Posada Carriles debe ser juzgado por terrorista asesino
Por Roberto Pérez Betancourt
¡Sorpresa! Un gran jurado federal en Texas, Estados Unidos, acaba de presentar cargos por mentiroso contra Luis Posada Carriles, obviando lo que todo el mundo sabe: Este sujeto es un terrorista asesino por lo que realmente debe ser juzgado.
El más ingenuo de los observadores puede sentirse ofendido en su inteligencia al enterarse que recién ahora el gobierno norteamericano ha descubierto que Posada Carriles mintió repetidamente sobre su clandestino ingreso a Estados Unidos.
Ese “descubrimiento” permite formular siete cargos menores contra un sujeto de 78 años de edad, que en teoría podrían significar unos 35 años de cárcel, pero tienen la ventaja de evadir legalmente la incumplida obligación del gobierno de W. Bush de extraditar al criminal a Venezuela, como corresponde, según tratados internacionales suscritos por Washington.
Ahora las autoridades norteamericanas admiten como ciertas las denuncias formuladas oportunamente por Cuba, a través de su presidente Fidel Castro, en el sentido de que Posada Carriles ingresó a EE.UU. en el buque Santrina con la complicidad de los también criminales Santiago Álvarez y Osvaldo Mitad, entre otros.
Ya se han olvidado las palabras de Roger Noriega cuando en mayo de 2005, en calidad de subsecretario de Estado para América Latina, declaraba airado frente a las cámaras de televisión: “La acusación del gobierno de Cuba puede ser algo completamente manufacturado”.
El Departamento de Justicia acaba de afirmar en nota de prensa que Posada Carriles mintió en la solicitud de naturalización y luego bajo juramento en las entrevistas que tuvo con oficiales del Departamento de Seguridad de la Patria (DHS), el 25 y 26 de abril del 2006, a quienes intentó engañar con información falsa sobre documentos y la ruta de su arribo a la tierra que pisa.
El viejo asalariado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana disfruta de una retención privilegiada en Texas, que eufemísticamente llaman prisión, mientras se dilata su solicitud de naturalización en Estados Unidos, pues hasta ahora solo había sido acusado de entrada ilegal en ese país.
Sin embargo, todo el mundo sabe, incluidas las autoridades norteamericanas, que Posada Carriles, junto a su compinche Orlando Bosh Ávila, huésped en Miami desde que Bush padre le perdonó sus malandrinadas, fue autor intelectual del sabotaje a una nave de Cubana de Aviación en 1976, que costó la vida de 73 seres humanos inocentes.
En realidad el expediente criminal de Posada Carriles, engrosado desde hace décadas, incluye muchos otros hechos delictivos, entre ellos asesinatos en los propios Estados Unidos, torturas, sabotajes y reclutamiento de mercenarios para ejecutar actos terroristas dentro de Cuba y en otros países, todo lo cual está debidamente documentado.
Posada fue agente activo de la CIA desde 1963 hasta el 13 de febrero de 1976, según confirman documentos desclasificados de la Comisión Church.
Este personaje, a quienes analistas califican como el terrorista más peligroso del hemisferio occidental, se encontraba en Dallas, Texas, cuando fue asesinado el presidente John F. Kennedy ,y no son pocos los expertos que sospechan que fue uno de los francotiradores que ejecutaron al mandatario norteamericano.
Por cuenta de la CIA, Posada Carriles actuó como especialista en demolición, sabotaje e informante hasta que sus connotadas relaciones con el narcotráfico en el sur de la Florida llevaron a la Compañía a sugerirle buscar por otro lado su subsistencia.
Venezuela reclama al criminal para juzgarlo por hechos pendientes, y porque es ciudadano venezolano por naturalización, la que obtuvo en ese país, donde se desempeñó como jefe de servicios represivos de la policía política en gobiernos anteriores, y de donde se escapó de la cárcel en 1985 cuando aguardaba la conclusión del proceso penal por el sabotaje del avión cubano.
Esa fuga fue instrumentada y financiada por Jorge Mas Canosa, fundador de la organización terrorista Fundación Nacional Cubano Americana, lo que le permitió a Posada reaparecer en la base salvadoreña de Ilopango, donde, junto a Félix Rodríguez, hombre de confianza de Bush padre, organizó el intercambio de armas por drogas a favor de la contra nicaragüense.
Entre los “méritos” de Posada también se incluyen varios intentos de asesinato contra el Presidente de Cuba Fidel Castro y un programa de actos terroristas ejecutado en 1997 en centros turísticos cubanos.
Tras su fracasado nuevo intento de volar el Paraninfo de la Universidad de Panamá, donde asistirían Fidel Castro y centenares de estudiantes, en el año 2000, Posada y varios de sus secuaces fueron puestos en prisión, de donde se fugaron con la complicidad de la ex presidenta Mireya Moscoso.
Ahora, para sorpresa del mundo, Posada Carriles es simplemente un mentiroso en el nuevo capítulo de lo que bien podría llamarse el culebrón mediático de la ¿justicia? Norteamericana bajo la égida del clan Bush, pero todo el mundo sabe que en realidad es terrorista y asesino y como tal debe ser juzgado.
0 comentarios