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DEBATE ABIERTO, la página de Roberto Pérez Betancourt

Ratifican inoperancia de Radio y TV contra Cuba

Ratifican inoperancia de Radio y TV contra Cuba

          Roberto Pérez Betancourt

               

  Estados Unidos, urgido de lograr ahorros en su maltrecha  economía, podría rebajar 34 millones del gasto anual del  presupuesto si cerrara las inoperantes mal llamadas TV y Radio  Martí.                 

  Al propio tiempo, ayudaría a calmar las inquietudes del   Congreso que, a estas alturas, todavía se pregunta si de  verdad esos engendros mediáticos tienen alguna audiencia  creíble en Cuba.

  La propia prensa local de Miami admitió el jueves último que  tras haber desembolsado más de 500 millones de dólares del  erario público para financiar la agresión mediática a la Isla,  encuestas afirman que sus intenciones diversionistas por esa  vía son ineficaces.

   Lógicamente, no piensan igual los directivos de las plantas  emisoras ni los agraciados con sueldos, quienes graciosamente  los reciben por su gestión desinformativa, con la que ni sus  propios patrocinadores están de acuerdo.

   Se trata de una arista muy visible de la industria de la  contrarrevolución, que en el sur de la Florida cuenta con  numerosos asalariados, y también dentro de la ínsula tiene su                   plantilla fija de abonados al billete verde mediante gestión  mercenaria de desinformar, mentir y calumniar.

  Ahora, un informe de la Oficina de Fiscalización del Gobierno  norteamericano (GAO), el brazo investigador del Congreso, dice  que el año pasado menos del uno por ciento de mil 200 cubanos  encuestados admitió haber escuchado Radio Martí. El sondeo se                   hizo entre marzo de 2008 y enero de 2009.

  También critica la forma pedestre de hacer propaganda contra  la Revolución cubana, y literalmente confirma que no se ha  mostrado ningún aumento en la audiencia, “pese a dos años de  un plan anual de cinco millones extra…”.

  Por supuesto, la sintonía de GAO no es en función de suprimir  la desinformación, sino “tecnificarla” en busca de la añorada   eficacia subversiva.

   Al respecto, según fuentes periodísticas de Miami, el  representante William Delahunt, demócrata por Massachusetts,  solicitó el informe a la GAO, y se preguntó: “¿Cómo sabemos  que le sacamos provecho a la inversión?... Lo reto a encontrar  alguien que haya visto TV Martí”.

  Y a seguidas el congresista afirmó: “TV Martí es una estación  de televisión sin audiencia". Obviamente, se trata de la  frustración de las malas intenciones.

  Solo habría que agregar: una TV Martí sin audiencia total pero   con beneficiarios que, en buen argot cubano, llamaríamos  “botelleros”, quienes viven a costa de los contribuyentes  estadounidenses al cobrar por su trabajo ineficaz y moralmente repudiable (AIN) (09/02/09).

 

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