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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Motivaciones de valor

Motivaciones de valor

Roberto Pérez Betancourt 

  Cuando alguien mentalmente se prepara para  una acción, acostumbra a tomar en cuenta razones, hechos y circunstancias, resumidas en una palabra: motivaciones, conducentes a una línea de conducta.

  Las decisiones personales, en los ámbitos domésticos, laborales, estudiantiles, sociales  o  políticos, se nutren precisamente de esas motivaciones.

  En la medida en que el individuo acumula  experiencias diversas, se instruye, eleva sus conocimientos y su cultura,  estará mejor dotado para distinguir entre  falsedades y verdades en el universo en que se desenvuelve.

  Por consiguiente, la mayor o menor preparación, sobre todo durante la juventud,   será fundamental para ser capaz de diferenciar  el oropel, portador de engañosas invitaciones,  y  los valores  reales, capaces de impulsar en pos de metas constructivas y de crecimiento individual.

  Como parte de la actualidad cubana, en numerosas ocasiones el individuo se encuentra ante disyuntivas relacionadas con la satisfacción de necesidades de consumo material, objetivamente  limitadas por factores económicos ajenos a  la voluntad personal.

  Es un hecho real que los enemigos de la nación y del socialismo utilizan tales circunstancias como elementos  desestabilizadores.

  La propaganda neoliberal acentúa apetencias consumistas, dibuja un panorama idílico de promesas allende el mar antillano, inventa y colorea falsas motivaciones, al tiempo que desinforma, tergiversa y oculta realidades tenebrosas que caracterizan al mundo signado por el afán de obtener ganancias a toda costa.

  Ideólogos de ese sistema aprovechan  la ingenuidad que en  ocasiones observamos en  quienes no han vivido en carne propia la brutalidad del capitalismo salvaje, cuyas vitrinas de consumo se nutren con la práctica de una injusticia social crónica  y el saqueo milenario de los pueblos del sur.

  Lo cierto es que por cada automóvil que Hollywood  destroza para filmar una cinta de ficción, centenares de niños mueren de hambre e insalubridad. Sin embargo, la percepción de las imágenes estimula la ensoñación.

  El contraste puede apreciarse a través de las ventanas verídicas que se abren ante   médicos, técnicos y maestros cubanos cuando estos por vez primera arriban a países subdesarrollados para prestar su colaboración.

  Tales vistas panorámicas los visitantes no las perciben filmadas en celuloide ni vídeo.  Corresponden a la vida en otros contextos: Junto al oropel multicolor,  perennes pies descalzos, desnutrición, analfabetismo, enfermedades, desilusión arraigada por frustraciones repetidas en seres que han perdido la aspiración de sentirse personas.

   Todo eso duele como el impacto del látigo en las espaldas del esclavo.

  Ante ese sufrimiento  humano,  abierto a una percepción  crítica y honesta del que llega, se agiganta  la comprensión  de lo alcanzado en la patria y crece la motivación solidaria que condujo hasta allí.

   Surge entonces el testimonio urgente, imprescindible, que contribuya a  ilustrar  a otros, aquí,  para ayudarlos a ser  capaces de desoír cantos de sirenas  y  alimentar verdaderas motivaciones de valor.

 

 

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