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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Pelosi- Trum, su arrebato iracundo, y el Congreso de EE.UU.

Roberto Pérez Betancourt 

Las “trumpadas” del presidente estadounidense son famosas en las redes sociales y en la gran prensa de ese país, que sigue al día las actuaciones, comentarios y desplantes que suele hacer el señor Donald Trump, sin miramientos ni caballerosidades ante las damas, todo lo contrario, mostrando una soberbia inédita en las relaciones interpersonales de un mandatario, que lo catapultan a la cúspide del ridículo y la mala educación.
   A propósito, les anticipo que periodistas y académicos especializados en Estados Unidos participarán este jueves  en la Mesa Redonda de la Televisión cubana, que analizará los dilemas de política exterior y política interna que afronta la administración Trump y el impacto internacional de los últimos pasos de la Casa Blanca.

   Una de las más recientes “trumpadas” con mala intención ha sido la manipulación de un video para mostrar bajo aparentes efectos de una borrachera  a la señora Nancy Pelosi, líder de la mayoría del partido Demócrata en la cámara de representantes, a la que puede observarse arrastrando las palabras, durante un discurso en el Center for American Progress, en el cual acusa al presidente Donald Trump de «encubrimiento».

  De acuerdo con agencias de prensa que divulgaron el hecho, el video en realidad había sido modificado y editado con la aviesa intención de engañar y presentar una falsa noticia en la que aparece  la señora Pelosi en estado de embriaguez, obviamente con el propósito de desacreditarla ante la opinión pública. Fue visto en la página en Facebook de Politics WatchDog más de 1,3 millones de veces y la cifra de compartido superó las 32 000, según el diario The Washington Post.

  Trump estaba sumamente molesto con la Pelosi quien había denunciado al rubio despeinado en una reunión efectuada en la Casa Blanca para discutir sobre inversión en infraestructura,  que según observadores derivó en un intercambio de adjetivos malsonantes y acusaciones mutuas entre el señor Trump y los líderes del Partido Demócrata.

  Por supuesto, la ya clásica prepotencia patológica del usufructuario del sillón imperial   no soportaría impasiblemente los cuestionamientos que le hicieron y según valoraciones de medios de prensa estadounidense, “cayó en estado de arrebato iracundo que lo condujo a volcar toda su ira en su cuenta de Twitter @realDonaldTrump contra la Pelosi, y en esa misma red se hizo entonces viral la etiqueta #TrumpTrantrum, o lo que es lo mismo #TrumpBerrinche, acompañada de #Impeachment y #ResignTrump, acompañado todo de numerosos memes y caricaturas.

   En enero de este año un experto en ciberseguridad, Fabrice Pothier, consejero de la Transatlantic Commission on Electio Integrity, afirmó que las noticias falsas constituirá la próxima arma en la guerra de desinformación.

   Coincido con esa observación, solo con la variante de que no me parece será la próxima, sino que ya es un arma sumamente utilizada para desinformar con intención de influir en los destinatarios, ajustando las historias a la conveniencia del emisor, en este caso, un personaje conocido por el uso habitual que hace de esa arma de desinformación masiva.

Juicio político a Trump gana simpatizantes

 

   No pasa un día sin que la prensa estadounidense refleje el estado de opinión creciente parta que se lleve a cabo un juicio político a míster Donald Trump, por presuntas violaciones legales antes y durante su gobierno.

   Lo más reciente ha sido la incorporación a ese creciente estado de opinión del ex congresista republicano durante dos décadas Tom Coleman, (Montana) del Partido Republicano del propio Trump, quien  en declaraciones a la agencia  CNN acaba de criticar a Trump a quien ha llamado “presidente ilegítimo” y pidió su juicio político.

   Argumentó Coleman que el ya publicado informe del fiscal especial Robert Mueller  describe 10 cargos de obstrucción de la justicia que no pudo presentar debido a una norma y regulación del Departamento de Justicia que dice que no puede acusar a un presidente en funciones. Cabe señalar que el señor Mueller acaba de presentar su renuncia, posiblemente ante la frustración  de no encausar a Trump.

  En sus alegaciones, el  señor Coleman recordó que el abuso de poder y la mentira al pueblo estadounidense fueron dos motivos para los artículos de destitución del presidente Richard  Nixon antes de su renuncia, y precisó  que Trump miente todos los días en 10 y 50 veces, lo que lo incluye en un área donde debe ser acusado.

  Lo cierto es que el informe del Fiscal Mueller sobre actividades ilícitas de Trump ha motivado  que otros político activen sus reclamos, como lo hace el también representante republicano  Justin Amash (Michigan), quien ha triplicado el número de llamadas  al juicio político esta semana, citando algunas acciones ’intrínsecamente corruptas’ del presidente.

 

El juicio contra Trump: obligación legal y moral

 

  Según uno de los aspirantes demócratas a la candidatura presidencial, el señor Cory Booker, senador por el estado de Nueva Jersey, el juicio contra Trump es una “obligación legal y moral”, lo que dejó plasmado en su cuenta de Twitter, una fuente abierta para enterarnos de cómo piensan y dicen unos y otros, y entre estos últimos aparecen numerosos congresistas estadounidenses con igual o parecido criterio.

  Entre ellos está Jerrold Nadler, congresista demócrata del estado de Nueva York, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, quien ha dicho: “recae sobre el Congreso responder a los crímenes, mentiras y otras irregularidades del presidente Trump, y lo haremos”.

 Un despacho de la agencia Prensa Latina nos recuerda que en relación con las demanda a Trump  los demócratas están divididos, y esta semana, el presidente del Comité Judicial Jerod Nadler, mantuvo su presión sobre el liderazgo para una investigación de juicio político y un voto de desacato inmediatamente después de que los legisladores regresen de su receso de un día de Memorial Day el 27 de mayo.

  ¿Y qué dice Trump tras la rueda de prensa ofrecida por el fiscal Mueller, quien anunció el cierre formal de la oficina y su renuncia en el Departamento de Justicia sin presentar cargos contra el Presidente? Pues el rubio despeinado estima que “nada cambia” y que “el caso está cerrado, gracias”.

   Sin embargo, es evidente que es ahora cuando el caso comienza a abrirse donde corresponde, en el Congreso estadounidense, siempre que allí se imponga la razón, la civilidad y el respeto a la responsabilidad que los electores han confiado a sus congresistas. ¿Será? Ya veremos, ya veremos… (TVY)(Con informaciones de agencias y archivos del redactor)(30/05/19).

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