Febrero registra más de 60 atentados terroristas contra Cuba
Febrero registra más de 60 atentados terroristas contra Cuba
Por Roberto Pérez Betancourt
La historia de acciones terroristas llevadas a cabo contra Cuba solo en el mes de febrero registra más de 60 hechos desde que triunfó la Revolución el primero de enero de 1959, originados dentro y fuera de la Isla, con la siniestra participación de elementos anticubanos refugiados en Miami y agencias oficiales norteamericanas.
Como toda acción terrorista, el propósito implícito de los patrocinadores y ejecutores de atentados, asesinatos, ametrallamientos, sabotajes y otras acciones vandálicas ha sido infundir miedo entre la población, estimular la disidencia y dañar económicamente a la nación cubana para intentar que se detengan su desarrollo y la obra de justicia social.
Tomemos uno al azar: El cuatro de febrero de 1963, cuando una banda de terroristas ametralla un vehículo, asesina a cuatro civiles y hiere a otros cinco. Ese mismo día los bandidos tirotean un ómnibus, lesionan seriamente a siete trabajadores y matan a un obrero del central azucarero Trinidad.
Dos días antes, la organización terrorista Comandos Mambises, asentada en EE.UU., se atribuyó el ataque a los tanques de combustible próximos a la playa Ancón, en Trinidad, Sancti Spíritus. Utilizaron una lancha artillada con ametralladora calibre 50 y cañón 57 mm., impactaron viviendas y otros objetivos económicos y causaron daños por 132 mil 847 pesos.
Los terroristas no han respetado fronteras. Escenarios de sus crímenes en diversos países también han sido embajadas y autos de funcionarios cubanos, locales de organizaciones y activistas solidarios con la Revolución, entidades comerciales y simples personas que no esconden su simpatía por el proceso transformador que se origina en la Isla.
En ocasiones los saboteadores han muerto víctimas de su propia maldad, como sucedió en 1974 a Alfredo Sayuz, cuando le estalló una bomba que preparaba en una casa de Miami, Florida, ocasión en la que resultaron heridos de gravedad los también terroristas Humberto López Jr. y Luis Crespo Valle.
Una de las organizaciones contrarrevolucionarias más activas ha sido Alpha 66, fundada por Nazario Sargent, quien falleció el seis de octubre de 2004 en Miami.
Desde el mismo primero de enero de 1959 la referida ciudad acogió a connotados esbirros de la dictadura de Batista con el beneplácito de las autoridades norteamericanas, que en el transcurso de 10 administraciones han auspiciado, financiado y contribuido al entrenamiento y accionar de una variopinta gama de entidades terroristas cobijadas por la Agencia Central de Inteligencia y otras dependencias oficiales.
Llama la atención que esas empresas del mal, como Alpha 66, incluso se anuncian impunemente en la televisión y la radio de Miami, y en sus sitios web en Internet, en los que publicitan sus crímenes con nombres de ejecutores y fechas de los sucesos, alardean de la impunidad con que operan y solicitan contribuciones monetarias que engrosen sus arcas.
Es proverbial que la industria de la contrarrevolución ha hecho millonarios a muchos politiqueros en Estados Unidos, y que de ella vive una larga lista de individuos que se aprovechan anualmente de las decenas de millones de dólares que les entrega el gobierno norteamericano para promover la desestabilización de la sociedad cubana.
Quizás dos de los personajes tenebrosos más representativos sean Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, ambos autores intelectuales del sabotaje a una nave de Cubana de Aviación el ocho de octubre de 1976, donde perecieron 73 personas inocentes, los dos con abultados expedientes de delitos que explicitan la complicidad de las autoridades estadounidenses.
Ciertamente, no hay un solo mes del año que no registre acciones terroristas contra Cuba. Ni siquiera el Día de los enamorados, pues el 14 de febrero de 1978 fue detonado un artefacto explosivo en el buque cubano Mar Verde, en un puerto de España, lo que provocó el hundimiento de la embarcación.
Frente a esa larga historia de ignominia, la inmensa mayoría de los cubanos en la Isla ha mantenido una actitud digna, preparándose siempre para defender la soberanía e independencia de su patria, sin dejar de denunciar la complicidad, las atrocidades y la doble moral de los gobernantes norteamericanos ante el fenómeno del terrorismo.
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FRANCISCO RAMOS V. -