HABLEMOS DE COMUNICACIÓN PERIODÍSTICA ¿Existe un condicionamiento sociopolítico de lo noticiable? Por Roberto Pérez Betancourt Por supuesto que sí Identificar, buscar, redactar, presentar, editar y difundir la noticia periodística son acciones determinadas por el contexto socio político donde actúen el comunicador y el Medio de Difusión Masiva (MDM). Como cualquier otra empresa comercial, en una sociedad de mercado los MDM tienen como objetivo supremo el obtener ganancias en forma directa o indirecta, y servir de instrumento a grupos de presión política y económica. A tales intereses subordinan su táctica, estrategia y política informativa. Así consiguen anuncios pagados, subvenciones, influencias, regalías, contribuciones, prebendas y otros beneficios. Consecuentemente, los MDM preparan sus manuales de procedimiento y normas de redacción que fijan, o prohíben, el empleo de estudiados calificativos para sucesos, situaciones, entidades, países, fenómenos sociales, personalidades, etc. Periódicamente definen y priorizan valores de la noticia ajustados a sus intereses, por los que deben regirse sus periodistas, adecuándolos a las coyunturas del vaivén electoral y del mercado con un profundo sentido utilitario encubierto, que preside la política informativa del MDM, de estricto cumplimiento para los subordinados, quienes ajustan sus orejeras ideológicas y voluntades individuales, así como el ejercicio profesional, a las exigencias de los que premian cuando están satisfechos y despiden cuando no lo están, o simplemente cuando pierden en el negocio, sobre la base de un principio sagrado: El que paga, manda. El que cobra, obedece. Para comprobar estas verdades basta observar lo que a diario edita la prensa controlada por grupos de presión, especialmente la perteneciente a los grandes consorcios cuya objetivo primordial es conformar públicamente la opinión de acuerdo con los intereses de clase y sectores que representan. Una muestra brevísima es la manipulación de palabras en función del mensaje que quieren difundir para influir en el destino, apreciado en este trueque semántico en periódicos, radioemisoras, cadenas de televisión y disímiles páginas web de Internet.Echemos un vistazo al verdadero significado, seguido del vocabulario eufemístico empleado: Palestino, luchador por su independencia: Terrorista, antisemita, extremista.Territorio ocupado: Zona en disputa.Sobornos: Contribuciones.Traición, traidor: Despertar de conciencia, patriota.Coalición de exterminio: Comunidad internacional.Muertos: Pacificados.Bombardeadores: Fuerzas aliadas.Bombardeados: Hordas de fanáticos extremistas.Países socialistas y comunistas: Imperio del mal.Reguero de cadáveres de civiles: Daños colaterales."Necesitamos petróleo": Iraq es un estado terrorista."Necesitamos probar nuevas armas": La guerra es para exterminar el terrorismoRecesión y crisis económica: Coyunturales ajustes de indicadores.Desempleo, desempleados: Vagancia, vagos.Pobreza, pobres crónicos: Mala suerte, vagos habituales.Capitalistas explotadores: Triunfadores.Asalariados eventuales: Perdedores.Dictadura de la burguesía: Democracia representativaGlobalización neoliberal: Mercado libre, pluralismo democrático.Deuda externa impagable: Obligaciones contraídas.Mercenarios, invasores: Soldados de la libertad...Informaciones tendenciosas:. Libertad de prensa. La necesidad de influir y condicionar la opinión pública es consustancial a los intereses de clase de los MDM. En el contexto capitalista, los anuncios se convierten en una importante fuente de ingresos, lo que a su vez acarrea la orientación editorial conforme a los puntos de vista de sus principales anunciantes y otros influyentes grupos de presión política y económica. Así ese tipo de periodismo se adecua a los intereses de las empresas más poderosas o de las corporaciones de tales entidades. Las asociaciones de grandes agencias noticiosas (incluidas dentro de los MDM) adquieren enorme influencia y monopolizan la selección y difusión de la información, lo que implica silenciar la que no se avenga a su política editorial. MDM locales o de diversos países del tercer mundo, muchas veces se ven obligados a utilizar los despachos noticiosos de tales monopolios de la información, sumándose a la orquestación que realizan para manejar la opinión pública mundial. "... La reorganización ocurrida en "la industria de la prensa" en los últimos decenios ha tenido como objetivo la eliminación de las empresas periodísticas burguesas más débiles que, además, ostentaban tendencias ideológicas y políticas demasiado liberales, y por ende, poco convenientes para los designios de los monopolios. Sin embargo, este proceso tiene un alcance aún mayor. A través de él se fortalece la censura encubierta, que ponen en práctica las entidades del monopolio estatal. Los centros del periodismo burgués se acercan y entrelazan con las diversas centrales de espionaje, comprometiéndose no solamente en las maniobras dirigidas a preparar golpes de estado y sabotajes contrarrevolucionarios, sino también en el plan general de subversión ideológica" , así afirma el experto V. Huclec en su obra: El periodismo, esencia, funciones sociales, desarrollo, editada en Praga en 1980.
A pesar del tiempo transcurrido desde que Huclev acuñara sus criterios, la vigencia de ellos se constató claramente en el papel desempeñado por los MDM venezolanos y las grandes transnacionales de la información en septiembre del 2001, cuando orquestaron una campaña manipuladora de la información periodística para contribuir a derrocar al presidente constitucional Hugo Chávez Frías, en complicidad con segmentos reaccionarios de las fuerzas armadas y empresarios capitalistas. Aunque no lograron sus propósitos, gracias a la oportuna intervención de las masas populares y sectores honestos de las instituciones constitucionales, quedó expuesta la forma parcial, selectiva y tendenciosa con que actuaron los principales MDM, regidos por intereses globalizados de la burguesía. Lo noticiable periodístico nunca ha existido en forma abstracta, apartado de su contexto histórico. Por tanto, no puede concebirse al margen del conjunto de interdependencias de una sociedad concreta. Hablar de periodismo independiente, parcial, no comprometido, es encubrir la realidad con el propósito de engañar. Realmente la noticia intenta decirnos lo que queremos saber, induce lo que necesitamos y afirma lo que deberíamos conocer. La función integradora del periodismo dependiente del capital es la comercial, conforme se trata de una empresa privada lucrativa. En la sociedad socialista la función integradora del periodismo está dada por la ideología de clase a la que responden sus intereses con el propósito de informar verazmente al destinatario, contribuir a su educación cultural, política y científica, mostrar las virtudes del sistema de participación verdaderamente democrático y propiciar actitudes conscientes que contribuyan a edificar una sociedad donde desaparezcan las clases y se establezca una real justicia social. El tema, por supuesto, apenas empieza, pero de hecho plantea puntos de vista y abre el debate. Esperamos aquí tus opiniones al respecto.
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