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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Elecciones en EE.UU: Trump Amenaza con chantaje

Elecciones en EE.UU: Trump Amenaza con chantaje

 Roberto Pérez Betancourt

Donald Trump, controversial  candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos,  anunció que si pierde  impugnaría los resultados electorales del próximo 8 de noviembre.

  Lo dijo con sabor a chantaje en el más reciente debate con Hillary Clinton, aspirante por el partido Demócrata, hoy amplia favorita para suceder a Barack Obama en la Casa Blanca.

 Según Trump, su impugnación se  basaría en  irregularidades en el empadronamiento de los electores, porque  “Hay mucha gente que va a votar y no debiera tener ese derecho”, dijo.

  Sin embargo, los críticos del sistema electoral estadounidense suelen alegar que son millones los que con derecho al voto no aparecen registrados para ejercer su deber moral, sobre todo   inmigrantes  naturalizados como ciudadanos estadounidenses y nativos afrodecendientes

 El magnate que ha denigrado al sexo femenino con declaraciones ofensivas, intentaría cuestionar el sistema electoral y la democracia en su país, algo que la señora  Clinton ha calificado de  posición horrorosa.

   A lo largo de la campaña de nominación electoral en los estados de la Unión, Trump reiteró denuncias de amañamiento de resultados, cuando fue el perdedor. Ahora es más grave: intenta poner en la picota nada menos que al sistema democrático al estilo estadounidense, y se adelanta al clima post electoral con peligrosas amenazas de provocar levantamientos de protestas entre sus millones de seguidores, lo que supondría una transición  no pacífica del poder Ejecutivo, algo sin precedentes allí.

  En realidad nada legal obliga a Trump a aceptar los resultados de los comicios. Es  cuestión de tradición y ética. Pero, ¿acaso el comportamiento de Trump se ha distinguido por ser ético y tradicionalista?

   Trump sólo puede reclamar si su rival gana por un estrecho margen en uno o dos estados clave. Así, los votos serían recontados y verificados. Y el perdedor aceptaría los resultados. Si no los acepta, en principio podría presentar una demanda para evitar que sean validados.

  Si una posible pérdida de Trump fuera mucho más amplia, no tendría recursos legales disponibles, pero estaría retando a la democracia al estilo estadounidense, algo inédito allí adentro.

 

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