Blogia
DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

CUBA, Revolución y obra

Siempre será un honor pelear por la justicia (+ Video)

Siempre será un honor pelear por la justicia (+ Video)

Siempre será un honor pelear por la justicia (+ Video)

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Debate General del 78 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

 Autor: Miguel Díaz-Canel Bermúdez | internet@granma.cu

19 de septiembre de 2023 21:09:35

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en el Debate General del 78 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 19 de septiembre de 2023, “Año 65 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

 

Señor Presidente;

Señor Secretario General;

Excelencias:

Traigo a esta Asamblea la voz del Sur, la de los “explotados y los vilipendiados”, como se le oyó decir al Che Guevara en esta misma Sala hace casi 60 años.

Pueblos diversos con problemas comunes.  Lo acabamos de confirmar en La Habana, que se honró en acoger la Cumbre de líderes y otros altos representantes del Grupo de los 77 y China, la agrupación de naciones más representativa, amplia y diversa que existe en la esfera multilateral.

Durante dos días, prácticamente sin descanso, más de 100 representantes de las 134 naciones que integran el Grupo levantaron sus voces para demandar cambios que ya no pueden posponerse más en el injusto, irracional y abusivo orden económico internacional, que ha profundizado, año tras años, las enormes

desigualdades entre una minoría de naciones muy desarrolladas y una mayoría que no logra superar el eufemismo de “naciones en desarrollo”.

Peor aún, como reconoció el Secretario General de Naciones Unidas en la Cumbre de La Habana, el G77 se fundó hace seis décadas para remediar siglos de injusticia y abandono, y en el convulso mundo actual sus miembros se ven enredados en una maraña de crisis mundiales, donde la pobreza va en aumento y el hambre es cada vez mayor.

Nos unió la necesidad de cambiar lo que no ha sido resuelto y la condición de víctimas principales de la actual crisis multidimensional global, del abusivo intercambio desigual, de la brecha científica y tecnológica y de la degradación del medio ambiente.

Pero también nos une, desde hace más de medio siglo, el desafío ineludible y la determinación de transformar el orden internacional actual que, además de excluyente e irracional, es insostenible para el planeta e inviable para el bienestar de todos.

Los países representados en el G77 y China, donde vive el 80 % de la población mundial, no solo tenemos el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que nos marginan del progreso global y convierten a muchos pueblos del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación.  Urge un nuevo y más justo contrato global.

Señor Presidente:

A solo siete años del plazo fijado para el cumplimiento de la esperanzadora Agenda 2030, el panorama es desalentador.  Esta augusta institución lo ha reconocido ya: al ritmo actual, no se alcanzará ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, y más de la mitad de las 169 metas acordadas serán incumplidas.

En pleno siglo XXI, ofende a la condición humana que casi 800 millones de personas padezcan de hambre en un planeta que produce lo suficiente para alimentar a todos.  O que en la era del conocimiento y desarrollo acelerado de las tecnologías de la información y las comunicaciones, más de 760 millones de personas, dos terceras partes de ellas mujeres, no sepan leer ni escribir.

Los esfuerzos de los países en desarrollo no bastan para implementar la Agenda 2030.  Tienen que estar respaldados con acciones concretas de acceso a mercados, financiamientos en condiciones justas y preferenciales, transferencia de tecnologías y cooperación Norte-Sur.

No estamos pidiendo limosnas ni rogando favores.  El G77 reclama derechos y continuará demandando una transformación profunda de la actual arquitectura financiera internacional, porque es profundamente injusta, anacrónica y disfuncional; porque fue diseñada para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar un sistema de dominación que acrecienta el subdesarrollo y reproducir un modelo de colonialismo moderno.

Necesitamos y demandamos instituciones financieras en las que nuestros países tengan real capacidad de decisión y acceso a la financiación.

Urge una recapitalización de los Bancos Multilaterales de Desarrollo para mejorar radicalmente sus condiciones de préstamo y satisfacer las necesidades financieras del Sur.

Los países de este Grupo han debido destinar 379 000 millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de nuevos Derechos Especiales de Giro que les asignó el Fondo Monetario Internacional.

Es necesaria la racionalización, revisión y cambio del papel de las agencias de calificación crediticia. Resulta también imperativo establecer criterios que vayan más allá del producto interno bruto, para definir el acceso de los países en desarrollo a la financiación en condiciones favorables y a la cooperación técnica adecuada.

Mientras los países más ricos incumplen su compromiso de destinar al menos el 0,7 % de su producto nacional bruto a la Ayuda Oficial al Desarrollo, las naciones del Sur tienen que gastar hasta el 14 % de sus ingresos para pagar intereses asociados a la deuda externa.

La mayoría de las naciones del G77 se ven compulsadas a destinar más recursos al servicio de la deuda que a inversiones en salud o educación.  ¿Qué desarrollo sostenible puede alcanzarse con ese dogal al cuello?

El Grupo reitera hoy su llamado a los acreedores públicos, multilaterales y privados para refinanciar la deuda a través de garantías de crédito, intereses más bajos y plazos de vencimiento más extensos.

Insistimos en la instrumentación de un mecanismo multilateral de renegociación de deuda soberana con una participación efectiva de los países del Sur, que permita un tratamiento justo, balanceado y orientado hacia el desarrollo.

Resulta perentorio rediseñar de una vez los instrumentos de deuda e incluir cláusulas de activación para proporcionar alivio y reestructuración, tan pronto como un país se vea afectado por catástrofes naturales o choques macroeconómicos, problemas tan comunes en las naciones más vulnerables.

Señor Presidente:

Nadie sensato discute ya que el cambio climático amenaza la supervivencia de todos, con efectos irreversibles.

Tampoco es secreto que quienes menos influyen en la crisis climática son los que más padecen sus efectos, en particular los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.  Mientras, los países industrializados, depredadores voraces de recursos y del medio ambiente, eluden su mayor responsabilidad e incumplen su compromiso bajo la Convención Marco de Cambio Climático y el Acuerdo de París.

Por solo citar un ejemplo, resulta profundamente decepcionante que la meta de movilizar no menos de 100 000 millones de dólares al año y hasta 2020 como financiación climática, nunca se haya cumplido.

De cara a la 28 Conferencia de Estados Partes de la Convención Marco (COP28), para los países del Grupo de los 77 serán prioridades el ejercicio de Balance Global; la operacionalización del Fondo para Pérdidas y Daños; la definición del marco para el Objetivo de Adaptación y el establecimiento de una nueva meta de financiamiento climático, con pleno apego al principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.

El G77 está convocando a una Cumbre de Líderes del Sur, a celebrarse el próximo 2 de diciembre en el contexto de la COP28, en Dubái.  Esta iniciativa, inédita en el marco de una Conferencia de las Partes, será un espacio para articular las posiciones de nuestro Grupo al más alto nivel en el contexto de las negociaciones climáticas.

La COP28 demostrará así, más allá de los discursos, que hay una real voluntad política de las naciones desarrolladas para alcanzar los impostergables acuerdos que se requieren en esta materia si actúa de esa forma.

Señor Presidente:

Para el G77 es tarea prioritaria cambiar de una vez los paradigmas de la ciencia, la tecnología y la innovación, que se limitan a los entornos y perspectivas del Norte, por lo que privan a la comunidad científica internacional de un capital intelectual considerable.

La exitosa Cumbre en La Habana lanzó un llamado urgente a nuclear la ciencia, la tecnología y la innovación en torno a la irrenunciable meta del desarrollo sostenible.

Allí decidimos retomar el trabajo del Consorcio de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Sur, a fin de promover proyectos de investigación conjuntos y propiciar encadenamientos productivos que reduzcan la dependencia de los mercados del Norte.

Acordamos también promover la convocatoria, para 2025, a una Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo.

Los 17 proyectos de cooperación que Cuba ha conformado en el marco de su Presidencia del G77 contribuirán a canalizar y a triangular las potencialidades de la cooperación Sur-Sur.  Exhortamos a las naciones más ricas y a los organismos internacionales a participar en estas iniciativas.

Cuba no cejará en sus esfuerzos para impulsar el potencial creativo, la influencia y el liderazgo del G77.  Nuestro Grupo tiene mucho que aportar al multilateralismo, la estabilidad, la justicia y racionalidad que hoy requiere el mundo.

Excelencias:

A todos los problemas y desafíos que caracterizan la realidad de nuestras naciones y movilizan a los pueblos, se añaden las medidas coercitivas unilaterales, eufemísticamente llamadas sanciones, que se han convertido en práctica de Estados poderosos que pretenden actuar como jueces universales para debilitar y destruir economías y aislar y someter a Estados soberanos.

Cuba no es el primer Estado soberano contra el que se lanzan medidas de ese carácter, pero es el que por más tiempo las ha soportado, a despecho de la condena mundial que cada año se manifiesta de manera casi unánime en esta Asamblea, irrespetada y desoída en su voluntad expresa por el Gobierno de la mayor potencia económica, financiera y militar del mundo.

No fuimos los primeros y no somos los últimos.  Las presiones para aislar y debilitar economías y Estados soberanos, hoy afectan también a Venezuela, a Nicaragua y, antes y después, han sido el preludio de invasiones y derrocamientos de

gobiernos “incómodos” en el Oriente Medio.

Rechazamos las medidas coercitivas unilaterales impuestas a países como Zimbabue, Siria, la República Popular Democrática de Corea e Irán, entre otros muchos países cuyos pueblos sufren el negativo impacto de estas.

Reiteramos la solidaridad con la causa del pueblo palestino.

Apoyamos el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.

¡Luchemos por un mundo de paz sin guerras ni conflictos!

Hace cinco años hablé por primera vez desde este podio, donde antes estuvieron el histórico líder de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y el General de Ejército Raúl Castro Ruz, para exponer esas verdades y los ideales de paz y justicia de un pequeño archipiélago que ha resistido y resistirá a la altura de la dignidad, el valor y la inquebrantable firmeza de su pueblo y su historia.

Pero no puedo pasar por esta tribuna mundial sin denunciar, otra vez más, que hace 60 años Cuba sufre un bloqueo económico asfixiante, concebido para deprimir sus ingresos y nivel de vida, padecer escasez continua de alimentos, medicinas y otros insumos básicos y coartar sus potencialidades de desarrollo.

Esa es la naturaleza y esos son los objetivos de la política de coerción económica y máxima presión que aplica el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, en violación del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.

No existe una sola medida o acción de Cuba para dañar a los Estados Unidos, para perjudicar a su sector económico, su actividad comercial o su tejido social.

No existe acto alguno de Cuba que amenace la independencia de los Estados Unidos, su seguridad nacional, que lacere sus derechos soberanos, interfiera en sus asuntos internos o que afecte el bienestar de su pueblo.  La conducta estadounidense es absolutamente unilateral e injustificada.

El pueblo cubano resiste y vence creativamente cada día frente a esa guerra económica despiadada, que desde 2019, en plena pandemia, escaló de modo oportunista a una dimensión aún más extrema, cruel e inhumana.  ¡Las afectaciones son brutales!

El Gobierno de los Estados Unidos presionó a entidades para que no suministraran el oxígeno medicinal y los ventiladores pulmonares que se necesitaban en Cuba para enfrentar el pico pandémico.

¡Nuestros científicos cubanos crearon las vacunas y desarrollaron los ventiladores pulmonares que salvaron al país y que pusimos en disposición de otros países del mundo!  

Con saña y precisión quirúrgica, en Washington y la Florida han calculado cómo infligir el mayor daño posible a las familias cubanas.

Estados Unidos persigue y ha tratado de impedir los suministros de combustibles y lubricantes a nuestro país, acción que parecería impensable en tiempo de paz.

En un mundo globalizado no es solo absurdo, sino criminal, prohibir el acceso a tecnologías, incluyendo equipamientos médicos, que tengan más de un 10 % de componentes estadounidenses.

Es vergonzosa su actuación contra la cooperación médica que presta Cuba en numerosas naciones. Llega a amenazar abiertamente a gobiernos soberanos por solicitar esa contribución y responder a las necesidades de salud pública de sus poblaciones.

Estados Unidos priva a sus ciudadanos del derecho a viajar a Cuba, desafiando su propia Constitución.

El recrudecimiento del bloqueo impacta en los altos flujos migratorios que se registran en nuestro país en los últimos años, lo que supone un costo doloroso para las familias cubanas y consecuencias demográficas y económicas adversas para la nación.

El Gobierno de los Estados Unidos miente y hace un enorme daño a los esfuerzos internacionales para combatir el terrorismo, cuando acusa a Cuba, sin fundamento alguno, de ser un país patrocinador de ese flagelo.

Amparados en esa arbitraria y fraudulenta acusación extorsionan a cientos de entidades bancarias y financieras en todas partes del mundo y las obligan a elegir entre continuar sus relaciones con los Estados Unidos o mantener sus vínculos con Cuba.

Nuestro país sufre un cerco real, una guerra económica extraterritorial, cruel y silenciosa.  Se acompaña de una poderosa maquinaria política de desestabilización, con fondos millonarios aprobados por el Congreso de los Estados Unidos, con el fin de capitalizar las carencias que provoca el bloqueo y socavar el orden constitucional del país y la tranquilidad ciudadana.

A pesar de la hostilidad de su gobierno, continuaremos tendiendo puentes con el pueblo de los Estados Unidos, como hacemos con todos los pueblos del mundo.

Fortaleceremos, cada vez más, los vínculos con la emigración cubana en cualquier rincón del planeta.

Señor presidente:

La promoción y protección de los derechos humanos es un ideal común, que demanda un genuino espíritu de respeto y diálogo constructivo entre los Estados. 

Lamentablemente, a 75 años de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la realidad es muy diferente.  Esta temática se ha convertido en un arma política de naciones poderosas que buscan someter a sus designios geopolíticos a naciones independientes, fundamentalmente del Sur.

Ningún país está exento de retos, como ninguno tiene autoridad para considerarse un paradigma en materia de derechos humanos y estigmatizar a otros modelos, culturas o Estados soberanos.

Defendemos el diálogo y la cooperación como vías efectivas para la promoción y protección de los derechos humanos, sin politización ni selectividad; sin la aplicación de dobles raseros, condicionamientos ni presiones.

En ese espíritu, Cuba ha presentado su candidatura al Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2024-2026, en las elecciones que tendrán lugar el próximo 10 de octubre.  Agradecemos de antemano la confianza de los países que ya nos han otorgado su valioso apoyo.

De ser electos, la voz de Cuba continuará alzándose con una visión universal, siempre desde el Sur, en favor de los intereses legítimos de los países en desarrollo, desde el compromiso constructivo y la indeclinable responsabilidad con la realización plena de todos los derechos humanos para todos.

Cuba seguirá fortaleciendo su democracia y su modelo socialista, que aun asediado, ha demostrado cuánto puede hacer un país en desarrollo, de pequeñas dimensiones y con escasa riqueza natural.

Continuaremos nuestro proceso transformador en la búsqueda de salidas al cerco que nos impone el imperialismo estadounidense y de vías para lograr la prosperidad con justicia social que merece nuestro pueblo.

En ese empeño, ¡no renunciaremos nunca al derecho a defendernos!

Señor presidente:

Distinguidos Jefes de Delegación y otros representantes:

Concluyo extendiendo una invitación a todos a trabajar por superar las diferencias y enfrentar juntos los retos comunes, con sentido de urgencia.  Para ello, las Naciones Unidas y esta Asamblea General, incluso con sus limitaciones, son el instrumento más poderoso de que disponemos.

¡Cuenten siempre con Cuba para defender el multilateralismo y promover juntos la paz y el desarrollo sostenible para todos!

¡Siempre será un honor pelear por la justicia, compartiendo las dificultades y los desafíos con los pueblos del Sur, dispuestos a cambiar la historia!  ¡Y venceremos!

Muchas gracias (Aplausos).  VIDEO

 https://youtu.be/1IZXhxavduk

Ascunce y Lantigua en la memoria histórica que duele y obliga

Ascunce y Lantigua en la memoria histórica que duele y obliga

Roberto Pérez Betancourt

Aunque han transcurrido 61 años del monstruoso asesinato del joven alfabetizador Manuel Ascunce Domenech y su alumno, el campesino Pedro Lantigua, el hecho sigue vivo en la memoria histórica, como muestra de lo que son capaces de hacer los voraces enemigos del pueblo, guiados por la mano sangrienta del amo Imperial quien los arma, entrena y paga.   

Solo 16 años de edad contaba el maestro cuando los criminales irrumpieron la noche del 26 de noviembre de 1961 en el humilde bohío donde se albergaba. Iban en busca de víctimas para sembrar el terror en el campo, interrumpir la campaña de alfabetización y justificarse ante os ojos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana, que financiaba y amparaba las bandas contrarrevolucionarias en la Sierra del Escambray, centro sur de Cuba. 

  La Campaña de Alfabetización se desarrollaba exitosamente en toda la nación. Por vez primera los humildes del campo y la ciudad accedían al conocimiento, base indispensable sobre la que se edificaría la obra revolucionaria de justicia social.  

 Braulio Amador, jefe de los asesinos (meses después fue fusilado), iba al frente de los malhechores. Interrumpieron las clases y raptaron a Manolito y Pedro a quienes torturaron hasta la muerte. 

  El certificado forense de Ascunce dice: "... catorce heridas punzantes en el abdomen realizadas en vida... Contusión y signos de tortura en los órganos genitales. Signos de arrastre en las regiones escapulares y glúteas. Desgarraduras de la piel. Surco profundo en el cuello, que demuestra la muerte por ahorcamiento."

Testimonios de alfabetizadores de la misma zona donde se desempeñaba Manolo afirman que el joven se negó a abandonar su deber, y a las preguntas inquisitivas de los bandidos afirmó categórico: "Sí, soy el maestro".  

 El Comandante en Jefe Fidel Castro supo del suceso durante las sesiones del XI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba e informó a los asistentes:   "Compañeros trabajadores: en el día de hoy hemos recibido la noticia de que un joven brigadista alfabetizador, de 16 años de edad, fue asesinado por elementos contrarrevolucionarios en la Finca Palmarito, barrio de Río Ay, término municipal de Trinidad, Las Villas. El joven se nombra, o se nombraba, o se nombra y seguirá nombrándose siempre Manuel Ascunce Domenech."  

 Nunca habrá consuelo ante las pérdidas horrendas de seres humanos que en la vida edificaron obras de amor y cultura para el crecimiento de la especie, y sucumbieron por la codicia, la maldad y el odio que inspira a los depredadores del futuro…   

Lo que hicieron a Manolito y Pedro es simple muestra de otros muchos crímenes cometidos por el imperio y sus agentes… Si pudieran, ¿qué no harían hoy las hordas invasoras y sus mercenarios contra estudiantes, maestros, niños, mujeres, obreros, campesinos, intelectuales, contra todos los cubanos amantes de la paz y de la justicia, que han luchado denodadamente para edificar una sociedad más justa?

 "Por sus obras los conoceréis", reza un sabio enunciado bíblico.   Sí, ciertamente, siempre seguirán nombrándose Manuel y Pedro. Es parte de la memoria histórica, la que duele y obliga.   

¡Entregando el corazón a Cuba, así vamos por más!

¡Entregando el corazón a Cuba, así vamos por más!

Comunicador EMSIL comunicando, extra, miércoles 20 de abril de 2022

Por considerarlo de sumo interés por su contenido, orientaciones y actualidad, transmitimos este importante discurso del compañero Miguel Mario Díaz- Canel Bermúdez para los trabajadores y  dependencias de la EMSIL.

(Roberto Pérez Betancourt, Comunicador institucional)

¡Entregando el corazón a Cuba, así vamos por más!

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura de la Asamblea Provincial del Partido de La Habana, en el Palacio de las Convenciones, el 9 de abril de 2022, «Año 64 de la Revolución»

Autor: Miguel Díaz-Canel Bermúdez | internet@granma.cu

19 de abril de 2022 20:04:35

 (Versiones Taquigráficas–Presidencia de la República)

Foto: José Manuel Correa

Queridas compañeras y queridos compañeros que han participado en esta importante Asamblea de Balance del Partido en la capital de nuestro país representando a la militancia comunista de la capital:

Nuestras primeras palabras son para ratificar las felicitaciones y el reconocimiento a los elegidos como miembros del Comité Provincial del Partido y de su Buró Provincial, a los cuadros que han consagrado su vida en los últimos años a la difícil y exigente labor partidista en este lugar y que hoy pasan a desempeñarse en otras importantes actividades revolucionarias, y, en particular, al compañero Luis Torres Iríbar, ratificado como Primer Secretario del Comité Provincial del Partido, quien incansablemente ha unido y convocado fuerzas para superar retos difíciles, adversidades y situaciones complejas promoviendo el entusiasmo revolucionario sintetizado en esa frase que todos compartimos y defendemos: «¡Por La Habana, lo más grande!»

Con esta Asamblea, caracterizada por el debate crítico, honesto, combativo y comprometido, culmina el proceso de balance a nivel provincial orientado al seguimiento del Octavo Congreso del Partido. 

Este proceso ha aportado los siguientes elementos: en primer lugar, hemos apreciado que hay claridad y hay una apropiación de los conceptos, ideas y directrices que se derivaron del debate del Octavo Congreso del Partido.  Se ha venido dando seguimiento a estos temas, o sea, no hemos llegado a las asambleas provinciales para empezar a implementar los acuerdos del Octavo Congreso; por el contrario, después del Octavo Congreso, después de cómo cada provincia trabajó con sus estrategias particulares para implementar los acuerdos del Octavo Congreso, se le ha dado seguimiento al mismo, y hoy aquí llegamos con un debate maduro donde se empiezan a articular estas ideas, estos conceptos, estas directrices en hechos concretos, y donde, sobre todo, está por delante todo lo que tenemos que hacer.

Aportó también una mejor composición en el color de la piel, sexo, edad de los burós y comités municipales y provinciales del Partido; una adecuada renovación de los cuadros. 

Los informes se hicieron públicos en todas las provincias y, por lo tanto, contaron también con el debate de nuestra población   –Morales me daba una cifra de más de medio millón de personas que de una manera u otra participaron en debates sobre estos informes–, y hay que decir que fueron informes críticos, objetivos, realistas y eso mismo les dio un carácter de credibilidad, porque en ellos estaban los principales problemas que tiene que enfrentar nuestra población en su vida cotidiana y que tenemos que resolver desde el Partido.

Existió un amplio intercambio con la militancia y la población; se abordaron los problemas que más afectan a la población y al país y se tocaron temas trascendentales como son: el trabajo político-ideológico, la batalla ideológica, el funcionamiento del Partido, la batalla económica, el trabajo en los barrios y las comunidades, los jóvenes y la Política de Cuadros.

Hay que decir que trabajando para estas asambleas provinciales posterior al Octavo Congreso hemos dado continuidad al Octavo Congreso, y, simultáneamente, mientras se realizaban estos procesos de balances provinciales también ya estábamos enfrascados en las asambleas de la militancia por sectores –algunos de ustedes se han referido al desarrollo de las mismas en sus intervenciones–, las que nos deben conducir a la Conferencia Nacional del Partido que vamos a tener el próximo año. O sea, dos años de congreso: en el primer año completamos un ciclo de asambleas provinciales del Partido y asambleas con la militancia, y en el segundo año después del Congreso estaremos entonces haciendo todo un grupo de valoraciones internas del trabajo del Partido en una conferencia nacional.

Por otra parte, hay que considerar también como continuidad de ese Octavo Congreso los debates y los aportes del II y III Pleno del Comité Central del Partido, donde ustedes han visto que los temas que hemos llevado y que se han discutido han sido temas de continuidad del Congreso y los acuerdos han estado orientados a implementar concretamente también directrices aprobadas en ese Congreso.

Hemos estado involucrados –no ha concluido todavía– en un proceso de análisis de las estructuras empresariales de los cargos administrativos a nivel de empresa para fortalecer también la gestión y la dirección empresarial en nuestro país. Con todo eso solo estamos en la arrancada, pero el camino para hacer efectivos los acuerdos del Congreso necesita de muchas precisiones y acciones que involucren, sobre todo, a una gran parte de nuestra sociedad.

Hay que reconocer que este proceso se ha desarrollado en un contexto complejo. El mundo hoy vive un escenario de disputas simbólicas de poder y guerra cultural y comunicacional que el imperialismo de los Estados Unidos ha venido pregonando desde hace años y que hoy agrede y deja indefensas a varias sociedades en el planeta. Los factores de crisis multilaterales presentes en los últimos años han sido acelerados por la pandemia, se ha elevado la enajenación social de los individuos, por encima de la solidaridad aparece el egoísmo y la despolitización de la sociedad y eso favorece los proyectos de la derecha ultraconservadora, y ustedes han visto cómo en el mundo se ha empezado a manifestar también con determinada peculiaridad el regreso a las ideas del fascismo.

Si fuéramos a describir esta coyuntura tendríamos que hablar de tres elementos fundamentales: en primer lugar, el bloqueo recrudecido.  No estamos hablando del bloqueo, siempre hemos tenido bloqueo, hemos sobrevivido, hemos resistido y hemos avanzado en medio de las prácticas de la política brutal de bloqueo; pero el bloqueo que hemos vivido, sobre todo en los dos últimos años, es un bloqueo recrudecido a partir de la aplicación de las 243 medidas de la administración Trump que ha mantenido de manera inalterable la administración de Biden, lo que demuestra que, en los Estados Unidos, Partido Demócrata y Partido Republicano son uno solo, piensan como igual y defienden, ante todo, una estrategia hegemónica de dominio imperial.

Esas medidas golpearon fuertemente nuestras fuentes de ingresos, golpearon fuertemente nuestras exportaciones y un grupo de actividades económicas fundamentales como el turismo; han fracturado las relaciones entre las familias cubanas en Cuba y en el exterior; nos han ocasionado enormes dificultades en las operaciones financieras y por eso hemos tenido que resistir en unas condiciones donde nos han faltado insumos para nuestros principales procesos productivos y de servicios, de desabastecimiento de alimentos, combustibles y medicamentos.

Aquí se ha hablado mucho de comunicación social, de comunicación institucional, de la necesidad de la comunicación como uno de los pilares del trabajo del Partido y también del Gobierno, de las insatisfacciones que hay todavía con la comunicación, en la manera en que hacemos la comunicación política; pero yo creo que uno de los retos que tiene esa comunicación es precisamente que nosotros le pongamos rostro al bloqueo, y los rostros del bloqueo en Cuba son las familias que, afectadas por el bloqueo, han tenido que padecer el fallecimiento de una persona porque no llegó en el tiempo que necesitaba un medicamento que es negado por el Gobierno de los Estados Unidos, o los que en algún momento no pudieron en una sala de terapia intensiva recibir el servicio de un ventilador pulmonar porque, sencillamente, el Gobierno de los Estados Unidos nunca lo permitió, o por los esfuerzos que tuvimos que hacer –aquí ha sido reconocido– para la creación por nuestros científicos de una vacuna soberana, que nos diera soberanía para enfrentar a la
COVID-19.

Entonces, aunque hemos hecho una proeza tremenda, aunque hoy somos uno de los países que mejores resultados exhibimos en el enfrentamiento a la pandemia, llegamos tarde a la vacunación porque tuvimos que investigar, tuvimos que hacer estudio, ensayos clínicos, tuvimos que hacer estudios de emergencia para después de que eso estuviera validado poder vacunar a nuestra población.  Pero hay que decir que cuando empezamos a vacunar fuimos el país con más velocidad de vacunación y por eso hoy somos uno de los países que más inmunidad han logrado, porque tenemos uno de los mayores porcientos de población vacunada, incluso ya con refuerzo.

Pero hay que ponerle rostro a ese bloqueo, hay que buscar las historias de vida en nuestras familias, en nuestros ciudadanos, en nuestras personas, en nuestros procesos que han tenido consecuencias importantes producto de la política brutal de bloqueo.

El otro elemento es la agresividad del imperio norteamericano hacia Cuba. Es una agresividad que es hacia todo el mundo para poder imponer su dominación, que la vemos reflejada en cómo en un mundo en medio de una pandemia que ha ocasionado más de 6 millones de muertes, un mundo que debía estar avanzando hacia la solidaridad, que debía estar uniendo esfuerzos para entre todos salvar vidas humanas, es atizado en contradicciones por la política de ese imperio y hoy está involucrado en nuevas guerras, en nuevos conflictos, en conflictos muy peligrosos para toda la humanidad.

Esa agresividad hacia Cuba se ha manifestado en expresiones de la Guerra No Convencional; están trabajando con laboratorios de intoxicación mediática en las redes sociales hacia Cuba, desacreditando a la Revolución Cubana, campañas que están basadas en la desinformación, en la mentira, en el doble rasero y en la hipocresía imperial.

En días pasados, conversando con un grupo de influencers y youtubers jóvenes, fundamentalmente de América Latina, pero también de otras latitudes del mundo que vinieron a participar en el Coloquio Internacional en ocasión del aniversario de la fundación del periódico Patria por Martí, compartía con ellos la siguiente idea: Fidel siempre nos dijo que un mundo mejor era posible y nos convocó a luchar por ese mundo mejor.  Yo digo que hoy, en las realidades que estamos viviendo, para que el mundo mejor sea posible, como pidió Fidel, hay que mejorar también ese mundo virtual que es una caricatura del mundo real que vivimos.  Y si lo quieren comprobar veamos por el caso de Cuba: la Cuba que está en las redes digitales, la Cuba virtual no tiene nada que ver con la Cuba en la que se está viviendo, en la que nuestro pueblo está una vez más protagonizando una página tremenda de dignidad en resistencia creativa, como ha sido reconocido por el presidente de México, López Obrador, y otras importantes personalidades que conocen realmente nuestra realidad.

En estos días ustedes han visto cómo parte de esa agresividad y esa intoxicación mediática han empezado a mover temas con mucha hipocresía y doble rasero como el tema migratorio, cuando el que ha promovido desde los primeros años de la Revolución la emigración ilegal fue precisamente el Gobierno de los Estados Unidos, y eso lo podemos ver en nuestra historia.  Los gobiernos de Estados Unidos en todos estos años de Revolución han estimulado las salidas ilegales;  la política de Estados Unidos, sucesivamente, por esa contradicción de hipocresía y de doble rasero ha provocado crisis migratorias.

De igual manera se tratan, con esas distorsiones, los temas de la democracia y los derechos humanos al querer abordar la situación de nuestro país.

El tercer elemento ha sido precisamente la COVID-19, que impactó, que llenó de incertidumbre al mundo y que también tuvo consecuencias para nuestro país.

Como dije anteriormente, se nos negó la posibilidad de llegar a vacunas, a medicamentos, a ventiladores pulmonares, a otros insumos. Se lanzó hipócritamente, cuando llegamos al pico pandémico de la variante Delta, entre los meses de junio, julio y agosto, la campaña SOS Matanzas, SOS Ciego de Ávila, SOS Holguín, SOS Cuba, sin embargo, ya todos conocemos la respuesta que dio nuestro país trabajando de forma mancomunada, con el talento de nuestros científicos y con la comprensión y la unidad de nuestro pueblo. Hoy me pregunto, cuando veo todo lo que ha pasado en el mundo y, sobre todo, lo que ha pasado con la COVID-19 en los Estados Unidos, quién es el que necesita un SOS.

Estos tres elementos interrelacionados, vinculados, coincidiendo, convergiendo, indudablemente nos han llevado a una difícil situación económica y social donde prevalecen los desabastecimientos, fundamentalmente de alimentos y medicamentos.

Ahora se nos suman los problemas del abasto de agua con la sequía, la inflación, los altos precios, las interminables colas, los problemas en el transporte, y todo eso va ocasionando agobio, malestar; también las inestabilidades que hemos tenido en el servicio electroenergético nacional, que han provocado los incómodos apagones; hechos vandálicos, hechos contrarrevolucionarios que hemos tenido también que enfrentar, y la existencia de algunos fenómenos que provocan que haya una determinada manera de distribución por canales que se desvían de los conceptos de justicia social que defiende nuestra construcción socialista, y todos son elementos que tenemos que enfrentar con valentía, con sabiduría, con inteligencia en los momentos actuales. Para eso tenemos una estrategia político-ideológica y también tenemos una estrategia económico-social que fueron abordadas y aprobadas en el Octavo Congreso de nuestro Partido.

Con relación a la Estrategia Político-Ideológica quiero rememorar o puntualizar algunos de los conceptos que también abordamos en el Congreso y a los cuales se les está dando continuidad. En el Congreso se reconoció que el Partido Comunista de Cuba continuará en el reconocimiento y defensa de nuestras esencias, que son la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social, y ese es nuestro socialismo.

A ellas sumamos la lucha por una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, que incluya el desarrollo científico, una riqueza espiritual superior, el bienestar y que empodere el diseño de lo funcional y lo bello. Todos esos elementos que aquí han sido tocados de alguna manera están incluidos en esa Estrategia Político-Ideológica.

Hay que reconocer que ante la situación actual existe un enorme reto de perfeccionamiento en nuestra sociedad, para eso el Partido tiene que mirarse por dentro, nos estamos mirando por dentro, continuando la tradición de la crítica dentro del Partido, y para eso tenemos también que desarrollar la más amplia participación popular en todos nuestros procesos y en la toma de decisiones.

Existen temas que nos urge abordar con profundidad y encontrar soluciones, como es la formación de valores, analizar los cambios que se han originado en nuestra sociedad, el crecimiento armónico que debemos tener del sector no estatal en conjunto con el sector estatal, la penetración que han tenido algunas de las falacias de la subversión político-ideológica del Gobierno de los Estados Unidos hacia Cuba, cómo garantizar la continuidad y cómo desempeña un papel real y efectivo en todas estas situaciones
y abordajes de los temas la militancia y las organizaciones de base del Partido.

Se demanda, como ha pedido en otras ocasiones el General de Ejército, un análisis integral de cada uno de estos temas, y recuerdo cuando él expresó: Una importante traba y problema central del proceso complejo de las transformaciones más recientes en el país ha sido la falta de integralidad, lo que ha provocado improvisación, ingenuidad y baja percepción de riesgos.

Hay que asumir entonces estos exigentes retos y lograr la transformación, para eso tenemos que superarnos constantemente, estudiar todos los días y analizar profundamente los problemas.

Creo y quiero compartir, lo he hecho en otras provincias, que hay todo un grupo de elementos, sin querer establecer una metodología que encasille el trabajo político-ideológico, la manera de hacer política, pero sí creo que es bueno que compartamos, que asumamos y que reflexionemos sobre un grupo de elementos que están enraizados en la práctica revolucionaria, están enraizados en nuestra historia, que si los abordamos con integralidad nos pueden conducir por este camino que estamos planteando.

En primer lugar, tener en cuenta la cultura de la nación, y aquí no estoy remitiéndome solo a la cultura artística y literaria, estoy remitiéndome a la cultura en su más alta expresión, en su más alta dimensión, o sea, a nuestras esencias, a nuestras raíces, a nuestra historia, a los elementos que conformaron la nacionalidad cubana, porque ahí están los fundamentos y en esa historia están las respuestas a nuestros problemas, y sobre todo nosotros tenemos una larga tradición de lucha y de pensamiento donde confluye casi con exactitud lo más avanzado del pensamiento político y del pensamiento científico de la nación, también del pensamiento intelectual de la nación. 

Eso empezó con el padre Félix Varela y siguió con Luz y Caballero, con la Revolución del 30, con los que fundaron el Partido Comunista de Baliño y Mella, y, por supuesto, está presente en el legado de Martí y en el legado de nuestro Comandante en Jefe
Fidel Castro.  Por lo tanto, si a todo lo que vayamos a hacer le buscamos una fundamentación en esa historia, le buscamos una fundamentación en la argumentación en el legado martiano y en el legado fidelista, creo que estaremos también asimilando con una mayor capacidad de análisis los retos que tenemos por delante.

En esa cultura hay un elemento que se destaca que, además, es la base de nuestro socialismo, que es la lucha por la justicia social. 

Recordemos también lo que nos ha dicho Raúl sobre esto: Socialismo significa justicia e igualdad, pero igualdad de derechos, no de ingresos, igualdad no es igualitarismo, o sea que hay un fundamento teórico, patriótico en el ideario de la Revolución.

También como parte de esa cultura está el sentimiento de evocación, de servicio a la patria y a la Revolución que ha estado presente en todas las generaciones que han defendido la independencia y la soberanía, y precisamente de esa cultura política es que salen el concepto de unidad y el concepto de continuidad, y ambos conceptos los desarrollamos y los apoyamos en el Congreso del Partido, porque precisamente esa fue su convocatoria: el Congreso de la unidad y la continuidad.  Y para que haya unidad y continuidad, y también entrelazándolo con temas que aquí abordaron, es importantísimo el papel de los jóvenes en la construcción socialista en estos momentos en Cuba. No hay unidad si no están los jóvenes presentes, y tiene que ser con los conceptos que explicaba el Secretario del Partido de la Universidad de La Habana: «A los jóvenes no hay que verlos con una mirada paternalista, hay que estar con ellos y hay que darles la posibilidad y los espacios para que participen, para que creen, para que aporten y así mismo ellos vayan creciendo en su formación», y eso nos lo demostró la juventud cubana en el enfrentamiento a la pandemia. 

Cuando todos estábamos concentrados en cómo diseñar las estrategias de enfrentamiento a la pandemia, cuando fuimos allí a darles tareas a los jóvenes ya los jóvenes estaban en zona roja, ya los jóvenes estaban en los barrios, ya los jóvenes estaban en las zonas atendiendo a los vulnerables y en otras tareas. Los jóvenes se convocaron por sí mismos, con la Unión de Jóvenes Comunistas al frente y las organizaciones estudiantiles y sociales en las cuales están agrupados.

El otro elemento que tenemos que tener en cuenta en los análisis que hagamos para asegurar políticamente los procesos, para desarrollar el trabajo político-ideológico es la ética de la Revolución, porque en la ética están los valores que se forjaron en toda nuestra historia. Uno de esos valores imprescindibles en estos tiempos es el del antimperialismo, si no se es antimperialista no se comprende qué es lo que está pasando en el mundo y no se comprende qué es lo que está pasando en Cuba. Solo con un sentimiento antimperialista se puede comprender la perversidad, el oportunismo y el doble rasero con que los Estados Unidos en estos tiempos han tratado hacia Cuba el tema de la COVID-19 y el tema migratorio. Y dentro de esa ética hay algo fundamental que Fidel siempre defendió: la verdad como un principio rector de la política. 

Recordemos los primeros años de la Revolución, cuando también había una enorme campaña de desinformación y de desacreditación a la juventud, ¿qué hizo Fidel?, la Operación Verdad. ¿Y Fidel siempre en los momentos difíciles qué hacía?, explicar, compartir con todo el pueblo las ideas, las principales circunstancias en que se producían los hechos, la valoración de los hechos y también la convocatoria para enfrentarlos.

Otro elemento es el derecho, la defensa de lo justo, y eso imbrica con el concepto de justicia social como base de nuestro socialismo, y creo que esa defensa de lo justo aquí, de una manera muy apasionada, la expresó el joven jurista que hoy es el Presidente del Tribunal en esta provincia, en la capital de Cuba, porque defendiendo lo justo estamos defendiendo la dignidad humana. 

Los primeros que tenemos que defender la Constitución y las leyes desde nuestro accionar y desde nuestro aseguramiento político somos los militantes del Partido y son nuestras estructuras de base, y los primeros que tenemos que seguir apostando porque nuestros procesos sean más democráticos, porque se amplíe la participación del pueblo en todos nuestros procesos, por desarrollar la labor política desde las bases populares de la sociedad son precisamente también las estructuras partidistas, y todos esos elementos están en nuestros conceptos del derecho.

Sumemos a eso la política solidaria.  Hay una frase martiana que también está recogida en nuestra Constitución: «con todos y para el bien de todos».  Esa solidaridad que nace en nuestras familias, que es la solidaridad que tenemos en los barrios, en nuestras comunidades, que es la solidaridad que tenemos a nivel de país y que es la solidaridad también que brindamos de manera ejemplar a otros que la necesitan en el mundo, y que es una solidaridad que también se conforma con la participación popular y que es base para lograr la felicidad y el bienestar de nuestro pueblo.

Tenemos que ser capaces también, en los análisis que hagamos, de encontrar las contradicciones en nuestra sociedad y de encontrar las causas de las contradicciones en la sociedad, porque solo actuando sobre las causas es que podemos realmente resolver los problemas.

Todo eso hacerlo con una defensa del socialismo desde los enfoques marxistas para evitar apartarnos del camino, sobre todo en un momento donde hay corrientes neoliberales que tratan de imponer sus criterios y muchas de estas ideas llegan disfrazadas de un manto semántico y emocional para confundir. 

Nunca en ninguna de las estrategias y en las acciones tácticas que promovamos de participación desde el Partido podemos dejar de tener en cuenta las fuerzas revolucionarias, los roles de cada una, sus responsabilidades, la articulación revolucionaria, como la que hemos construido en estos tiempos de agresión mediática en las redes sociales, la participación de los jóvenes como una importante fuerza revolucionaria, y que ahí en ese combate los jóvenes encuentren sus epopeyas. Y como parte de esos elementos de fuerzas revolucionarias, como algo novedoso, que alguien aquí lo explicó y en lo cual tenemos que seguir profundizando, está la figura del coordinador político en el barrio, que viene a resolver una enorme contradicción de debate que hemos tenido durante años en el Partido de cómo organizamos el trabajo en el barrio desde el Partido, orientando, trazando la política sin suplantar al Gobierno, sin suplantar al Poder Popular, sin suplantar a la administración y sin suplantar a las organizaciones que también se desarrollan en ese escenario barrial.

La comunicación social tiene que apoyar todo lo que hacemos, que es transversal a todos nuestros procesos.  Si no nos comunicamos, si no argumentamos, si no nos convencemos, si no hacemos consenso, cómo podemos entonces defender las ideas. Y para eso es muy importante proyectarse hacia los contenidos, hacia los argumentos, teniendo en cuenta la heterogeneidad que hay en nuestra sociedad, que esa heterogeneidad también nos marca diferentes sectores, nos marca diferentes públicos para los cuales los contenidos no pueden tener los mismos códigos ni pueden tener los mismos discursos, pero sí defendiendo las mismas esencias.  Y es importante, como aquí se reclamaba, que los revolucionarios y los militantes comunistas al frente estemos en la batalla en las redes sociales.

Ustedes saben que hemos defendido mucho, como parte de un componente para hacer trabajo político-ideológico, la ciencia y la innovación, y se trata de construir las interconexiones necesarias entre el sector del conocimiento liderado por nuestras universidades y nuestras identidades de ciencia, tecnología e innovación con un sector productivo de bienes y servicios que tiene que ser más innovador, y con una administración pública que también tiene que ser más innovadora, y que toda esa interrelación la logremos, ¿en qué escenario?, en el del desarrollo de las estrategias territoriales a nivel local, en los proyectos de desarrollo local, fortaleciendo los sistemas productivos locales y fortaleciendo también el desarrollo desde la comunidad, desde el barrio, desde el municipio, hasta pasar por la provincia y llegar a la nación; eso apoyado también con los procesos de informatización de la sociedad, que ahora aspiramos a llevarlos al concepto de transformación digital de la misma, y desarrollando y defendiendo la concepción de Poder Popular en nuestra sociedad que diseñó Fidel, que comprende participación popular, democracia, control popular y educación popular, y que tiene que crear tres momentos íntimamente relacionados: espacios como los que tenemos, que tenemos que perfeccionarlos, donde nuestra población, nuestros trabajadores y nuestros jóvenes participen para dar criterios, para criticar, para proponer, para convocar, para crear consensos.

Un segundo espacio es que después de que se asumen todos esos debates de participación popular, los representantes de nuestro pueblo, que son nuestros delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, y nuestros presidentes de consejos populares lleven ese debate a la Asamblea Municipal del Poder Popular y con eso esa asamblea, en representación del pueblo, apruebe lo que podemos hacer en cada momento a partir del balance de recursos que existe, y cuando eso regresa aprobado, como ya hoy todos los consejos populares de nuestro país saben con qué presupuesto cuentan, a partir del ejercicio presupuestario que se hizo este año, para encabezar acciones de transformación en sus comunidades, entonces esa misma población que propuso está participando.

Un tercer momento es cómo proponiendo, participando y defendiendo lo propuesto entonces se hace control popular, y ese control popular tiene que pasar por la transparencia de la información, tiene que pasar también por el ejercicio de la rendición de cuentas de todos los que dirigimos en cualquiera de las estructuras del Partido, del Gobierno, de la administración, y la adecuada contraparte que sea exigente y no complaciente con esa rendición de cuentas.  Si nosotros articulamos todos estos conceptos, indudablemente vamos a avanzar de una manera más unida y de una manera más fortalecida.

Otro tema que tenemos que abordar en la labor del Partido es el crecimiento y, más que el crecimiento, el estado de la militancia, y para eso nos hemos propuesto que tenemos que crecer como Partido y como Unión de Jóvenes Comunistas en todos los ámbitos, en todos los escenarios; hay personas, hay ciudadanos en nuestro país con suficientes valores para ingresar en las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas y en las filas del Partido Comunista de Cuba. Nosotros debemos fortalecer y crear organizaciones de base del Partido en todos los ámbitos de nuestra sociedad.

Para continuar perfeccionando el trabajo del Partido, que es uno de los mandatos que nos dio el Congreso, hay un grupo de preguntas que nos tenemos que contestar todos los días y son las siguientes:

¿Qué hacemos para favorecer la atención de la militancia al crecimiento del Partido en todos los escenarios?

¿Qué y cómo discutimos en nuestros núcleos?, y hay que apartarse de esa idea, en nuestros núcleos tenemos que hacer la discusión más natural, la más armónica, la más necesaria de todos los problemas que preocupan a nuestro pueblo y a nuestra militancia, los del radio de acción y los que están a nivel de sociedad. El núcleo no puede ser un espacio limitado para la discusión, y el núcleo lleva una discusión de todos los temas con participación de su militancia, y también con participación de trabajadores y jóvenes que no necesariamente sean militantes del Partido.

¿Qué efectividad tienen las evaluaciones periódicas que hacemos de la militancia?

¿Qué efectividad tienen los procesos de evaluación y rendición de cuentas que asumimos?

¿Qué se hace cada día para lograr más participación popular en nuestros procesos?

¿Qué se hace para perfeccionar la labor de las organizaciones de masas?

¿Cuál es la calidad de los acuerdos que tomamos en las discusiones de los núcleos?

¿Cuál es la calidad del seguimiento que damos al cumplimiento de lo que hemos acordado?  Y, por supuesto, entonces todo eso lleva una visión desde el Partido para perfeccionar nuestra labor.

El enfrentamiento a la subversión político-ideológica está también dentro de las prioridades, sobre la base de que esos intentos de subversión generan dudas, confusiones que debemos oportunamente desmontar.

Recordemos que en el último Pleno del Comité Central del Partido, como parte de la continuidad del Octavo Congreso, aprobamos un Programa Nacional para el Estudio, la Investigación y Difusión del Pensamiento, la Vida y Obra del Comandante en Jefe. Aprobamos un programa de enfrentamiento a la colonización cultural que nos quieren imponer; y aprobamos también un programa de atención a los problemas de la juventud y la niñez, programa este que nos debe conducir a la aplicación, a la propuesta y a la aplicación de medidas públicas orientadas al tratamiento diferenciado de las problemáticas de los jóvenes y los niños en nuestra sociedad.

Dar apoyo político al ejercicio legislativo intenso que estamos haciendo para que en el menor tiempo posible nuestra sociedad cuente con las leyes que amparan y respaldan a la nueva Constitución aprobada.

Continuar con el trabajo en los barrios con la pasión y ya con las conclusiones del aprendizaje que tenemos de lo que vamos haciendo, que también hay que perfeccionarlo; y el aporte de los encuentros que hay que sistematizar con representantes de los diferentes sectores de nuestra sociedad. Por supuesto, para eso es importante cómo nos desempeñamos los cuadros.

Aquí quiero ratificar ideas que también expusimos en el Octavo Congreso del Partido: la sociedad y sus instituciones necesitan cuadros con una profunda preparación ética y profesional, que se distingan por cualidades como la inquietud revolucionaria, la sensibilidad por los problemas del pueblo, la disposición para la entrega y la capacidad de enfrentar la adversidad con creatividad y que inspire y motive la innovación. 

En cualquier circunstancia, especialmente en las más difíciles y retadoras, nuestros cuadros deben sobresalir por su dedicación a la tarea, su afán de superación, su modestia y la sensibilidad suficiente de ponerse en el lugar de los demás anteponiendo el nosotros al yo. Tenemos la responsabilidad de dialogar sinceramente, de corazón y ser ágiles incorporando esas percepciones a la toma de decisiones. Y un papel fundamental para que nuestros cuadros actúen así es el trabajo del núcleo con relación a los cuadros, la calidad de las rendiciones de cuentas que tenemos que hacer los cuadros en nuestras estructuras del Partido y apoyar todo eso con el control popular, cómo desde la participación de las personas podemos evaluar también entonces el trabajo de todos los que dirigimos.

La otra estrategia fundamental aprobada en el Congreso fue la Estrategia Económico-Social, que la vimos articulada como una estrategia necesaria para enfrentar la crisis a nivel internacional que acrecentó la COVID-19 y que, por lo tanto, tiene como base el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, la Conceptualización de nuestro Modelo Económico y Social y los Lineamientos de la Política Económica y Social del país. Pero de lo que más convencidos estamos para propiciar el desarrollo de la Estrategia Económico-Social es de que la actual administración del Gobierno de los Estados Unidos no está en capacidad, ni tiene voluntad política alguna para variar la actual situación de su política hacia Cuba, por lo tanto el bloqueo va a seguir recrudecido y vamos a seguir enfrentando estas circunstancias del contexto que hemos explicado.

Aquí lo que hay es que desarrollar la resistencia creativa, que es esa capacidad que tiene el pueblo cubano de levantarse por sí mismo con su talento, con su esfuerzo, con su inteligencia por encima de la adversidad, y tenemos que irnos por encima de a lo que nos trata de someter el bloqueo, y ustedes dirían: eso es un idealismo. No, eso no es un idealismo, por resistencia creativa estamos aquí y en 60 años hemos derrotado el bloqueo; pero resistencia creativa fue lo que se hizo en la COVID-19 donde con talento, con inteligencia nos fuimos por encima de la pandemia. 

Para avanzar en la Estrategia Económico-Social tenemos que seguir manteniendo el control sobre la pandemia que es lo que nos ha permitido abrir las fronteras, comenzar a reanimar la vida económica y social del país. La estrategia tiene que ser un proceso de actualización constante, no puede ser una camisa de fuerza, hay que verla desde un punto de vista, desde un enfoque dialéctico, siempre tener en cuenta que todas las soluciones que vayamos a darles a los problemas económicos tienen que ser soluciones socialistas, tienen que ser transformaciones socialistas, que nos permitan recuperar equilibrios sociales, mantener la propiedad social como hegemónica, que vayan al análisis de la eficiencia, del ahorro, que no hablemos solo de oferta y demanda; para hablar de oferta y demanda tenemos que poner delante y construir una teoría: producción. 

La producción es la que nos puede equilibrar la oferta y la demanda, es la que nos puede sacar de la inflación y es la que nos puede sacar también de los altos precios.

Un mercado que tenemos que asumir con diferentes actores económicos, pero regulado por el Estado; una planificación estratégica y financiera menos administrativa y burocrática y donde haya un necesario balance entre mecanismos político-ideológicos, económicos y administrativos, apostando por los encadenamientos productivos entre actores económicos y dejando atrás su uso como consigna.  Aquí ahora cualquiera habla de encadenamiento y a veces de lo que están hablando como encadenamiento no tiene que ver nada con encadenamiento, ya lo asumimos como eslogan, y aquí lo que hace falta es concretar, como lo ha hecho la empresa Varona, como lo han hecho otras empresas, realmente, cuáles son los reales encadenamientos que nos dan también desarrollo.

La matriz de actores económicos tiene que avanzar de una manera estructurada y no fragmentada hacia el objetivo de la construcción socialista; tanto los actores económicos del Estado, la empresa estatal, como los actores económicos cooperativos y del sector no estatal tenemos que trabajar complementados, en función y participando en los principales programas de desarrollo económico y social, en los proyectos de desarrollo local, y tienen que estar articulados todos esos actores económicos con los actores sociales, con los actores políticos y con los actores civiles. Por lo tanto, si hay una empresa estatal o una pyme no estatal, ahí tenemos que tener Partido, tener Juventud, tiene que haber sindicato; ahí hay mujeres que tienen que ser atendidas por la Federación, ahí las personas son cederistas. ¿Entienden lo que explicamos? Nada de estos procesos se puede ver fragmentado del tejido social y político de nuestro país.

Con relación a eso tenemos que preguntarnos cómo conjugar las actividades no estatales con los intereses públicos dentro de la construcción socialista; cómo la empresa estatal socialista asume ese liderazgo de relación, de participación, de atención e invita e involucra a los actores no estatales a trabajar en conjunto en los principales programas; cómo trabajamos con alternativas; cómo con medidas más ágiles y atractivas logramos oxigenar en las condiciones actuales a nuestra economía y a la población, sobre todo orientados al abastecimiento de alimentos, a los medicamentos, a mejorar los problemas del transporte, a bajar los precios y a lograr estabilidad en el Sistema Eléctrico Nacional. Por lo tanto, estamos hablando de que es necesario promover desde el Partido una respuesta económica superior de todos nuestros actores económicos, con más producción nacional, con más producción de alimentos, avanzando en la implementación y los resultados de las 63 medidas que con un ejercicio democrático y de participación de los productores agropecuarios se conformaron; porque fueron los productores agropecuarios –por eso es el nivel de compromiso que tienen ahora con esas medidas– los que propusieron todo ese paquete de medidas, de igual manera, defendiendo las 93 medidas que han sido establecidas para rescatar el sector cañero-azucarero.

Debemos preguntarnos entonces: ¿Por qué se repiten errores acumulados en la economía? ¿Por qué se presentan deformaciones del socialismo y se establecen con determinada impunidad? ¿Cómo podemos potenciar los sistemas productivos locales, el desarrollo territorial y el desarrollo local? Y, por otra parte, cómo tenemos que seguir promoviendo la inversión extranjera y de los cubanos residentes en el exterior, y cómo vamos avanzando en políticas públicas para la atención a situaciones de vulnerabilidad y eliminación de desigualdades, y las políticas públicas orientadas a la juventud y la niñez, como anteriormente les expliqué.

En esa Estrategia Económico-Social desempeña un papel fundamental la empresa estatal socialista. El futuro del país, el futuro de la construcción socialista del país requiere del éxito de la empresa estatal socialista por la concepción ideológica que defiende y porque está encaminada a ser la principal en la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo. Dentro de la empresa estatal socialista también tenemos que preparar y proyectar a los jóvenes con desarrollo y posibilidades para ser los principales dirigentes de estas empresas. 

Hay que pensar en una subordinación y estructura adecuada de cada una de las empresas, tenemos muchas empresas nacionales, provinciales, y aquí lo que hace falta es una empresa municipal fuerte para que se pueda desarrollar la autonomía municipal y para que se puedan desarrollar los sistemas productivos locales y los procesos locales.  También tenemos muchas empresas «cabezonas», con mucha estructura administrativa de gestión, con mucha gente con los mayores salarios desvinculados de la producción y los servicios.

Entonces, ¿qué sucede?, que todo lo vamos a resolver, para que haya rentabilidad, no a partir de un análisis estructural, de un análisis económico-financiero riguroso sobre la rentabilidad, sino subiendo precios. ¿Y a quién afecta la subida de precios? A la población o al Presupuesto del Estado cuando vamos a compensar, para que no haya subida de precios a la población, con los subsidios de precios.  Y ya la vida nos ha demostrado, y es un aprendizaje constante que tenemos, que la burocracia lo que genera son informes, controles ineficientes y reuniones que no se comen ni dan producción. Entonces, vamos a hacer también de nuestras empresas estructuras que organizativamente sean más eficientes.

Un tema que tenemos que potenciar en nuestras empresas y que tiene que articularse con otros conceptos que hemos desarrollado aquí, es que si en un lugar necesitamos participación de los trabajadores es en la empresa. Las decisiones en una empresa tienen que tener en cuenta el criterio de los trabajadores, la participación de los trabajadores y, dentro de ellos, los jóvenes. Por lo tanto, hay que preguntarse también en la gestión empresarial cómo elevar el papel político de los colectivos laborales como un fundamento del sistema democrático de participación en la construcción socialista en las condiciones de nuestro país.

A ese desarrollo empresarial lo tenemos que apoyar con la eficiencia de las entidades importadoras y exportadoras, donde  el contrato desempeñe el rol que le corresponde. Fíjense que, por ejemplo, en estos días hemos analizado que un tema fundamental como la contratación de la producción agropecuaria no se hacía por el contrato como una herramienta jurídica; era una conversación de iguales ahí, decir: tú me das tanto y yo te voy a ayudar en esto. Eso no puede ser así, una cosa tan esencial, tan estratégica hay que abordarla de otra manera.

La innovación: insisto, en nuestro camino de desarrollo tiene que estar presente la innovación y la empresa estatal socialista tiene que defender la innovación. Hay que aprovechar mejor las facultades que se les han otorgado a las empresas. Hay que desarrollar en las empresas los procesos de automatización e informatización.

Hay que desarrollar la agroecología en las empresas agropecuarias como una de las variantes sostenibles,
armoniosas con el medio ambiente para producir alimentos en las condiciones que hoy tenemos, donde no tenemos el financiamiento para los fertilizantes, para los productos químicos, y hay que trabajar sobre la base de buenas prácticas agropecuarias de desarrollo sostenible y utilizando los bioproductos.

Hay que aprovechar por parte de la empresa estatal socialista las interfaces que ya se han creado universidad-empresa, y la provincia es pionera en eso. La provincia tiene, como una interfaz de calidad, la interfaz de la Fundación de la Universidad de La Habana y tiene el Parque Tecnológico de La Habana en la uci, y la otra empresa de interfaz que está en la Cujae, que es compartida con la Universidad Central de Las Villas.

Hay que seguir desarrollando las exportaciones y en las exportaciones nuevos rubros exportables y seguir recuperando los tradicionales; el concepto de polo exportador que se ha desarrollado en un grupo de provincias; el ciclo cerrado en las empresas, apropiarnos de los elementos de la economía circular. Un país como el nuestro tiene que aprovechar todo y no dejar que se deseche nada, cada cosa que sea un subproducto de una producción o un desecho hay que incorporarlo, y ahora lo vimos muy bien aplicado por las formas de gestión no estatal en la feria de actores económicos. Buscar máxima oferta de bienes y servicios a la población, diversificar las producciones.

Una nueva función que tiene la empresa estatal socialista hoy en las condiciones de nuestro socialismo es liderar la atención y la relación con el sector no estatal. Y preguntarnos: ¿Por qué la ineficiencia, por qué la inercia y por qué el estancamiento en algunas empresas estatales? ¿Por qué no se aplican las medidas y se hace uso de las facultades que se les han otorgado a las empresas? Y todo eso lo tenemos que apoyar con el fortalecimiento del Partido, el crecimiento, la vida interna y la vida externa del Partido en sus estructuras en el sistema empresarial.

Entonces, se trata de articular todos estos elementos, se trata de articular todos estos conceptos, se trata de articular emociones e inteligencia con acciones revolucionarias, defendiendo y propiciando la resistencia creativa sin perder el entusiasmo y el optimismo revolucionarios, sin permitir el reblandecimiento del espíritu revolucionario, y para eso necesitamos crear conciencia para poder convocar al esfuerzo y a la entrega para crecernos ante el egoísmo, el individualismo y el pesimismo y continuar la marcha con valentía, con dignidad, con decoro, con elevada moral, con alegría, con confianza y con amor por Cuba, para que el Partido siga siendo el alma de la Revolución y la garantía segura de la unidad de los cubanos. 

¡Entregando el corazón a Cuba, así vamos por más!

¡Al Primero de Mayo vamos con todo!

¡Socialismo o Muerte!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(Ovación.)

 

La advertencia de Maquiavelo…

La advertencia de Maquiavelo…

Roberto Pérez Betancourt

En Playa Girón, hace 61 años, los combatientes revolucionarios conscientemente defendieron el socialismo y en su nombre conquistaron la victoria que trascendería su importancia militar en el contexto nacional y repercutiría en la conciencia de hombres y mujeres de otros países.

En la Segunda Declaración de La Habana –febrero de 1962—Fidel Castro se refirió  a la importancia de la Revolución cubana en su trascendente significado en América Latina y en el mundo, cuando expresó:  “Frente a la acusación de que Cuba quiere exportar su revolución, respondemos: las revoluciones no se exportan, las hacen los pueblos. Lo que Cuba puede dar a los pueblos, y ha dado ya, es su ejemplo. ¿Y qué enseña la revolución cubana? Que la revolución es posible, que los pueblos pueden hacerla, que en el mundo contemporáneo no hay fuerzas capaces de impedir el movimiento de liberación de los pueblos”.

A partir de Playa Girón los humildes de América serían un poco más libres y sabrían que, a pesar de la propaganda imperial, decir socialismo no sería más una mala palabra.

Hace más de cinco siglos, el florentino Nicolás Maquiavelo, considerado un genio en el arte militar, alertó: "Quien fíe su poder en las tropas mercenarias nunca lo tendrá firme y seguro, porque carecen de unión, son ambiciosas, indisciplinadas, infieles, valerosas contra los amigos y cobardes contra los enemigos".

El 17 de marzo de 1960, el general Dwight D. Eisenhower, entonces presidente de los Estados Unidos de América, ignoró la advertencia del diplomático florentino y ordenó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA en inglés) armar y pagar a los apátridas mercenarios para invadir a Cuba.

Poco más tarde correspondería al presidente siguiente, John F. Kennedy, asumir la responsabilidad de los sucesos que se desencadenaron, y que a partir de abril de 1961 siempre serían llamados en los medios oficiales de EE.UU. como “la invasión de Bahía de Cochinos”, evitando cualquier explícita alusión al nombre de Playa Girón, último reducto mercenario, donde se consumó la rendición y la gran derrota del Imperio.

En vano los expertos analistas contratados trataron de justificar aquel formidable revés de la diplomacia y las armas yanquis. Echaron mano a aparentes contradicciones y desvergüenzas de los gobernantes, a errores logísticos, geográficos y militares para inculpar a técnicos hidrográficos, quienes habrían confundido arrecifes con playas, y a "expertos" trasnochados cuyos cálculos matemáticos habrían fallado en sincronizar operaciones aéreas, navales y terrestres. 

    NI FUTURÓLOGOS NI   ASTRÓLOGOS

Nada de eso sirvió. Ni siquiera achacar la derrota a tribulaciones de un presidente temeroso de propaganda adversa, quien no sospechaba entonces que poco después él mismo caería asesinado en las calles de Dallas, Texas, y que un poco más adelante su hermano Robert correría semejante suerte.

Fallaron doctores en ciencia, expertos de alto nivel académico, futurólogos y hasta astrólogos capaces de acomodar cualquier horóscopo de última hora a las fantasías de sus creyentes. Los multimillonarios gastos en propaganda se sumaron a los de la invasión misma. Pagaron los contribuyentes norteamericanos.

La enseñanza, la moraleja de la confrontación, en cada aniversario, 61  años después, sigue siendo actual: un pueblo pequeño es capaz de vencer al opresor, aunque este posea muchas más armas y recursos económicos, siempre que el agredido cuente con la unión interna y la conciencia para mantener su lucha en cualquier circunstancia.

Las huestes mercenarias fueron integradas reuniendo a esbirros, asesinos, politiqueros corrompidos y otros individuos que emigraron en los primeros años del triunfo armado de la Revolución cubana como representantes de las clasificaciones más degradantes de la sociedad burguesa.

No cabe dudas que los expertos norteamericanos subestimaron al cienaguero, al obrero, al campesino. Llegaron a creer en sus propias mentiras, pues esperaban que los trabajadores se unieran a los invasores.

El propio presidente Kennedy reconoció el error en el análisis de los factores que a su juicio determinaron la derrota.

En Girón los combatientes revolucionarios defendieron el socialismo, y en su nombre conquistaron la victoria que trascendería su importancia militar en el contexto nacional para repercutir en la conciencia de hombres y mujeres de otros países, quienes a partir de entonces supieron que decir socialismo en América no sería más una mala palabra.

   Maquiavelo había escrito: "Los mercenarios no tienen más afición y motivo para servir con las armas que el corto estipendio que reciben, insuficiente para dar la vida por quien defienden; por ello desean el servicio en tiempo de paz, pero cuando llega la guerra, o huyen o desertan".

A pesar de los muchos años transcurridos desde que el autor de El Príncipe escribiera sus ensayos, la lección no fue asimilada por los estudiosos del Pentágono y la CIA: La conciencia del hambre ancestral de los anónimos hombres del pueblo es una fuerza colosal.

En contexto:

  • Invasión por Playa Girón. Una brigada contrarrevolucionaria, armada, entrenada y transportada por EE.UU., arribó por la Ciénaga de Zapata, al sur de Matanzas, Cuba, la madrugada del 17 de abril de 1961. Todo el pueblo se movilizó, el Ejército y las Milicias, dirigidos por Fidel, y contraatacaron de inmediato. En 60 horas de duros combates fueron derrotados los mercenarios. Más de 150 combatientes revolucionarios murieron y varios civiles fueron asesinados por la aviación de los invasores.
  • Playa Girón. Es una localidad del municipio Ciénaga de Zapata, provincia Matanzas. Conocida mundialmente por los acontecimientos históricos de abril de 1961, constituye uno de los lugares más visitados del país.
  • El 15 de abril de 1961 aviones de guerra atacaron simultáneamente la base aérea de San Antonio de los Baños, la pista de Ciudad Libertad y el actual Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, lo que sería el preludio de los sucesos acaecidos dos días después. La acción perseguía como objetivos destruir en tierra la escasa y anticuada fuerza aérea cubana, para asegurar la impunidad de otras incursiones enemigas por vía terrestre.
  • En el sepelio de las víctimas del bombardeo del 15 de abril, Fidel proclamó que: "esta Revolución Socialista la defenderíamos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores". 

 

 

 

 

 

 

---Playa Girón 61: Nuevos métodos, los mismos propósitos

---Playa Girón 61: Nuevos métodos, los mismos propósitos

Abril de nuevo y con él Playa Girón en la memoria. Sesenta y un años de historia recorrida desde aquella invasión mercenaria, aupada y financiada por el imperialismo estadounidense, el mismo que sigue apretando la soga armada alrededor del cuello de los cubanos, quienes durante todo el tiempo transcurrido han mantenido en alto las banderas del socialismo sin claudicar en la lucha por una sociedad más justa, inclusiva y soberana. Playa GirónCiénaga de Zapata, siguen siendo referentes de la resistencia frontal y la decisión inclaudicable de vencer. Entonces, en 1961, menos de 72 horas fueron suficientes para aplastar la invasión militar.

Hoy, frente a sofisticadas armas de agresión económica multiplicada, oportunistas de la situación epidemiológica que afronta el mundo, de la cual Cuba no ha sido excepción,  las nuevas estrategias imperiales apuntan a desestabilizar la unidad patriótica, a incitar a la emigración arriesgada, a pagar a nuevos judas transgresores del orden y de la tranquilidad pública, a insuflar en las redes sociales sentimientos derrotistas con la intención criminal de confundir, difundiendo mentiras de todos los tamaños; de arrastrar en esos propósitos a ingenuos reproductores de humorismos envenenados, y de explotar las realidades de inflación y dificultades materiales por las que atravesamos con el propósito de siempre: destruir la esperanza y la ilusión de trabajar y de resistir para construir una sociedad más justa, equitativa, socialista. En la base de las intenciones siniestras sigue aquella obsesión que en su día denunció José Martí: la de apoderarse de Cuba para avasallarla, borrar toda ilusión de progreso en los cubanos, negarles la posibilidad del desarrollo socioeconómico y retrotraer la historia a los días de miseria y analfabetismo, de prostitución abierta, de servidumbre.

Pero con la memoria de Martí, de Fidel y de los héroes de la Sierra, de Playa Girón y del llano siempre activo y dispuesto, las generaciones de cubanos que hoy afrontan las nuevas arremetidas del Imperio tampoco permitirán que los designios malignos se cumplan en este archipiélago de hombres y mujeres de inmensa mayoría forjada en la resistencia y en la lucha.

Los que aquí mantienen en alto los fusiles y los instrumentos de trabajo no claudican.

Los que, por razones familiares, económicas, culturales, o las que fueren, decidieron asentarse en otros lares, conservan en su espíritu y en sus genes el apego a sus hermanos, a los valores de su patria y de la tierra donde nacieron, crecieron, estudiaron y se formaron integralmente.  Todos estos cubanos también siguen contando en una resistencia activa de todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Seguimos alertas y combatiendo

Como dijimos aquí en abril de 2021:  Seis décadas y no cesa la ofuscación. Hoy nos invaden con armas de “modernidad tecnológica”, enfocadas a los  ojos y los oídos de quienes consideran son proclives a seguirles la rima con la que insuflan mentiras, fabrican disidencias y escandalizan en redes sociales con un lenguaje tan revelador  de instintos cavernarios que en realidad mueve a risa, mientras oídos receptivos de perversos corifeos no titubean para extender sus manos receptoras de dádivas, émulas del  bíblico Judas, y como megáfonos tragamonedas repiten  las viejas consignas mentirosas que les son dictadas, intentando clonar la desestabilización que han sembrado en otros países progresistas.

Es la nueva invasión a Cuba por parte del imperio norteño, que no termina de aprender, a pesar de los reiterados fracasos de cada administración sucedida después del primero de enero de 1959.

Por supuesto, la historia, maestra insustituible para quienes saben ver, oír, leer y aprender de ella, ha condenado al fracaso total a las manipulaciones mediáticas y a la compra de conciencias.Sesenta y un años después de la Victoria de Playa Girón, la invasión que intentan reeditar  con veneno y edulcorantes del pasado capitalista, aprovechando coyunturas difíciles de pandemia y bloqueo al tope, también  fracasará rotundamente frente a las armas de la verdad, la justicia social, el honor de nietos, hijos, padres y abuelos que en esta tierra de mambises  no olvidan y están dispuestos a seguir echando hacia adelante la Revolución de los humildes, socialista, renovada, inclusiva, justiciera, martiana y fidelista, con  todos y para el bien de todos.(Roberto Pérez Betancourt)

 

2022: La misma decisión de victoria

2022: La misma decisión de victoria

Sin estridencias, en un contexto de austeridad, con numerosos hogares signados por el luto que deja la pandemia de la Covid 19 (cerca de un millón de pruebas positivas y más de 8 300 fallecidos en el país), los cubanos cerramos 2021 y nos disponemos a emprender otro año de retos, con la convicción clara de que el futuro de nuestras familias y de nuestra Patria dependerá esencialmente de nuestros propios esfuerzos personales, del control estatal y la disciplina imprescindible de todos los actores de la economía y la sociedad, con la misma decisión de victoria.

Cuba atestigua más de 956 mil pacientes recuperados, sobre el 99% de los casos de Covid 19 detectados, resultado plausible en relación con las vidas salvadas, en gran medida gracias al programa de vacunación desarrollado por nuestros científicos, que tanta admiración causa en el mundo.

Arribamos a 2022 empeñados en seguir echando hacia adelante nuestro proyecto de plena justicia social, de 63 años cumplidos a fuerza de coraje y tenacidad.

Nos disponemos todos a transitar el año 64 de la Revolución a partir del primero de enero afrontando a un cercano enemigo imperial, cuyo conductor ejecutivo renueva las armas genocidas del bloqueo económico, comercial y financiero con la misma intención originaria de borrar del mapa nuestro inclaudicable proyecto socialista.

Recordemos aquí las recientes palabras de nuestro presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la clausura de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular: “El modelo político que nuestros enemigos intentan estandarizar, ese que quieren imponer a Cuba, es incapaz de garantizar todos los derechos para todas las personas. Promueve la desigualdad, el egoísmo, la pobreza, el odio, la inseguridad, la violencia, la injusticia y el poder ilimitado de las élites económicas”.

Exigencias para 2022

Alertados por la realidad descrita, el trabajo productivo y de los servicios nos exigirán renovada eficacia y eficiencia, sin descuidar la disciplina, imprescindible en todos los órdenes, en especial en el acatamiento de las disposiciones sanitarias, habida cuenta de que el peligro del SARS-CoV-2, causante de la pandemia de la Covid 19 y sus variantes, primero Delta y ahora Ómicron, no ha desaparecido, sino se renueva.

Vuelven a sonar las alarmas en todos los continentes, y también en nuestro archipiélago.

La “nueva normalidad”, invitadora a aprovechar la tregua que nos ha dado la pandemia en los últimas semanas, amenaza con retroceder al estadío de anormalidad, desafío para las necesarias aperturas que el país realiza en el campo de la producción y los servicios, especialmente el turismo, locomotora de la economía, tan urgida de reanimación en todas las esferas para retomar las sendas de desarrollo, que contribuyan a bajar la galopante inflación que atenaza los bolsillos de los trabajadores.La escalada de precios en los sectores particular y estatal afecta especialmente a las familias de menores ingresos. Es una coyuntura que no pocos aprovechan para lucrar con la reventa de productos que adquieren en moneda libremente convertible, y especular en desbocado afán de elevar ganancias saqueando las menguadas arcas familiares.

Reflexiones sobre bases realistas

En estos días festivos en los que las familias se reúnen, es también ocasión propicia para meditar en el devenir inmediato, en un contexto socioeconómico de renovación y aperturas sobre bases realistas, que mantienen vivos los nexos entre los que estamos aquí y los que por razones diversas viajaron al exterior, donde muchos residen sin dejar de ser parte de la familia cubana. Con los parientes, los que no se olvidan,  aprendimos que incluso podemos ser iguales y diferentes, y que la distancia no significa necesariamente la división, sino la añoranza por el próximo reencuentro, sin que nadie tenga que ceder un ápice en sus principios.

Sí, el año se está acabando. La ocasión nos invita a reflexionar sobre lo vivido en otros ámbitos durante los 12 meses transcurridos y extraer experiencias personales que nos permitan crecer en todos los sentidos.

No importan edades: niños, jóvenes, adultos, ancianos, todos disponemos de esa maravillosa capacidad de analizar serenamente nuestro entorno y a nosotros mismos. De los aciertos y éxitos nos alegraremos, y de los fracasos y errores aprenderemos.

Solo se necesita una actitud personal perceptiva, abierta a la autocrítica y dispuesta siempre al optimismo.

Los habitantes de esta bella provincia matancera también podemos regocijarnos de modestos logros, y de los pasos hacia adelante que el país se propone dar en 2022 para enmendar errores y encaminar nuestro sistema económico por sendas de mayor participación ciudadana, diversificación de los actores económicos y proyectos que nos conduzcan a superior crecimiento y beneficios para todos.

«Este ha sido un año de profundas transformaciones, con la aprobación de medidas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista, el incremento de la producción agropecuaria, el perfeccionamiento de los actores económicos con la constitución de las MIPYMES, la regulación de las Cooperativas No Agropecuarias, la ampliación del trabajo por cuenta propia y la creación del sistema de gestión del gobierno basado en la ciencia y la innovación, así como la labor en los barrios y la atención a personas en situación de vulnerabilidad», precisó el Presidente cubano en la antes citada intervención en la Asamblea Nacional del Poder Popular.

 

Las reflexiones de fin de año nos permiten también revisar las insuficiencias internas visibles, denunciar lacras diversas que corroen desde adentro, porque es menester mantener ojos y oídos aguzados para percibir notas discordantes, corregir defectos, desterrar a corruptos y brindar por un devenir exitoso y feliz. Debemos  seguir afinando la armonía de un empeño que nació con Fidel en el Moncada, siguió por la ruta de la Sierra Maestra, bajó a los llanos y hace 63 años que recorre el país vibrando en cada cubano multiplicado, que sigue soñado con un mundo mejor, verdaderamente posible.

Informaciones relacionadas

–Suscriben Cuba y China plan de cooperación

–Cuba y Rusia ratifican excelente estado de nexos bilaterales

Van 63, y siguen quedándose con las ganas…

Van 63, y siguen quedándose con las ganas…

Roberto Pérez Betancourt

  Este próximo primero de enero de 2022 la Revolución cubana cumplirá 63 años, los mismos que desde el norte revuelto brutal, como llamara  José Martí a nuestro vecino cercano, trece administraciones han intentado en vano hacer naufragar el sueño de plena justicia social que animó a Fidel Castro y su tropa libertaria a derrocar la dictadura proimperialista de Batista, e iniciar la épica construcción del socialismo frente a un adversario que desde entonces no escatimaría bolsa ni pudor para impedir que el ejemplo de los mambises del siglo 20 despertara conciencias adormiladas en lo que siempre consideró como  su traspatio…

  Míster Earl Smith había estado al tanto como protagonista “en el vórtice del huracán”, comentaría a sus amigos. Pero aquel primero de enero de 1959, cuando el sol habanero arrastraba sus primeros destellos dorados en las aguas del malecón, el embajador estadounidense se asomó tímidamente detrás de un grueso vidrio y lo que vio desde su altura lo horrorizó: “La chusma ha tomado las calles”.

   El dictador Fulgencio Batista había huido junto a un selecto grupo de criminales, políticos corruptos y parte de su familia. En el aire ordenó rectificar el destino del avión.  Poco después el dictador Leónidas Trujillo le daría la bienvenida en Santo Domingo y le cobraría cada día a peso de oro.

  Mientras, en la capital cubana se orquestaba un golpe militar auspiciado por Estados Unidos, vano intento de evitar que las guerrillas triunfantes con Fidel Castro a la cabeza tomaran el poder.  Esta vez el Tío Sam se quedaría con las ganas. Ni Smith ni el presidente Eisenhower imaginaban los acontecimientos que vendrían.

  Desde la oriental ciudad de Palma Soriano, Fidel Castro llamaba a la huelga general, ordenaba a sus tropas avanzar hacia Santiago de Cuba y La Habana, exigía la rendición de las guarniciones y reafirmaba: "Revolución sí, golpe militar no".

   Poco después, al frente de la Columna Uno José Martí, Fidel entraba en la capital oriental donde pronunciaría esa noche un histórico discurso. En las primeras horas de la tarde la soldadesca de Batista se había rendido en Santa Clara.

   La victoria revolucionaria sería irreversible. Tras un siglo de luchas con la participación de varias generaciones, legiones de mambises de la mano de Fidel Castro entrarían triunfantes en cada una de las principales ciudades de Cuba para proclamar el triunfo de la libertad.

   Los esbirros corrían su consigna del momento: “sálvese quien pueda”.  Prepotentes, Earl Smith y sus jefes aún confiaban en sus “métodos de persuasión”. Pero se inquietaban cuando Fidel afirmaba: “Este no es el final, apenas estamos comenzando”.

   Juicios, condenas y ajusticiamiento de asesinos; Reforma Agraria, profunda y socialista; Alfabetización, Reforma Urbana, Confiscación de empresas norteamericanas, Nacionalización de la banca y del comercio exterior y Reforma educacional, materializaron esa respuesta.

   También la organización de Milicias Nacionales; Rechazo a la invasión mercenaria de Playa Girón auspiciada por Estados Unidos, virilidad a prueba en la Crisis de los mísiles, Justicia social total.  Sí, era solo el comienzo. Ante cada nueva agresión procedente de Estados Unidos, Fidel reiteraba: Más Revolución.

 

Embargo o bloqueo, la misma mala intención 

 

El 3 de febrero de 1962, el entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy firmó la Orden Ejecutiva 3447 que dispuso el bloqueo (embargo) total del comercio con Cuba. De esta manera, el gobierno de ese país oficializó la mala intención contra el Estado y pueblo cubanos.

La Orden Ejecutiva 3447 se articuló según lo dispuesto en la Ley de Asistencia Exterior, de septiembre de 1961 y la Ley de Comercio con el Enemigo del año 1917. Su objetivo era impedir y obstaculizar toda la actividad económica y comercial de Cuba, que ya había vencido antes todo tipo de agresiones desde territorio estadounidense, incluyendo la invasión armada por Playa Girón y Playa Larga, en la Ciénaga de Zapata, en abril de 1961.

la motivación principal de los círculos de poder estadounidenses se traduce con claridad en las palabras de Lester Mallory secretario asistente de Estado en 1960 de “provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

 

  Administración estadounidense cede al chantaje electorero

 

  Este primero de enero se cumplen 63 años del histórico triunfo armado. Desde entonces prácticamente no ha transcurrido una sola jornada sin que el pueblo cubano no haya conocido de algún nuevo intento imperial para frenar su obra de infinito amor.

   En eso andamos todavía, enfrentando a un genocida bloqueo económico, comercial y financiero, hoy en el contexto de una administración estadounidense que se desdijo de sus promesas de campaña electoral para ceder al chantaje que desde el sur de la Florida ejercen elementos anticubanos, sumidos en el cannábico sueño de darle marcha atrás al reloj de la historia para encaramarse en el altar de la patria con vocación de proxeneta trasnochado.

 

Joe Biden, el vendedor de promesas…

 

 Alineado con la crápula radicalizada en el fundamentalismo de derecha, en alianza con la mafia  terrorista anticubana asentada placenteramente en el sur de la Florida, Joseph Robinette Biden Jr., más conocido como Joe Biden,  abogado y político, el cuadragésimo sexto  presidente estadounidense,   a sus 79 años de edad ha vendido  sus promesas electoreras con las que exitosamente enfrentó a Donald Trump –el peor entre peores presidentes que ha padecido Estados Unidos, según caracterización hecha por Barack Obama--  a cambio del sueño quimérico de aspirar a la reelección, cuando muchos ponen en duda que logre completar los tres años que le restan en el poder ejecutivo. 

   Cuando a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se le preguntó a bordo del Air Force One si podía confirmar si Biden volvería a postularse en 2024 y si se lo había comunicado al personal, ella respondió: "Sí, esa es su intención".

The Washington Post informó durante el fin de semana que Biden y los miembros de su círculo íntimo les han estado diciendo a los aliados que planea postularse nuevamente. Esto en un intento de abordar las preocupaciones sobre si podría comprometerse con otra campaña presidencial dada su edad y aliviar las preocupaciones de que los republicanos retomen el poder

 Una encuesta nacional reciente de la Universidad de Quinnipiac mostró que el índice de aprobación del trabajo de Biden se ubica en el 36%, la cifra más baja para el presidente en lo que va de su mandato y el último mínimo en un declive de meses, destaca un despacho de la agencia CNN.

   Con su derrota mayoritaria en las elecciones parciales de noviembre, se sumó otra gran preocupación sobre las posibilidades del partido Demócrata en las elecciones intermedias de 2022 y la visión de Biden sobre el futuro partidista.

   En marzo de este año, Biden dijo a los periodistas durante una conferencia de prensa que su "plan" era postularse nuevamente. "Esa es mi expectativa", dijo, y agregó que normalmente no planifica con tanta anticipación.

  En este contexto los analistas llaman la atención en el sentido de que Biden no ha indicado si respaldaría automáticamente a su vicepresidenta, Kamala Harris, en caso de que él decida no postularse.

  Lo cierto es que se aprecia un distanciamiento notable entre Biden y su vice Kamala, la que al parecer solo le sirvió para cubrir una coyuntura electorera frente a la fórmula releccionista Republicana, a la que todavía le dura la rabieta por haber perdido el trono imperial.

   Una observación al parecer sin importancia de la vocera Psaki frente a la habitual ronde periodistas cuestionadores ha despertado la imaginación de futurólogos de la política norteña: Cuando se le preguntó si Harris podía esperar el respaldo automático del presidente si decide postularse para un cargo político en 2024 o 2028, Psaki dijo a principios de este mes: "No tengo ninguna predicción de si ella se postulará, o cuándo se postulará. Eso se lo dejo a ella"… Y esa tercera persona impersonalizada, referida a la vicepresidenta de la nación más beligerante y poderosa del Planeta ha despertado más que suspicacias…

 

Renovado optimismo saluda a 2022, sin rendiciones ni concesiones

 

   Retornemos a nuestro aniversario 63. Estas más de seis décadas transcurridas también han servido para madurar, aprender y entrenar. Los habitantes del archipiélago codiciado por Estados Unidos aprendieron a responder como un avispero a las amenazas y agresiones, y convirtieron a su territorio en un bastión inconquistable.

 Junto con lo más avanzado del pensamiento progresista latinoamericano y mundial, los cubanos continúan reafirmando su vocación antimperialista, libran una formidable batalla frente a una Pandemia letal, que van venciendo sobre la base de sus propias fuerzas y la solidaridad internacional de los que aman y fundan, y para este próximo 2022 se avizoran victorias que coronarán esfuerzos sostenidos, sin rendiciones ni concesiones, sobre la base de un siempre renovado optimismo que retroalimenta la esperanza en el relevo generacional.

 

 

 

 

 

Ellas, las imprescindibles

Ellas, las imprescindibles

Roberto Pérez Betancourt 

 

   Los nuevos beneficios que protegen la maternidad en Cuba constituyen la acción jurídica más eficaz para beneficiarlas a ellas, las imprescindibles mamás.

   Asumen las madres la noble misión de enriquecer la demografía nacional, necesitada de constante renovación, y de garantizar el reemplazo natural de las personas que, inevitablemente, nos dejan tras haber cumplido su ciclo biológico.

  Las cifras oficiales afirman que en Cuba el nivel de envejecimiento  se eleva al 21,7 por ciento de la población, y las proyecciones estadísticas indican que ese índice llegará al 29 por ciento en apenas nueve años más, de manera que en 2030 el archipiélago cubano se consolidará como uno de los países más envejecidos en el mundo.

  Esa realidad evidencia la necesidad imperiosa de que la población crezca a un ritmo adecuado para garantizar la renovación de las fuerzas laborales, que posibilite sostener los niveles de producción y servicios necesarios para la sobrevivencia y el desarrollo progresivo.

  Al respecto, Virginia Marlén García Reyes, directora general del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass), explicó recientemente en el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda, que en Cuba ha decrecido el índice de nacimientos.

 Una vez más las estadísticas nos ilustran:  en el año 2020, en comparación con 2019, hubo 4 668 nacimientos menos, realidad multicausal, entre ellas la difícil situación económica de numerosas familias y el papel creciente que las mujeres desempeñan en ocupaciones laborales, las  que demandan buena parte de su tiempo existencial, les exige consagración a los estudios y desempeñar, cada vez más, importantes responsabilidades políticas,  sociales, productivas y científicas, todo lo y que, lógicamente,  limita a las féminas en el ejercicio de la maternidad.

    Recordemos que la atención a la mujer embarazada en Cuba ha sido un propósito activo desde los primeros años de la Revolución que triunfó el primero de enero de 1959, cuando el máximo líder de ese proceso, Fidel Castro, insistió en la necesidad de que desapareciera  hasta el último vestigio de discriminación, para que la mujer cubana alcanzara, «por sus virtudes y por sus méritos, el lugar que le corresponde en la historia de la patria».

  Consecuentemente, en 1963 vio la luz la primera Ley de Seguridad Social que incluyó  el reconocimiento y la protección de la maternidad.

   Hoy, Cuba garantiza una licencia de 18 semanas para proteger la maternidad, y

el Estado aprobó un presupuesto para el año que termina de casi 1 320 millones de pesos, 149 millones más que el año anterior, del cual disfrutan  46 993 mujeres en virtud de la legislación vigente.

  Por vez primera las familias cuentan con una nueva norma jurídica para la madre trabajadora, con independencia del sector donde labore, ya sea estatal o no estatal, la cual  extiende  las licencias complementarias de la maternidad, a la vez que ratifica otros beneficios,  como son  la atención médica durante el embarazo, el descanso pre y posnatal y la hora para la lactancia materna.

Además, la legislación promueve la responsabilidad de ambos padres para con los hijos; ratifica el derecho a las prestaciones monetarias y revalida el beneficio del tratamiento especial al padre, o a quien se encargue del cuidado del menor, en caso del fallecimiento de la madre.

Entre los nuevos avances de la legislación destacan los siguientes:

 -- Se conceden prestaciones monetarias a la madre o al padre, cuando sus hijos se encuentren enfermos, y también a otros familiares que se encarguen del cuidado del menor. 

--Disfrute de la prestación social a la abuela o el abuelo, cuando estos sean trabajadores que estén al cuidado de un menor cuya madre sea estudiante. 

--Tratamiento diferenciado, cuando el menor requiere de atenciones especiales.

--Pago del 100 % del salario de la trabajadora gestante durante el periodo que acredita certificado médico.

Se elimina  el requisito de haber laborado 75 días para tener derecho al cobro de las prestaciones económicas y sociales. Una vez puesta en vigor la legislación basta con la vinculación a la entidad para tener derecho a estos beneficios.

  El nuevo Decreto-Ley ratifica la facultad del Ministro de Trabajo y Seguridad Social para conceder, excepcionalmente, las prestaciones sin sujeción a los requisitos previstos en la legislación.

   Algo muy importante: de acuerdo con la legislación vigente, el papel de los empleadores, tanto del sector estatal como no estatal, en el cumplimiento e implementación de esta norma no establece distinción.

   Como se puede apreciar, la mujer sigue estando en primerísimo lugar en la atención social en Cuba, habida cuenta ella es, sin dudas, imprescindible en todos los órdenes de la vida, y esa realidad la toma en cuenta la legislación, a pesar de las dificultades económicas que el país afronta, junto con las derivadas del bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos le impone al país desde hace más de 60 años más  los elevados gastos suplementarios,  causados por la pandemia de la Covid 19 aparejada a la recesión económica.