ROMPER EL LABERINTO DIABÓLICO DE BUSH

Por Roberto Pérez Betancourt   

El gobierno que encabeza George W. Bush mantiene injustamente prisioneros a cinco cubanos luchadores contra el terrorismo en un laberinto  diabólico, con ataduras leguleyas que les impiden salir en libertad a pesar de ser inocentes.

Esa es la realidad que viola la esencia de la justicia, pues la espiral de sucesivas apelaciones a que están obligados los abogados de los patriotas cubanos, condenados en conjunto a cuatro cadenas perpetuas mas 77 años de cárcel,  de hecho les impide ver la luz de la libertad, por más que los argumentos demuestren claramente su inocencia.

Obviamente se trata de una trampa implícita en el sistema judicial estadounidense, utilizada por la cabeza visible del fundamentalismo de derecha que gobierna en ese país, míster W. Bush.

Esa trampa ha sido diseñada con la intención obvia de burlar los principios  más elementales que rigen el ejercicio de la justicia y la equidad, y por consiguiente reírse de los propios ciudadanos norteamericanos que aman la verdad, esos que hoy se pronuncian abiertamente por el retorno de las tropas que han invadido y masacrado al pueblo de Iraq.

El noble pueblo norteamericano, en el que se incluyen más de 30 millones de residentes de origen hispano, puede desempeñar un papel decisivo para que se haga justicia a Los Cinco, cuyo único delito fue alertar  sobre de las actividades criminales que desde Miami fraguan y ejecutan organizaciones terroristas, que actúan con el beneplácito de los mismos que conculcan las leyes civiles que hoy reprimen a los estadounidenses.

La acción unida de los amantes de la paz y la libertad puede lograr la libertad de los cubanos René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y Gerardo Hernández, prisioneros desde hace ocho años en cárceles de EE.UU.Con ese propósito se celebrará una Jornada Juvenil hasta el 30 de abril. Será además una oportundad de   reflexión y acercamiento, de debate y análisis de los valores y la ética de esos luchadores antiterroristas, y ocasión para

conocerlos más como hombres, hijos, padres y hermanos.

  La unidad de voluntades, una vez más rebasará fronteras y logrará romper el laberinto de crueldad en el que han encerrado a los patriotas cubanos.