¿Intencionalidad putrefacta o ingenuidad mediática?
Roberto Pérez Betancourt
No hay que se experto en semiótica, ni profesor de economía política marxista, ni limpiabotas cerca del capitolio de Washington para darse cuenta de la realidad que alumbra hoy las primeras páginas de la prensa orquestadora –cash mediante—de tsunamis de propaganda a favor de la ofensiva derechista en América Latina.
Hoy, como todos los días, junto con el café caliente mañanero, intenté deglutir las noticias de primera página en la prensa variopinta asomada a la pantalla del ordenador. Allí, con una sonrisa de estreno teatral dominguero, don Micheletti gorileti pregona desde la publicitada Honduras su vocación de encabezar la junta que dirigirá los destinos de ese país hasta que se realicen las elecciones demokráticas previstas para este año.
No aparece sonrojado en la foto. Tiene cara de padecer de hemorroides internas complicadas con enteritis aguda. Pero se aguanta. Posee el “poderoso” aval de haber sido proclamado nada más y nada menos que vicepresidente de la internacional liberal.
“Fue un placer decirle al presidente Micheletti que el congreso del la Internacional Liberal hace dos semanas lo eligió como uno de sus vicepresidentes“, afirmó Van Baalen en una rueda de prensa tras una reunión en la Casa de Gobierno en Tegucigalpa con el golpista. Después sonrió el don Van, apuntan agencias de prensa encargadas de regar el baño de beatitud por todo el globo internauta.
Lo que sigue es digno de un poema de premio en cualquier concurso de cinismo internacional, organizado por lo que más vale y huele del hegemonismo cabalgante: “Mi organización enviará observadores a las elecciones presidenciales del 29 de noviembre, porque las elecciones libres y transparentes y el posterior nombramiento de un nuevo presidente completarán un proceso de retorno al orden constitucional en Honduras”, declaró el Van, y apenas movió la ceja izquierda, casi imperceptible señal de incipiente patología neurológica de consecuencias bulímicas. No me consta, pero puede que a seguidas haya vomitado. .
Ya puede Micheletti goriletti gastarse todo el papel higiénico importado en Honduras. Le han obsequiado una especie de título nobiliario de la gran burguesía aliada a escala planetaria bajo el manto del liberalismo: cada cual arrastre su sardina hacia las brasas más cercanas y los demás que se jodan. Así de simple.
Mientras, en la embajada de Brasil el presidente Manuel Zelaya, quien permanece allí sitiado por la Policía y el Ejército hondureños desde el 21 de septiembre,
.da luces de haber entendido, por fin, la gran estrategia norteamericana cuando apenas faltan unos días para la gran componenda chambelonera que pretenderá legitimar en la presidencia hondureña a un individuo, cualquiera que sea, que se vista con ropajes de decencia demokrático representativa para consumo de incautos, y todo esto sin ponerse desodorante, por supuesto, pues contará, escuchen, con la sacrosanta supervisión, ¿saben de quién? del inefable don Van y su libérrima organización liberal.
A Van Baalen –nada que ver con la orquesta Van Van de Cuba-- le dieron certificado de intervencionista cuando en Nicaragua intentó meterse a componedor de batea sin que nadie lo convocara. Por supuesto que llegado a Honduras despotricó de Daniel Ortega y lo amenazó con tirarle piedras desde la trinchera del liberalismo internacional.
Al mismo tiempo, y solo por mera coincidencia, la prensa burguesa se pone de acuerdo para acusar a Hugo Chávez de guerrerista, en los instantes mismos en que Estados Unidos estrena siete bases militares en el vecino Colombia, donde le dieron el visto bueno para que haga lo que le de la gana con las demás instalaciones aéreas en la nación de la cumbia. Cualquier semejanza con el prostíbulo de Ñica Madariaga es pura coincidencia, afirma el amigo Cundo, aficionado a bailar reguetón y a entonar crónicas urbanas en tiempo de guaguancó.
Otra casualidad quiso que la misma prensa reflejara en sus páginas lo que llama atentados de los paramilitares de Venezuela y Colombia justamente en la frontera entre ambos países. Si usted sigue de cerca los acontecimientos, no le costará trabajo percatarse de que se está labrando, poco a poco, el terreno donde ya se siembra la semilla de la guerra sucia contra la nación bolivariana, apoyada con la retaguardia activa que el hegemonismo norteamericano, en alianza estrecha con la oligarquía colombiana, ha montado para alimentar de metralla la acometida directa contra el foco principal del progreso latinoamericano. Venezuela y Ecuador en la mirilla.
Y entonces, como pincelada de humor negro, se descubre la encuesta de The Miami Herald, con su pegunta “boba” del día: “¿Cree que el gobierno chavista alienta la tensión en la frontera colombo-venezolana?”
¿Intencionalidad putrefacta o ingenuidad mediática?, me pregunta Cuca. Nada de eso, le respondo: más de lo mismo en tiempo de siglo XXI, con tecnología digital y vocación de de bien pagá.
Habrá, como dijo el cubano Rubén Martínez Villena, que seguir durmiendo con un ojo abierto.
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elpidio valdes -