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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

En verano: Agua potable, agua bendita…

En verano: Agua potable, agua bendita…

Roberto Pérez Betancourt

Es verdad científica avalada por investigaciones: el agua potable es el más universal y sano de los compuestos que debe ingerir siempre un ser viviente, en cantidades suficientes. La sensación de sed avisa la necesidad de agua, pero hay personas que pasan por alto la advertencia, o consumen bebidas de efectos poco saludables.

 El cuerpo no absorbe totalmente el líquido contenido en cervezas, gaseosas, té o café, por ejemplo, porque rápidamente lo desasimila a través del sudor o la orina.

 En condiciones normales un individuo debe tomar entre seis y ocho vasos de agua al día, afirman especialistas.

Esa cantidad aumenta de acuerdo con factores medioambientales, hábitos alimentarios, ejercitación y otros. Sobre todo en verano puede aparecer deshidratación por exceso de exposición al sol, alta sudoración o padecimientos gastrointestinales, pero a menudo las personas no se percatan del peligro, y los médicos alertan sobre síntomas que permiten identificar riesgos para un organismo cuyas tres cuartas partes están compuestas por agua.

 Tratados en la materia subrayan que la insuficiente hidratación se aprecia cuando la piel se enrojece y se torna caliente, aparecen dolores de cabeza y musculares, sudoración elevada, náuseas, diarreas, vómitos, los ojos se hunden, la boca se reseca igual que la piel, aumentan la tensión arterial y la sensación de fatiga.

En los niños es importante estar alerta y acudir al médico si orinan menos de lo acostumbrado, se quejan de sed excesiva y boca reseca, sufren mareos, diarreas, vómitos o pierden peso.

 La ración diaria de agua común debe conscientemente duplicarse en verano, más aún si se realiza ejercicios o se practica deportes al aire libre o expuesto al sol.

A diario los medios de difusión ofrecen noticias de trágicos sucesos en diversos países causados por olas de calor que directamente afectan a personas, especialmente niños y ancianos.

En meses de intensa canícula es nefasta la mala práctica de dejar a niños encerrados en automóviles, alertan expertos, quienes aconsejan usar gorras para protegerse del sol, beber agua a pequeños sorbos y usar ropas ligeras. Comer hortalizas, verduras y frutas es muy bueno para favorecer la hidratación, porque ellas, además de agua destilada, reponen vitaminas y minerales que se eliminan en el sudor y la orina.

 

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