parcialmente por viajeros estadounidenses.
EN EL CAMINO CORRECTO…
El nuevo paquete de medidas de la administración Obama constituye otro paso de avance en las relaciones entre ambos países y confirman que aún es posible continuar vaciando de sentido al bloqueo que pesa sobre Cuba, a partir de eliminar las restricciones que no están codificadas en ley.
Así lo refrenda la actual aprobación de créditos, algo que quizá parecía distante al inicio del proceso de restablecimiento de las relaciones.
Sin embargo, todavía queda sendero por transitar, pues tampoco las actuales decisiones dicen una palabra sobre la posibilidad del uso del dólar en las transacciones financieras internacionales cubanas, algo que sin dudas encarece y entorpece todas las negociaciones de nuestro país.
Del mismo modo, las exportaciones permitidas a las empresas estatales cubanas están limitadas a determinados servicios y requieren de evaluaciones y licencias específicas; a lo cual puede añadirse que no se amplía a otros sectores lo aprobado para el de las telecomunicaciones, donde hoy es posible hacer inversiones, vender a empresas del Estado cubano servicios, software, dispositivos y equipos, aunque no de alta tecnología.
Otros aspectos que no se tocan aún, son los relacionados con las exportaciones hacia Estados Unidos y el de la autorización de los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba, bajo la sombrilla de los intercambios pueblo a pueblo individuales.
Pero, si algo queda claro con cada nuevo paquete de medidas anunciadas, es la posibilidad de seguir adelante en este camino y contribuir a debilitar las estructuras que sostienen el bloqueo. Quizá sea esa la vía más expedita para promover el debate al interior del Congreso estadounidense, y que finalmente tomen la decisión reclamada por 191 naciones del mundo y sugerida por el propio presidente Barack Obama.
(TVY)(RPB)(Con información del sitio web Granma)(28/01/16)
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