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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Van 63, y siguen quedándose con las ganas…

Van 63, y siguen quedándose con las ganas…

Roberto Pérez Betancourt

  Este próximo primero de enero de 2022 la Revolución cubana cumplirá 63 años, los mismos que desde el norte revuelto brutal, como llamara  José Martí a nuestro vecino cercano, trece administraciones han intentado en vano hacer naufragar el sueño de plena justicia social que animó a Fidel Castro y su tropa libertaria a derrocar la dictadura proimperialista de Batista, e iniciar la épica construcción del socialismo frente a un adversario que desde entonces no escatimaría bolsa ni pudor para impedir que el ejemplo de los mambises del siglo 20 despertara conciencias adormiladas en lo que siempre consideró como  su traspatio…

  Míster Earl Smith había estado al tanto como protagonista “en el vórtice del huracán”, comentaría a sus amigos. Pero aquel primero de enero de 1959, cuando el sol habanero arrastraba sus primeros destellos dorados en las aguas del malecón, el embajador estadounidense se asomó tímidamente detrás de un grueso vidrio y lo que vio desde su altura lo horrorizó: “La chusma ha tomado las calles”.

   El dictador Fulgencio Batista había huido junto a un selecto grupo de criminales, políticos corruptos y parte de su familia. En el aire ordenó rectificar el destino del avión.  Poco después el dictador Leónidas Trujillo le daría la bienvenida en Santo Domingo y le cobraría cada día a peso de oro.

  Mientras, en la capital cubana se orquestaba un golpe militar auspiciado por Estados Unidos, vano intento de evitar que las guerrillas triunfantes con Fidel Castro a la cabeza tomaran el poder.  Esta vez el Tío Sam se quedaría con las ganas. Ni Smith ni el presidente Eisenhower imaginaban los acontecimientos que vendrían.

  Desde la oriental ciudad de Palma Soriano, Fidel Castro llamaba a la huelga general, ordenaba a sus tropas avanzar hacia Santiago de Cuba y La Habana, exigía la rendición de las guarniciones y reafirmaba: "Revolución sí, golpe militar no".

   Poco después, al frente de la Columna Uno José Martí, Fidel entraba en la capital oriental donde pronunciaría esa noche un histórico discurso. En las primeras horas de la tarde la soldadesca de Batista se había rendido en Santa Clara.

   La victoria revolucionaria sería irreversible. Tras un siglo de luchas con la participación de varias generaciones, legiones de mambises de la mano de Fidel Castro entrarían triunfantes en cada una de las principales ciudades de Cuba para proclamar el triunfo de la libertad.

   Los esbirros corrían su consigna del momento: “sálvese quien pueda”.  Prepotentes, Earl Smith y sus jefes aún confiaban en sus “métodos de persuasión”. Pero se inquietaban cuando Fidel afirmaba: “Este no es el final, apenas estamos comenzando”.

   Juicios, condenas y ajusticiamiento de asesinos; Reforma Agraria, profunda y socialista; Alfabetización, Reforma Urbana, Confiscación de empresas norteamericanas, Nacionalización de la banca y del comercio exterior y Reforma educacional, materializaron esa respuesta.

   También la organización de Milicias Nacionales; Rechazo a la invasión mercenaria de Playa Girón auspiciada por Estados Unidos, virilidad a prueba en la Crisis de los mísiles, Justicia social total.  Sí, era solo el comienzo. Ante cada nueva agresión procedente de Estados Unidos, Fidel reiteraba: Más Revolución.

 

Embargo o bloqueo, la misma mala intención 

 

El 3 de febrero de 1962, el entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy firmó la Orden Ejecutiva 3447 que dispuso el bloqueo (embargo) total del comercio con Cuba. De esta manera, el gobierno de ese país oficializó la mala intención contra el Estado y pueblo cubanos.

La Orden Ejecutiva 3447 se articuló según lo dispuesto en la Ley de Asistencia Exterior, de septiembre de 1961 y la Ley de Comercio con el Enemigo del año 1917. Su objetivo era impedir y obstaculizar toda la actividad económica y comercial de Cuba, que ya había vencido antes todo tipo de agresiones desde territorio estadounidense, incluyendo la invasión armada por Playa Girón y Playa Larga, en la Ciénaga de Zapata, en abril de 1961.

la motivación principal de los círculos de poder estadounidenses se traduce con claridad en las palabras de Lester Mallory secretario asistente de Estado en 1960 de “provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

 

  Administración estadounidense cede al chantaje electorero

 

  Este primero de enero se cumplen 63 años del histórico triunfo armado. Desde entonces prácticamente no ha transcurrido una sola jornada sin que el pueblo cubano no haya conocido de algún nuevo intento imperial para frenar su obra de infinito amor.

   En eso andamos todavía, enfrentando a un genocida bloqueo económico, comercial y financiero, hoy en el contexto de una administración estadounidense que se desdijo de sus promesas de campaña electoral para ceder al chantaje que desde el sur de la Florida ejercen elementos anticubanos, sumidos en el cannábico sueño de darle marcha atrás al reloj de la historia para encaramarse en el altar de la patria con vocación de proxeneta trasnochado.

 

Joe Biden, el vendedor de promesas…

 

 Alineado con la crápula radicalizada en el fundamentalismo de derecha, en alianza con la mafia  terrorista anticubana asentada placenteramente en el sur de la Florida, Joseph Robinette Biden Jr., más conocido como Joe Biden,  abogado y político, el cuadragésimo sexto  presidente estadounidense,   a sus 79 años de edad ha vendido  sus promesas electoreras con las que exitosamente enfrentó a Donald Trump –el peor entre peores presidentes que ha padecido Estados Unidos, según caracterización hecha por Barack Obama--  a cambio del sueño quimérico de aspirar a la reelección, cuando muchos ponen en duda que logre completar los tres años que le restan en el poder ejecutivo. 

   Cuando a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se le preguntó a bordo del Air Force One si podía confirmar si Biden volvería a postularse en 2024 y si se lo había comunicado al personal, ella respondió: "Sí, esa es su intención".

The Washington Post informó durante el fin de semana que Biden y los miembros de su círculo íntimo les han estado diciendo a los aliados que planea postularse nuevamente. Esto en un intento de abordar las preocupaciones sobre si podría comprometerse con otra campaña presidencial dada su edad y aliviar las preocupaciones de que los republicanos retomen el poder

 Una encuesta nacional reciente de la Universidad de Quinnipiac mostró que el índice de aprobación del trabajo de Biden se ubica en el 36%, la cifra más baja para el presidente en lo que va de su mandato y el último mínimo en un declive de meses, destaca un despacho de la agencia CNN.

   Con su derrota mayoritaria en las elecciones parciales de noviembre, se sumó otra gran preocupación sobre las posibilidades del partido Demócrata en las elecciones intermedias de 2022 y la visión de Biden sobre el futuro partidista.

   En marzo de este año, Biden dijo a los periodistas durante una conferencia de prensa que su "plan" era postularse nuevamente. "Esa es mi expectativa", dijo, y agregó que normalmente no planifica con tanta anticipación.

  En este contexto los analistas llaman la atención en el sentido de que Biden no ha indicado si respaldaría automáticamente a su vicepresidenta, Kamala Harris, en caso de que él decida no postularse.

  Lo cierto es que se aprecia un distanciamiento notable entre Biden y su vice Kamala, la que al parecer solo le sirvió para cubrir una coyuntura electorera frente a la fórmula releccionista Republicana, a la que todavía le dura la rabieta por haber perdido el trono imperial.

   Una observación al parecer sin importancia de la vocera Psaki frente a la habitual ronde periodistas cuestionadores ha despertado la imaginación de futurólogos de la política norteña: Cuando se le preguntó si Harris podía esperar el respaldo automático del presidente si decide postularse para un cargo político en 2024 o 2028, Psaki dijo a principios de este mes: "No tengo ninguna predicción de si ella se postulará, o cuándo se postulará. Eso se lo dejo a ella"… Y esa tercera persona impersonalizada, referida a la vicepresidenta de la nación más beligerante y poderosa del Planeta ha despertado más que suspicacias…

 

Renovado optimismo saluda a 2022, sin rendiciones ni concesiones

 

   Retornemos a nuestro aniversario 63. Estas más de seis décadas transcurridas también han servido para madurar, aprender y entrenar. Los habitantes del archipiélago codiciado por Estados Unidos aprendieron a responder como un avispero a las amenazas y agresiones, y convirtieron a su territorio en un bastión inconquistable.

 Junto con lo más avanzado del pensamiento progresista latinoamericano y mundial, los cubanos continúan reafirmando su vocación antimperialista, libran una formidable batalla frente a una Pandemia letal, que van venciendo sobre la base de sus propias fuerzas y la solidaridad internacional de los que aman y fundan, y para este próximo 2022 se avizoran victorias que coronarán esfuerzos sostenidos, sin rendiciones ni concesiones, sobre la base de un siempre renovado optimismo que retroalimenta la esperanza en el relevo generacional.

 

 

 

 

 

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