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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

En la EMSIL: Trabajo a distancia o teletrabajo, fundamentos de opciones válidas

En la EMSIL: Trabajo a distancia o teletrabajo, fundamentos de opciones válidas

Roberto Pérez Betancourt

  

  El trabajo a distancia y el teletrabajo llegaron para quedarse en las empresas cubanas, habida cuenta las experiencias acumuladas en la implementación de esas modalidades de empleo.

  Por ejemplo, en la Empresa nacional de Silos (EMSIL) y en sus unidades empresariales de base (UEB), se ha instrumentado las referidas formas laborales, siempre que los contenidos a desempeñar se ajusten a las exigencias de tiempo, cantidad y calidad de lo que se realiza, de acuerdo con los respectivos contratos, afirmaLuis Alberto Santamaría, especialista principal del área de Capital Humano en esta entidad, cuya dirección general radica en la ciudad de Matanzas.

  Las exigencias de las normas epidemiológicas para combatir al coronavirus causante de la pandemia de Covid 19, abrieron una puerta más ancha al análisis de posibilidades y necesidades para realizar la agenda de trabajo diario en un lugar diferente al área empresarial, y aprovechar las ventajas de esta modalidad de empleo.

   Sobre la base enunciada, alrededor de 10 empleados de la EMSIL en diferentes regiones están acogidos eficientemente al teletrabajo, o al trabajo a distancia, dos formas de empleo parecidas pero con algunas diferencias, que han mostrado resultados satisfactorios.

   El trabajo a distancia supone cumplir una agenda de contenido laboral en un local diferente al de la entidad empleadora, que puede ser  el hogar del trabajador u  otro local que le resulte apropiado, y supone mantener una comunicación periódica para dar cuenta del cumplimiento de las tareas asignadas.

   El teletrabajo, además de posibilitar el desempeño fuera del ámbito empresarial,  exige disponer de condiciones técnicas que permitan la inmediata comunicación vertical y horizontal  con las instancias administrativas correspondientes (jefes, funcionarios, especialistas, clientes y otros factores vinculados a la labor que se ejerce), ya sea a través del teléfono, el correo electrónico, Internet y cualquier otro medio que facilite la comunicación interactiva.

 

Ventajas y exigencias

 

   Según Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), esta modalidad de empleo es la disposición por excelencia que desde el punto de vista laboral tributa al aislamiento social, reclamado por la máxima dirección del país para contener la expansión de la COVID-19.

  Según cifras del MTSS, poco más de 334 trabajadores están acogidos al trabajo a distancia, de ellos en teletrabajo 43 mil 732, en domicilio 157 mil 751 y 133 mil 296 en el terreno. Expertos insisten en que las potencialidades son mucho más elevadas y todavía no se aprovechan. 

 Entre las ventajas personales que brinda las modalidades laborales a distancia hay que tener en cuenta que el trabajador no necesita gastar tiempo trasladándose a la oficina, ni pagar el transporte diario, lo que también posibilita un mejor equilibrio entre la vida laboral y persona, posibilita alejarse de las distracciones comunes de la oficina y por ende alcanzar superior productividad.

  Por supuesto, entre las exigencias hay que incluir la disciplina en el cumplimiento de horarios que posibiliten la debida fluidez de las tareas asignadas, y mantener una vinculación periódica con los elementos administrativos, políticos y sociales de su base laboral, de manera que el trabajador no quede socialmente aislado del contexto de sus compañeros.

   Pero el también llamado “trabajo a domicilio” implica algunos costos monetarios extra para el empleado, sobre todo en energía eléctrica y comunicaciones, los cuales deben conveniarse con el empleador.

   Expertos  llaman la atención en el sentido de que psicológicamente el trabajo a distancia y el teletrabajo necesitan una progresiva adaptación de quien se desempeña en esas modalidades, pues plantea cambios de organización rutinas y hábitos personales, y sobre todo exige una planificación estricta para no desviarse del sentido práctico de las funciones encomendadas para el cumplimiento en tiempo, forma y calidad de las tareas remuneradas.

  En realidad, el trabajo a distancia ha mostrado su validez para contribuir a la continuidad de las labores necesarias en un contexto de limitaciones objetivas, especialmente relacionadas con la Pandemia y con otras realidades socioeconómicas, como son las limitaciones del flujo de transporte colectivo y las necesidades de adecuar los horarios laborales con las contingencias personales y familiares.

   Aunque es evidente que en términos generales todavía existen resistencias administrativas al mayor aprovechamiento de las modalidades del trabajo a distancia,  las experiencias acumuladas revelan con claridad sus ventajas para empleados y empleadores, aunque estos últimos, es cierto, necesitan mayor aplicación en la supervisión y control de las tareas asignadas a los  subordinados. 

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