Excelente reflexión, digna de una clase magistral de comunicación, conciencia y economía. Comentarios como este de la doctora Ana Teresa Badía son los necesarios, porque educan, hacen pensar, sobre todo a los que mantienen criterios absolutos y no se abren a las verdades de otros. Ojalá todos nuestros parlamentarios tengan la percepción tan clara como la tiene Interián Rodríguez sobre su papel en el Parlamento. No va allí como marioneta ni repetidor de consignas, va a decir su experiencia y con ella a ayudar, a proponer soluciones, a aportar criterios, para eso está sentado en el Parlamento. Roberto Pérez Betancourt
La reciente intervención del diputado Emilio Interián Rodríguez en la Asamblea Nacional del Poder Popular ha marcado un punto de inflexión en el debate público cubano.
Sus palabras, sinceras, directas y sin rodeos, ponen sobre la mesa lo que muchos ciudadanos perciben en su vida cotidiana: la empresa estatal no es todo lo eficiente que debería, la ganadería no despega, las mypimes sostienen las primeras necesidades -mypimes que creó el gobierno, por cierto, que no son ilegales-, y los campos que permanecen casi vacíos.
El ejemplo que utilizó -que la leche no puede valer menos que el agua- resume con crudeza las distorsiones de un sistema productivo que no paga bien a los productores. Tras recorrer kilómetros en distintas provincias, yo misma que no sé mucho de eso aseguro haber visto muy poco sembrado y una ganadería en estado crítico. No es un diagnóstico complaciente, pero sí realista.
Más allá de la polémica, lo esencial es el papel que debe desempeñar un Parlamento. Un órgano legislativo no puede limitarse a asentir en silencio, ni a reproducir discursos oficiales sin cuestionamiento. La función de un representante como Interián es interpelar, señalar las fallas y exigir soluciones. En ese sentido, su intervención abre un espacio para la crítica constructiva. ¿No se convocó a analizar el Programa de gobierno? Entonces, ese hombre dijo lo que piensa.
La verdad incómoda siempre será preferible a la mentira complaciente. Reconocer la ineficiencia no es un acto de traición, sino de responsabilidad. Solo a partir de un diagnóstico honesto se pueden diseñar políticas efectivas que devuelvan dinamismo a la economía cubana y la confianza ciudadana en el gobierno.
En tiempos de crisis, un Parlamento que debate y cuestiona es más útil que uno que calla. La intervención de Emilio Interián Rodríguez lo ha recordado con claridad: el silencio es más dañino que la verdad.
A él no tengo el placer de conocerlo, pero como he sido igualmente ametrallada por perfiles anónimos y dañinos, siento el deber de escribir esto. Sé lo que se siente cuando se dice la verdad y te apabullan con supuesta militancia. ¿Qué hace más daño las verdades de Interián o la doble moral simuladora de los “sí jefe, todo bien”?
¿Qué mentira dijo ese hombre? No lo oí pedir el regreso a ningún modelo, solo puso un mínimo ejemplo que también es cierto.
Yo creo que cada vez más este país debe estar preparado para hablar entre todos, para cultivar el debate político, pero por sobre todo, para estar unidos y cercanos, a pesar de diferencias.
Y ¿saben por qué lo dijo? Porque todavía tiene ganas de trabajar y transformar.
@destacar
Emilio Interián Rodríguez. Médico Veterinario. Presidente de la Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) “Sabino Pupo Milián”. Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde el año 2013 y ratificado el 18 de abril de 2018 para la IX Legislatura.
Síntesis biográfica
Trabajó en la Empresa Pecuaria Bacuranao. Se asoció a la ANAP y es miembro de su Comité Nacional, así como del Comité Municipal del PCC en Arroyo Naranjo. Fue delegado al XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en 1997. Fue delegado al 6to. y 7mo. Congresos del PCC.
Ha sido vanguardia nacional de los CDR y de la ANAP, en cuyos congresos ha participado.
Este martes 28 de enero de 2025 se conmemora el aniversario 172 del nacimiento de José Julián Martí y Pérez, revolucionario periodista, fundador del periòdico PATRIA, cuyo pensamiento humanístico, de alcance universal, incluye la anticipación en el tiempo para alertar sobre peligros potenciales que trascenderían su propia época. El Apóstol de la independencia cubana frente al colonialismo español predicó el sentido de la lucha necesaria a fin de conquistar la soberanía política para la nación a que aspiraba. Dejar de ser simple accidente geográfico del Caribe y devenir República con todos y para el bien de todos era la síntesis del sueño lúcido de Martí. Rosas blancas y una bandera tricolor de estrella fulgurante sobre fondo rojo, que niega determinismos heráldicos, y una nación verdaderamente soberana, de hijos dados al estudio y al trabajo, entrenados también en el fusil, es el presente del país que él contribuyó a forjar y que hoy le rinde reverenciado homenaje. Desde la historia misma, la voz de José Martí resuena vigente en un alerta a los hombres, no solo de su Cuba, sino aún más allá, cuando dice en "Nuestra América": "Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de las peleas de los cometas en el cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar. Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas a la almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra". Así andan hoy los americanos al sur del Río Bravo, con Martí al frente, en la vanguardia del batallón de inmortales.
PERIODISTA, MULTIFACETICO Y ACTUAL
Sin dudas es la de periodista una polémica profesión que magistralmente desempeñó nuestro José Martí.
Sus esfuerzos, vicisitudes y creaciones en el afán reporteril son ejemplarizantes, y sin retórica alguna su conocimiento contribuye a fortalecer la ética para afrontar frustraciones en el cotidiano desempeño del reporterismo, disfrutar con modestia éxitos comunicativos, proyectar la gestión con el profundo sentimiento y la intención de hacer el bien social, sin claudicaciones, con profesionalidad y pasión, y sobre todo permite comprender mejor que en el periodismo, la especialización no puede contradecir la universalización de los conocimientos. Y viene al caso citar esta anécdota que refirió un día Bernardo Figueredo, hijo de Fernando Figueredo, combatiente de la Guerra del 68. Cuando Bernardo contaba 14 años de edad solía conversar con José Martí durante viajes que realizaban por Estados Unidos, en el empeño organizativo de la insurrección del año 1895. En cierta ocasión, asombrado por la sabiduría de Martí, Bernardo le preguntó: "¿Cómo sabe usted tantas cosas señor Martí?" El Maestro le respondió: "Pues las he aprendido leyendo; acuérdate que he sido periodista; me he ganado mi vida escribiendo, y creo que lo primero que tiene que hacer el que escribe es saber, conocer el tema, y conocer la mayor cantidad posible de temas para ponerlos de forma grata para el conocimiento de los demás" Y añade Figueredo: "Todo le interesaba, por todo mostraba interés. Cuando viajábamos en tren hablaba con los maquinistas, les hacía preguntas, observaba el funcionamiento de las máquinas, los émbolos, todo". José Martí fue especialista en organizar la guerra necesaria para lograr la Independencia de Cuba. A ese empeño se consagró, lo que no le impidió ser, a la vez, un periodista profesional con visión de lo universal, que abordaba múltiples temas con profundidad y amenidad capaces de subyugar a sus lectores. Así es, en presente, el periodista José Martí y Pérez, cuyo ejemplo multifacético y vital, actual, nos permite a todos seguir nutriéndonos para crecer.
Cuando se alude a la expresión la "manzana de la discordia" para caracterizar a quienes exponen criterios objetivos respecto de la exclusión de la moneda MLC en las novísimas actividades comerciales, que ahora rn Cuba solamente aceptan dólares en efectivo o tarjetas específicas en esa moneda, salta la vista que los voceros del conformismo sin rpèplica no toman en cuenta la falta de explicaciòn y razonamiento sobre el por què se despoja a la moneda MLC de su verdadero valor de cambio al ignorarla para acceder a comprar determinados productos, habida cuenta se trata de dòlares congelados en una tarjeta plàstica.
Esa "manzana de la discordia" a la que aluden los que llaman a estudiar consignas no recuerdan la devaluaciòn del CUC, que despojò de sus ahorros a una cifra indeterminada de personas en el paìs, sin una explicaciòn creìble, cuyas consecuencias se traducen en falta de credibilidad sobre lo nuevo que se informa.
Efectivamente, como afirman voceros diversos…: "Nuestro pueblo tiene suficiente cultura política y conciencia revolucionaria". Tambièn para rechazar las medidas bien intencionadas que lesionan el poder adquisitivo de las familias, en un contexto real, nada especulativo, de que los salarios de la inmensa mayorìa de los trabajadores y las pensiones de los jubilados civiles son insuficientes en grado sumo luego de instrumentadas las medidas aparejadas a la bancarizaciòn..., de manera que no se trata de “creer o no creer”, sino de informar las verdades con transparencia, oportunamente, sin la carga de retòrica aburrida a la que se han acostumbrado algunos repetidores de consignas que despojan los mensajes de lo màs importante: la pertinencia y la credibilidad.
Saludo a los voceros por las buenas intenciones de sus escritos, pero los invito a ser màs realistsa sin olvidar la historia reciente de nuestras finanzas para que logren mejores efectos comunicacionales.
Los mensaje de los voceros que pasan por alto la realidad de que el MLC ha sido despojado de su valor de cambio respecto del dòlar cuando se le niega al poseeor del MLC acceder a las tiendas que ahora venden y venderàn en dòlares, ya sea a travès de la nueva tarjeta creada (otra màs!) la Clàsica, o con moneda en mano. no explican los por que de esa arbitraria medida. Tampoco lo hacen los que en propiedad deben explicarlo, y el poseedor del MLC se queda sin explicaciòn. ¿Alguien en verdad cree que ahora el receptor del dòlar permitirà que se lo sigan atrapando en plàstico que no se acepta? Los explicadores oficiales no abordan esta importante arista del asunto. Cuando se consulta a las redes sociales se aprecia claramente el malestar creado entre los consumidores al excluir el MLC de las novìsimas tiendas (incluidas las gasolineras), cuando en su dìa se le dijo que el MLC era igual al dòlar recibido en el banco. ¿Esto se comprende o no se comprende por los voceros clásicos? $Esta es la cuestiòn bàsica que debe ser, ademàs de bien explicada, resuelta por los que corresponde resolver, no con "teque", no con eufemismos ni promesas, sino con acciones que le devuelvan al MLC la confianza que en su dìa se pidiò y que ahora desaparece.
NOTA: No autorizo a ninguna publicación o personal natural a reproducir esto sin mi autorización. Los que deseen pescar en rìo revuelto que se lancen al agua con “snorquel” para que no ahoguen. Yo ejerzo mi derecho a opinar en virtud de la libertad de prensa en mi país y no admito que nadie tome mis opiniones de bandera para dividirnos.
Una fresca mañana de abril del año 1982 conversé por última vez con Amparo Ortiz Suárez -en la foto-, la cienaguera* que perdió a casi toda su familia asesinada por los mercenarios que en abril de 1961 desembarcaron en Playa Larga y Playa Girón, Bahía de Cochinos, al sur de la provincia de Matanzas. Como un remolino del tiempo, 63 años después de Playa Girón la voz de la siempre recordada Amparo me vuelve a pedir la palabra para refrescar cosas de la vida y del sentimiento, como le gustaba decir …
Mientras saboreaba una taza de café colado con la magia de sus manos amorosas, sin replicar, escuché la tranquila voz de la anciana decir que presentía su próximo fallecimiento. Pero ella no quería marcharse de este mundo sin formular antes un pedido salido de lo más profundo de sus sentimientos: " Que no se olvide, que el tiempo no borre la memoria", me dijo.
En su modesta casita del poblado de Caletón pidió que en cada aniversario se recordara su testimonio, destinado "... sobre todo a la gente joven, a la que hay que explicarle bien cómo era antes esta Ciénaga de Zapata, y todo lo que la Revolución y Fidel han hecho aquí, y que conozcan lo que vinieron a hacer los mercenarios y cómo masacraron al pueblo..."
El corazón herido de Amparo no resistió mucho más, y poco tiempo después,el 16 de junio de 1982, falleció como consecuencia de un paro cardíaco a los 71 años de edad.
AQUÍ MISMO, EN ABRIL DE 1961…
--Yo había acabado de perder a mi hijo de un ataque al corazón -explica Amparo-, y unos familiares y amigos me estaban acompañando. De pronto se sintieron unas explosiones y comenzó un gran tiroteo. Mi sobrino dijo que saldría a investigar, y enseguida regresó gritando: "¡Tírense al suelo, dicen que es una invasión de los yanquis!"
-- El barco Hudson, frente a Playa Larga y Caletón nos bombardeaba. Como a las cuatro de la madrugada avisaron que buscarían un transporte para sacar del lugar a los heridos y a las familias. Nos fuimos a la carretera, pero el tiroteo era enorme y entramos en un ranchito de carboneros, allí cerquita.
--Al amanecer vimos cruzar a los aviones con las insignias cubanas. Cira María García, la responsable de la Federación, se emocionó y comenzó a gritar: "¡Patria o Muerte!". Todos nos unimos a ella y nos contestaron con detonaciones grandísimas que salían de la manigua. El enemigo se acercaba y decidimos salir, aun debajo del tiroteo. Al ratico llegó un camión tipo plancha, montamos y el chofer enfiló hacia la salida, con idea de seguir hacia Jagüey Grande.
Amparo hace una pausa para ordenar ideas y reponerse del nerviosismo que le causa rememorar instantes dramáticos. Insiste: "... los nuevos, que aprenden a leer cada año, deben saber bien lo que sucedió, aquí, en Cuba, porque, hijo, hay gente muy desmemoriada..."
DE PRONTO, LA MASACRE
---Los mercenarios se habían posado por donde salió el camión. En aquellos días el centro turístico de Playa Larga estaba en construcción... De pronto sentimos los estampidos de las ametralladoras calibre 50 y 30. ¡Fue terrible! Mataron a mi esposo Ramón López, a mi hermana María, hirieron a Cira García, que después falleció, a mi sobrina Dulce María Martín y a una muchacha que vivía con nosotros. Vi cuando el esposo de ella se la echó al hombro y salió corriendo, como si lo estuviera mirando ahora mismo: una bala le voló la gorra que llevaba puesta y siguió con la mujer, corriendo como loco. De milagro no los mataron.
--Yo me tiraba en el suelo --continúa relatando Amparo--, me levantaba enloquecida, buscando a mis familiares, allí mismito, donde está el obelisco, en el entronque de la carretera que va de Playa Larga a Caletón. Entre cielo y tierra nada más había humo y tiros.
-- Los milicianos del batallón 339 de Cienfuegos habían llegado. Por mi lado cruza José Luis Paredes, aunque en ese momento yo no conocía su nombre. Me grita: "¡Ay, señora, que la matan!", me hala por la saya y caigo junto a él, que ya estaba en posición de disparar. En ese instante escucho el " ratatata" de la cincuenta. Le pasé la mano por la espalda al hombre cuando se desmadejaba y me empapé con su sangre. Lo vi muerto y me levanté, sin explicarme cómo no me habían tocado las balas aquellas. Y corrí, sin rumbo, llamando a mi esposo, hasta que de pronto hallé su cadáver atravesado por los proyectiles de la 50...
--En ese torbellino de ideas recuerdo el camión ardiendo, porque se quemó todo, y al compañero Víctor Caballero, vecino nuestro, que regresaba luego de haber sacado a un herido. , Cuando él vio el cuerpo de mi hermana que se quemaba, lo haló por un brazo y lo depositó sobre el suelo.
EL HEROISMO DE LOS MILICIANOS
Amparo se levanta, va a la cocina. Trae agua en un vaso y la bebe despacio, sorbo a sorbo. "Te traigo más café", dice, y antes de que pueda disuadirla ya está la taza humeante sobre la mesa. La cienaguera alumbra su sonrisa tierna de madre y, aún sin sentarse, prosigue su relato:
--Estuve dando vueltas y vueltas, como un fantasma, sin darme cuenta de
lo que sucedía alrededor. De pronto un camión frena a mi lado y un mercenario empieza a empujarme para que suba. Dice que me va a llevar a la Cruz Roja. En medio de aquel torbellino yo le peleo, y le grito: ¿Cómo que a la Cruz Roja, si han matado a todos? ¡Déjeme aquí, con mis muertos! Pero me subió al camión...
--A mí y a otros que recogieron nos llevaron prisioneros a lo que decían era su comandancia. Allí supe del heroísmo de los milicianos del batallón 339, que lucharon con el corazón, y de la andanada de los tanques, y escuché cuando el mercenario de la microondas preguntaba qué pasaba, por qué sus tropas no avanzaban, y se ponía a engañar diciendo falsedades, que sus hombres estaban entrando en la ciudad de Colón por otro lado, que la milicia se le estaba uniendo a ellos, y una "partía" de boberías más.
--Ya estaban secos, pelados, tragando pastillas y más pastillas, sin agua, porque en Playa Larga el agua se traía de afuera. Entonces me di cuenta de que yo había perdido el tímpano de un oído, estaba llena de peladuras y tenía los labios en carne viva. El lugar donde estábamos cogió candela y nos pasaron a la cafetería.
--Allí nos amaneció, y con las primeras luces descubro a unos mercenarios
llorando. ¡Había que verlos! Ya la mayoría se había ido huyendo hacia Playa
Girón. Uno de los que allí estaban me entrega un mosquitero y me dice que lo
use como bandera blanca y que saliéramos hacia la carretera, porque ellos
también se iban de retirada, pa’trás, decía.
--A mí los demás compañeros me llevaban a rastras, porque no podía caminar. Por fin dimos con la milicia y nos trasladaron a los hospitales.
MENSAJE PARA TODOS LOS TIEMPOS
A partir de entonces la historia de Amparo se enriqueció. Fue obrera agrícola, participó en el trabajo comunal y de ayuda social, en todo donde su labor resultara de utilidad. En 1966 ingresó en las filas del Partido Comunista de Cuba.
Por su ejemplar actitud ella también recibió reconocimientos de los Comités de Defensa de la Revolución, de la Federación de Mujeres Cubanas, de los Guardafrontera,s con quienes colaboró como miliciana, y entre sus recuerdos más queridos siempre conservó: “El abrazo de Fidel en la tribuna”.
No estuvo sola Amparo. Muchas personas que la conocieron y aprendieron a quererla se afanaron para llenar el vacío dejado por sus familiares desaparecidos. Sus últimas palabras en esta entrevista, poco antes de que falleciera la heroica cienaguera, fueron dirigidas a las madres y esposas de héroes y mártires caídos a lo largo de la historia en defensa del pueblo trabajador:
--- Puedo decirles que debemos estar orgullosas de quienes dieron sus preciosas vidas, porque la Revolución hizo realidad los ideales por los que siempre lucharon. ¡Sí señor! Y que nadie olvide. ¡Qué no se pierda la memoria!
NOTA: *Cienaguera: gentilicio, el que habita en la ciénaga, diccionario Cervantes.
Frente a un mar de obreros y campesinos que enarbolaban sus fusiles en alto, el 16 de abril de 1961, hace 63 años, el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la Revolución cubana y la fecha quedó instituida como el Día del Miliciano.
El 15 de abril aviones B-26, engañosamente pintados con insignias de la Fuerza Aérea Cubana, habían bombardeado dos bases militares y un aeropuerto civil.
Fue en el acto del sepelio de las víctimas de aquel cobarde ataque en el cual Fidel dijo al mundo que los cubanos lucharían frente a la inminente invasión, conscientes de que defenderían su legítimo derecho a construir una patria de plena justicia social.
A las 01:30 horas del día 17 de abril comenzó el desembarco mercenario de la denominada Brigada 2506, similar a las unidades de asalto anfibio de Estados Unidos, que reunía a unos mil 500 efectivos fuertemente armados con tanques y artillería de campaña, y treinta aviones.
Las tropas cubanas estaban compuestas por combatientes del Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria, pero el grueso fueron milicianos voluntarios, entonces con escasa o ninguna experiencia militar.
A las 17:30 horas del 19 de abril, la invasión estaba totalmente derrotada, aunque a un elevado costo: 176 muertos, 300 heridos y 50 discapacitados.
Como expresara el General de Ejército Raúl Castro, “No vino al mundo nuestro Socialismo en pañales de seda, sino en el rudo algodón de los uniformes de las milicias obreras, campesinas y estudiantiles; de los combatientes del Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria.
“No hubo agua bendita en su primer bautismo de fuego en medio del combate contra los enemigos de la nación, sino sangre de patriotas, una vez más derramada en esta Isla por sus bravos hijos, en su prolongada lucha por la libertad, en su largo camino por la independencia”.
El tiempo transcurrido no ha oxidado aquellos fusiles enarbolados por el pueblo humilde. Es una larga historia de relevo generacional que mantiene vivas sus tradiciones patrióticas y sustenta la certeza total de que cualquier intento agresor contra la patria será victoriosamente rechazado.
En Playa Girón, hace 63 años, los combatientes revolucionarios conscientemente defendieron el socialismo y en su nombre conquistaron la victoria que trascendería su importancia militar en el contexto nacional y repercutiría en la conciencia de hombres y mujeres de otros países.
En la Segunda Declaración de La Habana –febrero de 1962—Fidel Castro se refirió a la importancia de la Revolución cubana en su trascendente significado en América Latina y en el mundo, cuando expresó: “Frente a la acusación de que Cuba quiere exportar su revolución, respondemos: las revoluciones no se exportan, las hacen los pueblos. Lo que Cuba puede dar a los pueblos, y ha dado ya, es su ejemplo. ¿Y qué enseña la revolución cubana? Que la revolución es posible, que los pueblos pueden hacerla, que en el mundo contemporáneo no hay fuerzas capaces de impedir el movimiento de liberación de los pueblos”.
A partir de Playa Girón los humildes de América serían un poco más libres y sabrían que, a pesar de la propaganda imperial, decir socialismo no sería más una mala palabra.
Hace más de cinco siglos, el florentino Nicolás Maquiavelo, considerado un genio en el arte militar, alertó: "Quien fíe su poder en las tropas mercenarias nunca lo tendrá firme y seguro, porque carecen de unión, son ambiciosas, indisciplinadas, infieles, valerosas contra los amigos y cobardes contra los enemigos".
El 17 de marzo de 1960, el general Dwight D. Eisenhower, entonces presidente de los Estados Unidos de América, ignoró la advertencia del diplomático florentino y ordenó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA en inglés) armar y pagar a los apátridas mercenarios para invadir a Cuba.
Poco más tarde correspondería al presidente siguiente, John F. Kennedy, asumir la responsabilidad de los sucesos que se desencadenaron, y que a partir de abril de 1961 siempre serían llamados en los medios oficiales de EE.UU. como “la invasión de Bahía de Cochinos”, evitando cualquier explícita alusión al nombre de Playa Girón, último reducto mercenario, donde se consumó la rendición y la gran derrota del Imperio.
En vano los expertos analistas contratados trataron de justificar aquel formidable revés de la diplomacia y las armas yanquis. Echaron mano a aparentes contradicciones y desvergüenzas de los gobernantes, a errores logísticos, geográficos y militares para inculpar a técnicos hidrográficos, quienes habrían confundido arrecifes con playas, y a "expertos" trasnochados cuyos cálculos matemáticos habrían fallado en sincronizar operaciones aéreas, navales y terrestres.
NI FUTURÓLOGOS NI ASTRÓLOGOS
Nada de eso sirvió. Ni siquiera achacar la derrota a tribulaciones de un presidente temeroso de propaganda adversa, quien no sospechaba entonces que poco después él mismo caería asesinado en las calles de Dallas, Texas, y que un poco más adelante su hermano Robert correría semejante suerte.
Fallaron doctores en ciencia, expertos de alto nivel académico, futurólogos y hasta astrólogos capaces de acomodar cualquier horóscopo de última hora a las fantasías de sus creyentes. Los multimillonarios gastos en propaganda se sumaron a los de la invasión misma. Pagaron los contribuyentes norteamericanos.
La enseñanza, la moraleja de la confrontación, en cada aniversario, 63 años después, sigue siendo actual: un pueblo pequeño es capaz de vencer al opresor, aunque este posea muchas más armas y recursos económicos, siempre que el agredido cuente con la unión interna y la conciencia para mantener su lucha en cualquier circunstancia.
Las huestes mercenarias fueron integradas reuniendo a esbirros, asesinos, politiqueros corrompidos y otros individuos que emigraron en los primeros años del triunfo armado de la Revolución cubana como representantes de las clasificaciones más degradantes de la sociedad burguesa.
No cabe dudas que los expertos norteamericanos subestimaron al cienaguero, al obrero, al campesino. Llegaron a creer en sus propias mentiras, pues esperaban que los trabajadores se unieran a los invasores.
El propio presidente Kennedy reconoció el error en el análisis de los factores que a su juicio determinaron la derrota.
En Girón los combatientes revolucionarios defendieron el socialismo, y en su nombre conquistaron la victoria que trascendería su importancia militar en el contexto nacional para repercutir en la conciencia de hombres y mujeres de otros países, quienes a partir de entonces supieron que decir socialismo en América no sería más una mala palabra.
Maquiavelo había escrito: "Los mercenarios no tienen más afición y motivo para servir con las armas que el corto estipendio que reciben, insuficiente para dar la vida por quien defienden; por ello desean el servicio en tiempo de paz, pero cuando llega la guerra, o huyen o desertan".
A pesar de los muchos años transcurridos desde que el autor de El Príncipe escribiera sus ensayos, la lección no fue asimilada por los estudiosos del Pentágono y la CIA: La conciencia del hambre ancestral de los anónimos hombres del pueblo es una fuerza colosal.
En contexto:
Invasión por Playa Girón. Una brigada contrarrevolucionaria, armada, entrenada y transportada por EE.UU., arribó por la Ciénaga de Zapata, al sur de Matanzas, Cuba, la madrugada del 17 de abril de 1961. Todo el pueblo se movilizó, el Ejército y las Milicias, dirigidos por Fidel, y contraatacaron de inmediato. En 60 horas de duros combates fueron derrotados los mercenarios. Más de 150 combatientes revolucionarios murieron y varios civiles fueron asesinados por la aviación de los invasores.
Playa Girón. Es una localidad del municipio Ciénaga de Zapata, provincia Matanzas. Conocida mundialmente por los acontecimientos históricos de abril de 1961, constituye uno de los lugares más visitados del país.
El 15 de abril de 1961 aviones de guerra atacaron simultáneamente la base aérea de San Antonio de los Baños, la pista de Ciudad Libertad y el actual Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, lo que sería el preludio de los sucesos acaecidos dos días después. La acción perseguía como objetivos destruir en tierra la escasa y anticuada fuerza aérea cubana, para asegurar la impunidad de otras incursiones enemigas por vía terrestre.
En el sepelio de las víctimas del bombardeo del 15 de abril, Fidel proclamó que: "esta Revolución Socialista la defenderíamos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores".
Siempre será un honor pelear por la justicia (+ Video)
Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Debate General del 78 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Debate General del 78 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 19 de septiembre de 2023, “Año 65 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)
Señor Presidente;
Señor Secretario General;
Excelencias:
Traigo a esta Asamblea la voz del Sur, la de los “explotados y los vilipendiados”, como se le oyó decir al Che Guevara en esta misma Sala hace casi 60 años.
Pueblos diversos con problemas comunes. Lo acabamos de confirmar en La Habana, que se honró en acoger la Cumbre de líderes y otros altos representantes del Grupo de los 77 y China, la agrupación de naciones más representativa, amplia y diversa que existe en la esfera multilateral.
Durante dos días, prácticamente sin descanso, más de 100 representantes de las 134 naciones que integran el Grupo levantaron sus voces para demandar cambios que ya no pueden posponerse más en el injusto, irracional y abusivo orden económico internacional, que ha profundizado, año tras años, las enormes
desigualdades entre una minoría de naciones muy desarrolladas y una mayoría que no logra superar el eufemismo de “naciones en desarrollo”.
Peor aún, como reconoció el Secretario General de Naciones Unidas en la Cumbre de La Habana, el G77 se fundó hace seis décadas para remediar siglos de injusticia y abandono, y en el convulso mundo actual sus miembros se ven enredados en una maraña de crisis mundiales, donde la pobreza va en aumento y el hambre es cada vez mayor.
Nos unió la necesidad de cambiar lo que no ha sido resuelto y la condición de víctimas principales de la actual crisis multidimensional global, del abusivo intercambio desigual, de la brecha científica y tecnológica y de la degradación del medio ambiente.
Pero también nos une, desde hace más de medio siglo, el desafío ineludible y la determinación de transformar el orden internacional actual que, además de excluyente e irracional, es insostenible para el planeta e inviable para el bienestar de todos.
Los países representados en el G77 y China, donde vive el 80 % de la población mundial, no solo tenemos el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que nos marginan del progreso global y convierten a muchos pueblos del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación. Urge un nuevo y más justo contrato global.
Señor Presidente:
A solo siete años del plazo fijado para el cumplimiento de la esperanzadora Agenda 2030, el panorama es desalentador. Esta augusta institución lo ha reconocido ya: al ritmo actual, no se alcanzará ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, y más de la mitad de las 169 metas acordadas serán incumplidas.
En pleno siglo XXI, ofende a la condición humana que casi 800 millones de personas padezcan de hambre en un planeta que produce lo suficiente para alimentar a todos. O que en la era del conocimiento y desarrollo acelerado de las tecnologías de la información y las comunicaciones, más de 760 millones de personas, dos terceras partes de ellas mujeres, no sepan leer ni escribir.
Los esfuerzos de los países en desarrollo no bastan para implementar la Agenda 2030. Tienen que estar respaldados con acciones concretas de acceso a mercados, financiamientos en condiciones justas y preferenciales, transferencia de tecnologías y cooperación Norte-Sur.
No estamos pidiendo limosnas ni rogando favores. El G77 reclama derechos y continuará demandando una transformación profunda de la actual arquitectura financiera internacional, porque es profundamente injusta, anacrónica y disfuncional; porque fue diseñada para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar un sistema de dominación que acrecienta el subdesarrollo y reproducir un modelo de colonialismo moderno.
Necesitamos y demandamos instituciones financieras en las que nuestros países tengan real capacidad de decisión y acceso a la financiación.
Urge una recapitalización de los Bancos Multilaterales de Desarrollo para mejorar radicalmente sus condiciones de préstamo y satisfacer las necesidades financieras del Sur.
Los países de este Grupo han debido destinar 379 000 millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de nuevos Derechos Especiales de Giro que les asignó el Fondo Monetario Internacional.
Es necesaria la racionalización, revisión y cambio del papel de las agencias de calificación crediticia. Resulta también imperativo establecer criterios que vayan más allá del producto interno bruto, para definir el acceso de los países en desarrollo a la financiación en condiciones favorables y a la cooperación técnica adecuada.
Mientras los países más ricos incumplen su compromiso de destinar al menos el 0,7 % de su producto nacional bruto a la Ayuda Oficial al Desarrollo, las naciones del Sur tienen que gastar hasta el 14 % de sus ingresos para pagar intereses asociados a la deuda externa.
La mayoría de las naciones del G77 se ven compulsadas a destinar más recursos al servicio de la deuda que a inversiones en salud o educación. ¿Qué desarrollo sostenible puede alcanzarse con ese dogal al cuello?
El Grupo reitera hoy su llamado a los acreedores públicos, multilaterales y privados para refinanciar la deuda a través de garantías de crédito, intereses más bajos y plazos de vencimiento más extensos.
Insistimos en la instrumentación de un mecanismo multilateral de renegociación de deuda soberana con una participación efectiva de los países del Sur, que permita un tratamiento justo, balanceado y orientado hacia el desarrollo.
Resulta perentorio rediseñar de una vez los instrumentos de deuda e incluir cláusulas de activación para proporcionar alivio y reestructuración, tan pronto como un país se vea afectado por catástrofes naturales o choques macroeconómicos, problemas tan comunes en las naciones más vulnerables.
Señor Presidente:
Nadie sensato discute ya que el cambio climático amenaza la supervivencia de todos, con efectos irreversibles.
Tampoco es secreto que quienes menos influyen en la crisis climática son los que más padecen sus efectos, en particular los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo. Mientras, los países industrializados, depredadores voraces de recursos y del medio ambiente, eluden su mayor responsabilidad e incumplen su compromiso bajo la Convención Marco de Cambio Climático y el Acuerdo de París.
Por solo citar un ejemplo, resulta profundamente decepcionante que la meta de movilizar no menos de 100 000 millones de dólares al año y hasta 2020 como financiación climática, nunca se haya cumplido.
De cara a la 28 Conferencia de Estados Partes de la Convención Marco (COP28), para los países del Grupo de los 77 serán prioridades el ejercicio de Balance Global; la operacionalización del Fondo para Pérdidas y Daños; la definición del marco para el Objetivo de Adaptación y el establecimiento de una nueva meta de financiamiento climático, con pleno apego al principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
El G77 está convocando a una Cumbre de Líderes del Sur, a celebrarse el próximo 2 de diciembre en el contexto de la COP28, en Dubái. Esta iniciativa, inédita en el marco de una Conferencia de las Partes, será un espacio para articular las posiciones de nuestro Grupo al más alto nivel en el contexto de las negociaciones climáticas.
La COP28 demostrará así, más allá de los discursos, que hay una real voluntad política de las naciones desarrolladas para alcanzar los impostergables acuerdos que se requieren en esta materia si actúa de esa forma.
Señor Presidente:
Para el G77 es tarea prioritaria cambiar de una vez los paradigmas de la ciencia, la tecnología y la innovación, que se limitan a los entornos y perspectivas del Norte, por lo que privan a la comunidad científica internacional de un capital intelectual considerable.
La exitosa Cumbre en La Habana lanzó un llamado urgente a nuclear la ciencia, la tecnología y la innovación en torno a la irrenunciable meta del desarrollo sostenible.
Allí decidimos retomar el trabajo del Consorcio de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Sur, a fin de promover proyectos de investigación conjuntos y propiciar encadenamientos productivos que reduzcan la dependencia de los mercados del Norte.
Acordamos también promover la convocatoria, para 2025, a una Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo.
Los 17 proyectos de cooperación que Cuba ha conformado en el marco de su Presidencia del G77 contribuirán a canalizar y a triangular las potencialidades de la cooperación Sur-Sur. Exhortamos a las naciones más ricas y a los organismos internacionales a participar en estas iniciativas.
Cuba no cejará en sus esfuerzos para impulsar el potencial creativo, la influencia y el liderazgo del G77. Nuestro Grupo tiene mucho que aportar al multilateralismo, la estabilidad, la justicia y racionalidad que hoy requiere el mundo.
Excelencias:
A todos los problemas y desafíos que caracterizan la realidad de nuestras naciones y movilizan a los pueblos, se añaden las medidas coercitivas unilaterales, eufemísticamente llamadas sanciones, que se han convertido en práctica de Estados poderosos que pretenden actuar como jueces universales para debilitar y destruir economías y aislar y someter a Estados soberanos.
Cuba no es el primer Estado soberano contra el que se lanzan medidas de ese carácter, pero es el que por más tiempo las ha soportado, a despecho de la condena mundial que cada año se manifiesta de manera casi unánime en esta Asamblea, irrespetada y desoída en su voluntad expresa por el Gobierno de la mayor potencia económica, financiera y militar del mundo.
No fuimos los primeros y no somos los últimos. Las presiones para aislar y debilitar economías y Estados soberanos, hoy afectan también a Venezuela, a Nicaragua y, antes y después, han sido el preludio de invasiones y derrocamientos de
gobiernos “incómodos” en el Oriente Medio.
Rechazamos las medidas coercitivas unilaterales impuestas a países como Zimbabue, Siria, la República Popular Democrática de Corea e Irán, entre otros muchos países cuyos pueblos sufren el negativo impacto de estas.
Reiteramos la solidaridad con la causa del pueblo palestino.
Apoyamos el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
¡Luchemos por un mundo de paz sin guerras ni conflictos!
Hace cinco años hablé por primera vez desde este podio, donde antes estuvieron el histórico líder de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y el General de Ejército Raúl Castro Ruz, para exponer esas verdades y los ideales de paz y justicia de un pequeño archipiélago que ha resistido y resistirá a la altura de la dignidad, el valor y la inquebrantable firmeza de su pueblo y su historia.
Pero no puedo pasar por esta tribuna mundial sin denunciar, otra vez más, que hace 60 años Cuba sufre un bloqueo económico asfixiante, concebido para deprimir sus ingresos y nivel de vida, padecer escasez continua de alimentos, medicinas y otros insumos básicos y coartar sus potencialidades de desarrollo.
Esa es la naturaleza y esos son los objetivos de la política de coerción económica y máxima presión que aplica el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, en violación del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
No existe una sola medida o acción de Cuba para dañar a los Estados Unidos, para perjudicar a su sector económico, su actividad comercial o su tejido social.
No existe acto alguno de Cuba que amenace la independencia de los Estados Unidos, su seguridad nacional, que lacere sus derechos soberanos, interfiera en sus asuntos internos o que afecte el bienestar de su pueblo. La conducta estadounidense es absolutamente unilateral e injustificada.
El pueblo cubano resiste y vence creativamente cada día frente a esa guerra económica despiadada, que desde 2019, en plena pandemia, escaló de modo oportunista a una dimensión aún más extrema, cruel e inhumana. ¡Las afectaciones son brutales!
El Gobierno de los Estados Unidos presionó a entidades para que no suministraran el oxígeno medicinal y los ventiladores pulmonares que se necesitaban en Cuba para enfrentar el pico pandémico.
¡Nuestros científicos cubanos crearon las vacunas y desarrollaron los ventiladores pulmonares que salvaron al país y que pusimos en disposición de otros países del mundo!
Con saña y precisión quirúrgica, en Washington y la Florida han calculado cómo infligir el mayor daño posible a las familias cubanas.
Estados Unidos persigue y ha tratado de impedir los suministros de combustibles y lubricantes a nuestro país, acción que parecería impensable en tiempo de paz.
En un mundo globalizado no es solo absurdo, sino criminal, prohibir el acceso a tecnologías, incluyendo equipamientos médicos, que tengan más de un 10 % de componentes estadounidenses.
Es vergonzosa su actuación contra la cooperación médica que presta Cuba en numerosas naciones. Llega a amenazar abiertamente a gobiernos soberanos por solicitar esa contribución y responder a las necesidades de salud pública de sus poblaciones.
Estados Unidos priva a sus ciudadanos del derecho a viajar a Cuba, desafiando su propia Constitución.
El recrudecimiento del bloqueo impacta en los altos flujos migratorios que se registran en nuestro país en los últimos años, lo que supone un costo doloroso para las familias cubanas y consecuencias demográficas y económicas adversas para la nación.
El Gobierno de los Estados Unidos miente y hace un enorme daño a los esfuerzos internacionales para combatir el terrorismo, cuando acusa a Cuba, sin fundamento alguno, de ser un país patrocinador de ese flagelo.
Amparados en esa arbitraria y fraudulenta acusación extorsionan a cientos de entidades bancarias y financieras en todas partes del mundo y las obligan a elegir entre continuar sus relaciones con los Estados Unidos o mantener sus vínculos con Cuba.
Nuestro país sufre un cerco real, una guerra económica extraterritorial, cruel y silenciosa. Se acompaña de una poderosa maquinaria política de desestabilización, con fondos millonarios aprobados por el Congreso de los Estados Unidos, con el fin de capitalizar las carencias que provoca el bloqueo y socavar el orden constitucional del país y la tranquilidad ciudadana.
A pesar de la hostilidad de su gobierno, continuaremos tendiendo puentes con el pueblo de los Estados Unidos, como hacemos con todos los pueblos del mundo.
Fortaleceremos, cada vez más, los vínculos con la emigración cubana en cualquier rincón del planeta.
Señor presidente:
La promoción y protección de los derechos humanos es un ideal común, que demanda un genuino espíritu de respeto y diálogo constructivo entre los Estados.
Lamentablemente, a 75 años de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la realidad es muy diferente. Esta temática se ha convertido en un arma política de naciones poderosas que buscan someter a sus designios geopolíticos a naciones independientes, fundamentalmente del Sur.
Ningún país está exento de retos, como ninguno tiene autoridad para considerarse un paradigma en materia de derechos humanos y estigmatizar a otros modelos, culturas o Estados soberanos.
Defendemos el diálogo y la cooperación como vías efectivas para la promoción y protección de los derechos humanos, sin politización ni selectividad; sin la aplicación de dobles raseros, condicionamientos ni presiones.
En ese espíritu, Cuba ha presentado su candidatura al Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2024-2026, en las elecciones que tendrán lugar el próximo 10 de octubre. Agradecemos de antemano la confianza de los países que ya nos han otorgado su valioso apoyo.
De ser electos, la voz de Cuba continuará alzándose con una visión universal, siempre desde el Sur, en favor de los intereses legítimos de los países en desarrollo, desde el compromiso constructivo y la indeclinable responsabilidad con la realización plena de todos los derechos humanos para todos.
Cuba seguirá fortaleciendo su democracia y su modelo socialista, que aun asediado, ha demostrado cuánto puede hacer un país en desarrollo, de pequeñas dimensiones y con escasa riqueza natural.
Continuaremos nuestro proceso transformador en la búsqueda de salidas al cerco que nos impone el imperialismo estadounidense y de vías para lograr la prosperidad con justicia social que merece nuestro pueblo.
En ese empeño, ¡no renunciaremos nunca al derecho a defendernos!
Señor presidente:
Distinguidos Jefes de Delegación y otros representantes:
Concluyo extendiendo una invitación a todos a trabajar por superar las diferencias y enfrentar juntos los retos comunes, con sentido de urgencia. Para ello, las Naciones Unidas y esta Asamblea General, incluso con sus limitaciones, son el instrumento más poderoso de que disponemos.
¡Cuenten siempre con Cuba para defender el multilateralismo y promover juntos la paz y el desarrollo sostenible para todos!
¡Siempre será un honor pelear por la justicia, compartiendo las dificultades y los desafíos con los pueblos del Sur, dispuestos a cambiar la historia! ¡Y venceremos!
Aunque han transcurrido 61 años del monstruoso asesinato del joven alfabetizador Manuel Ascunce Domenech y su alumno, el campesino Pedro Lantigua, el hecho sigue vivo en la memoria histórica, como muestra de lo que son capaces de hacer los voraces enemigos del pueblo, guiados por la mano sangrienta del amo Imperial quien los arma, entrena y paga.
Solo 16 años de edad contaba el maestro cuando los criminales irrumpieron la noche del 26 de noviembre de 1961 en el humilde bohío donde se albergaba. Iban en busca de víctimas para sembrar el terror en el campo, interrumpir la campaña de alfabetización y justificarse ante os ojos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana, que financiaba y amparaba las bandas contrarrevolucionarias en la Sierra del Escambray, centro sur de Cuba.
La Campaña de Alfabetización se desarrollaba exitosamente en toda la nación. Por vez primera los humildes del campo y la ciudad accedían al conocimiento, base indispensable sobre la que se edificaría la obra revolucionaria de justicia social.
Braulio Amador, jefe de los asesinos (meses después fue fusilado), iba al frente de los malhechores. Interrumpieron las clases y raptaron a Manolito y Pedro a quienes torturaron hasta la muerte.
El certificado forense de Ascunce dice: "... catorce heridas punzantes en el abdomen realizadas en vida... Contusión y signos de tortura en los órganos genitales. Signos de arrastre en las regiones escapulares y glúteas. Desgarraduras de la piel. Surco profundo en el cuello, que demuestra la muerte por ahorcamiento."
Testimonios de alfabetizadores de la misma zona donde se desempeñaba Manolo afirman que el joven se negó a abandonar su deber, y a las preguntas inquisitivas de los bandidos afirmó categórico: "Sí, soy el maestro".
El Comandante en Jefe Fidel Castro supo del suceso durante las sesiones del XI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba e informó a los asistentes: "Compañeros trabajadores: en el día de hoy hemos recibido la noticia de que un joven brigadista alfabetizador, de 16 años de edad, fue asesinado por elementos contrarrevolucionarios en la Finca Palmarito, barrio de Río Ay, término municipal de Trinidad, Las Villas. El joven se nombra, o se nombraba, o se nombra y seguirá nombrándose siempre Manuel Ascunce Domenech."
Nunca habrá consuelo ante las pérdidas horrendas de seres humanos que en la vida edificaron obras de amor y cultura para el crecimiento de la especie, y sucumbieron por la codicia, la maldad y el odio que inspira a los depredadores del futuro…
Lo que hicieron a Manolito y Pedro es simple muestra de otros muchos crímenes cometidos por el imperio y sus agentes… Si pudieran, ¿qué no harían hoy las hordas invasoras y sus mercenarios contra estudiantes, maestros, niños, mujeres, obreros, campesinos, intelectuales, contra todos los cubanos amantes de la paz y de la justicia, que han luchado denodadamente para edificar una sociedad más justa?
"Por sus obras los conoceréis", reza un sabio enunciado bíblico. Sí, ciertamente, siempre seguirán nombrándose Manuel y Pedro. Es parte de la memoria histórica, la que duele y obliga.